¿Qué piensa Washington sobre “abrazos, no balazos”?

¿Qué pasó?

El Centro de Investigación del Congreso de Estados Unidos realizó un informe en el que argumenta que la administración de Andrés Manuel López Obrador ha sido omisa en el combate al crimen organizado.

¿Por qué importa?

Para los congresistas estadounidenses, la política de “abrazos, no balazos” de AMLO, que consiste en atacar las causas por encima de enfrentar al crimen, ha dado pocos resultados, lo cual se refleja en la crisis de opiáceos que se vive del otro lado de la frontera y que en 2021 cobró la vida de 106 mil norteamericanos.

El contexto:

Fechado al 7 de mayo, el reporte “México: Crimen Organizado y Organizaciones de Tráfico de Drogas” consta de 43 páginas y evidencia el crecimiento exponencial de los cárteles de la droga mexicanos, su injerencia en el ámbito político y la escalada de violencia tanto en México como en su frontera norte.

Los detalles:

• Según el informe, a la par de la política presidencial de “abrazos, no balazos”, el gobierno de López Obrador no ha llevado a cabo operaciones antinarcóticos de manera constante, con lo que el tráfico de drogas sintéticas como el fentanilo se ha incrementado drásticamente desde 2018.

• “Después de tres años en el cargo, a partir de enero de 2022, López Obrador ha evitado acciones policiales a gran escala contra los cárteles y la cooperación entre Estados Unidos y México en materia de aplicación de la ley ha disminuido.

• “Muchos analistas evalúan que el papel de las TCO mexicanas (Transnational Crime Organizations) en la producción y el tráfico de opioides sintéticos hacia los Estados Unidos, se ha ampliado significativamente desde 2018”, refiere el Centro de Investigación del Congreso de EEUU (Congressional Research Service).

• “Además, algunos miembros del Congreso están preocupados por la corrupción y las fallas del sistema de justicia de México, que conducen a la impunidad y a juicios fallidos, lo que podría decirse que permite que el poder criminal quede sin control”, agrega en su reporte.

• De acuerdo con el documento, elaborado y firmado por Julien S. Beittel, analista en Asuntos Latinoamericanos del citado organismo, los grupos criminales se han fragmentado y diversificado sus actividades delictivas, más allá del trasiego de estupefacientes: extorsión, secuestro, robo de petróleo, contrabando de personas, tráfico sexual, venta minorista de drogas y otras empresas ilícitas.

• Asimismo, Washington tiene ubicadas actualmente a nueve organizaciones criminales clasificadas como TCO, en la que destaca la incesante batalla por el control del territorio entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa.

• Además de la violencia que han generado dichos grupos, en estados como Michoacán, Guerrero, Guanajuato, Zacatecas, Morelos, Colima, Tamaulipas, Chihuahua y Baja California, el reporte pone especial énfasis en las implicaciones políticas del narcotráfico, lo cual quedó de manifiesto en las elecciones de 2021.

• “Esta situación llevó a algunos analistas a afirmar que los cárteles mexicanos han llevado la interferencia electoral directa a nuevos niveles”, se lee en escrito.

• Esto ha llevado a los congresistas estadounidenses a poner sobre la mesa la posibilidad de designar a dichas agrupaciones criminales como Organizaciones Terroristas Trasnacionales (FTO, por sus siglas en inglés) dado a la reciente utilización de coches bomba, granadas y cohetes lanzagranadas.

• “Surge la pregunta de si la escala, el propósito y los tipos de violencia atribuidos a las TCO mexicanas se han transformado en terrorismo. Los grupos criminales no parecen tener motivaciones políticas o ideológicas, lo que es un elemento de una definición de terrorismo ampliamente reconocida”, se lee en una parte del informe.

• Finalmente, Beittel cuestiona la falta de resultados de la administración de López Obrador para tratar de frenar la fragmentación de cárteles que se intensificó en los sexenios tanto de Felipe Calderón como de Enrique Peña Nieto.

• “A pesar de las promesas de reforma, el presidente parece basarse en una política de utilizar el Ejército y una Guardia Nacional dirigida por militares para abordar las preocupaciones relacionadas con los narcóticos y las TCO.

• “Hizo campaña para abordar los altos niveles de impunidad criminal y la corrupción oficial, problemas de larga data en México. Sin embargo, más de la mitad del sexenio de López Obrador, podría decirse que ha logrado pocos de sus objetivos anticorrupción y de justicia penal”, concluyó.