¿Por qué AMLO promovió su propia consulta de revocación de mandato?

¿Qué pasó?

Un análisis de James Bosworth, fundador de la firma de consultoría Hxagon, pone en relieve por qué el presidente Andrés Manuel López Obrador promovió su propia consulta de revocación de mandato. La explicación yace en el contexto político de América Latina.

¿Por qué importa?

El gobierno de López Obrador ha intentado construir nuevos mecanismos de impulso a la democracia directa. En América Latina, el antecedente reciente más destacado de un proyecto político plebiscitario fue el del régimen temprano de Hugo Chávez, en Venezuela.

El contexto:

En las últimas 72 horas, dos presidentes de América del Sur consiguieron estrechas victorias políticas, que los mantienen al frente del poder: Luis Lacalle Pou, en Uruguay y Pedro Castillo, en Perú.

Los detalles:

• Una parte de la explicación de por qué AMLO promovió su propia consulta de revocación de mandato se encuentra en el contexto político de América Latina.

• James Bosworth, fundador de la firma de consultoría Hxagon, lo analiza a partir del referéndum que se llevó a cabo en Uruguay y del proceso de remoción en contra del presidente de Perú.

• El domingo pasado, los uruguayos votaron por el ‘No’ en un referéndum que pretendía derogar 135 de los 476 artículos que componen la Ley de Urgente Consideración (LUC), el proyecto estrella de la administración Lacalle.

• Mientras que en Perú, el izquierdista Pedro Castillo sobrevivió a un segundo intento de juicio político, luego de la oposición legislativa no alcanzó los 87 votos necesarios para destituirlo de sus funciones.

• En su reporte, Bosworth enfatiza el contraste político entre ambas naciones, pues si bien es cierto que el modelo de Uruguay goza de más estabilidad en contra de los escándalos de corrupción disruptivos en Perú, las recientes victorias de sus líderes convergen en tres puntos.

• El primero radica en la falta de enfoque de la oposición para establecer argumentos sólidos que les permitan marcar diferencia. En el caso de ambos países, los opositores señalan fallas en el sistema (lo cual puede funcionar en los medios), pero no crean las condiciones necesarias para vencer a un presidente.

• En segundo lugar, la popularidad juega un papel vital para poder convencer al electorado, por lo que si el presidente en funciones goza de popularidad, contrario a sus opositores, esto puede ser bien aprovechado para mantenerse vigente.

• “En lugar de fortalecer la oposición tradicional a LaCalle Pou, la pérdida puede haber señalado la debilidad de la izquierda y abierto la puerta a opciones de terceros para ganar influencia antes de las próximas elecciones.

• “El Congreso peruano es tan impopular (alrededor del 17% de aprobación en una encuesta reciente) que muchos votantes no quieren que Castillo sea destituido si eso significa que el Congreso obtiene más poder e influencia. Las divisiones dentro del electorado dificultan la construcción de coaliciones en el Congreso”, expresa Bosworth en su informe.

• Finalmente, cuando los opositores consiguen cierto margen de maniobra y fallan, le otorgan al presidente en turno nuevas oportunidades para redimirse, como sucedió en el caso de Lacalle y Castillo, quienes ahora buscarán impulsar su agenda con un mandato renovado.

• “Es fácil ser un opositor político en el día a día, criticando al partido gobernante en los medios, pero hay pocas oportunidades de realmente controlar a un presidente de la forma en que lo intentaron las oposiciones uruguaya y peruana la semana pasada”, concluye el analista político.