Preguntas incómodas al Comité Sheinbaum

La Línea 12 no se cayó con un terremoto ni un desastre natural, sino en plena operación. Y eso es porque las obras están mal hechas… Cuando se hizo la Línea Dorada hubo problemas desde el principio.

La opinión es de Fernando Zamorano, un reconocido ingeniero estructuralista, quien concluye que el drama solo vino a ser la gota que derramó el vaso.

Pero ahora que Claudia Sheinbaum designó un Comité Técnico -de altísimo nivel-, justo es apoyar en las investigaciones.

Y como modesta aportación de quienes en 2014 denunciamos anticipadamente la crisis de la Línea 12, le entregamos a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México un cuestionario de preguntas clave que, si se responden, podría identificarse no al culpable, sino al responsable o los responsables, de la tragedia que costó 26 vidas. Tomen lápiz y papel.

I.- SOBRE LAS PRISAS

¿Se ordenó acelerar en 2012 la terminación de la Línea 12 del Metro para que pudiera ser entregada antes de que Marcelo Ebrard dejara la jefatura de gobierno de la Ciudad de México? Si la respuesta es sí, ¿quién específicamente ordenó acelerar los tiempos?

II.- DE LAS PRIMERAS FALLAS

¿En qué fecha precisa se detectaron y se reportaron por escrito las primeras fallas en la instalación de vías, rieles, ruedas y curvas, que pronosticaban un riesgo de descarrilamiento?

III.- SOBRE EL RESPONSABLE

¿Existió o no un Proyecto Ejecutivo de la Línea 12? ¿Quién era durante el periodo de construcción, el responsable en jefe de la obra que coordinaba los esfuerzos de todos los involucrados en el llamado consorcio de constructoras?

IV.- SOBRE EL PAPEL DE RIOBÓO

¿Podrían preguntarle a José María Riobóo, el calculista insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador, y ahora miembro del Comité Técnico, si alguna constructora le modificó las especificaciones estructurales con el pretexto de generar ahorros, pero aún en contra de su opinión profesional las cambiaron? ¿Le avisaron al ingeniero Roibóo que se modificaría la propuesta original?

V.- SOBRE LOS CHINOS Y LOS TRENES

¿Por qué se le prometió a Bombardier México que le comprarían los trenes, cuando al mismo tiempo se coqueteaba con la corporación china Norinco? ¿Es verdad que alguien le adelantó a los chinos las condiciones de la licitación, lo que provocó la protesta abierta y frontal de Bombardier? ¿Por qué Bombardier México se sentía tan segura, aún antes de la licitación? 

VI.- SOBRE LOS RODAMIENTOS

¿Quién y por qué razones se decidió modificar los originales rodamientos neumáticos para colocar rodamientos metálicos, cuando ni los durmientes ni los rieles estaban preparados para ello? ¿Es verdad que Fernando Bojórquez, quien fuera director del Metro en los días de la construcción de la Línea 12, alertó a Ebrard sobre la crisis que sería emplear rodamientos metálicos, que solo se operan en la Línea Uno, mientras que todas las otras líneas son de rodamiento neumático?

VII.- SOBRE LOS ESPAÑOLES

¿Quién decidió dejar a un lado a Bombardier y a Norinco para darle paso a los trenes de la española CAF, que no cumplían con ninguna especificación bajo las cuales se construyó la Línea 12? Más anchos, más pesados, con rodamientos metálicos. ¿Es verdad que en la decisión a CAF dominó más el tiempo de entrega que el precio más económico?   

VIII.- SOBRE LA CERTIFICACIÓN

¿Es verdad que la certificación de terminación de obra que mostró el entonces jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard y con la que justificó la apertura de la Línea 12 se firmó apenas una noche antes de la acelerada inauguración? ¿Es cierto que esa certificación solo incluía los sistemas eléctricos, como el pilotaje automático o los tableros de los trenes, pero no la obra de ingeniería civil?

IX.- SOBRE LOS INCULPADOS

¿Por qué después de las investigaciones solo se consignaron a 35 directores menores responsables de la obra? ¿Por qué a pesar de tener expedida la ficha roja de Interpol, las autoridades nunca dieron con el paradero de Enrique Horcasitas, el director del Metro en los años de Ebrard?

Quizás después de estas y otras muchas interrogantes, lo sensato es escuchar a Jorge Gaviño, el director del Metro cuando se detectaron las primeras fallas. Su veredicto es contundente: “La línea nació con problemas endémicos que no se van a solucionar nunca en la vida”.

Y si no se van a solucionar nunca en la vida, entonces la pregunta de fondo es si es rescatable la llamada Línea Dorada para garantizar el traslado de millones de pasajeros con la seguridad que hoy está claro que no tiene.