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1 de junio 2022

Política

Pemex: el otro ecocidio de la 4T

Una investigación del diario El País encontró que Pemex duplicó su carga de emisiones contaminantes en los tres primeros años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. La petrolera ha roto sus compromisos ambientales

Por Redacción Magenta

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¿Qué pasó?

En los primeros tres años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Pemex duplicó su carga de emisiones contaminantes, con lo que la petrolera ha roto sus compromisos ambientales, de acuerdo con una investigación del diario El País.

¿Por qué importa?

  • En el Acuerdo de París de 2015 -la última cumbre climática efectuada-, México se comprometió a reducir sus emisiones de carbono en un 22% antes de 2030 y a que el 35% de la energía generada en 2024 fuera limpia, situación que ha incumplido.
  • Inclusive, de forma paralela a la firma del T-MEC, el gobierno mexicano modificó la ley nacional en dicha materia para incluir como meta una reducción del 14%, específicamente dentro del sector energético, la cual cada vez luce más lejana.

El contexto:

Reportes de 2017 de la ONG, Climate Accountability, ya ubicaban a Pemex como la novena petrolera más contaminante del mundo, dentro de un ranking encabezado por Aramco, de Arabia Saudita.

Los detalles:

  • De acuerdo con una investigación del diario español El País, después de dos reducciones anuales consecutivas (2017 y 2018), las emisiones contaminantes que Pemex envía a la atmósfera volvieron a dispararse en 2019, el primer año de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
  • Según los propios informes de la petrolera, ese año, las emisiones se incrementaron en un 31%, mientras que en 2020 y 2021 se registró un alza del 37% y 7%, respectivamente. Con ello se alcanzó la cifra de 70.5 millones de toneladas de dióxido de carbono, el mayor nivel en por lo menos una década.
  • Lo anterior es resultado de la política energética impulsada por el presidente López Obrador de lograr una “autosuficiencia energética” en 2023, a través de la modernización de las refinerías y un mayor impulso económico para Pemex, bajo el acuse de su total abandono de parte de administraciones anteriores.
  • “La compañía no está escuchando las prioridades del mundo y está haciendo lo que quiere por sus prioridades de producción”, expresó el consultor Pablo Zárate, de FTI Consulting, en declaraciones para El País.
  • El incremento en las emisiones de carbono ha sido acompañado de un precario aumento en la producción petrolera, lejos de los 2.6 millones de barriles diarios (mbd) que prometió AMLO para evitar la importación de combustibles.
  • Según refiere El País, al cierre del año pasado, Pemex contabilizó 1.75 mbd de crudo y condensados, una cifra muy similar a la de 2018; mientras que, por el contrario, las refinerías procesaron 740 mbd en dicho periodo, lo que representó un incremento del 46% con respecto a los 505 mbd procesados tres años atrás.
  • La propia paraestatal ha reconocido que el negativo impacto ambiental se debe a una operación ineficiente, como lo asentó en su más reciente informe entregado a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, publicado a finales de abril.
  • Pemex cita “fallos” en compresores de gas y la recuperación “limitada” de dicho combustible en sus actividades de extracción, por lo que debe recurrir a la quema de hidrocarburos, la mayor fuente de emisiones en las plataformas marítimas.
  • Sergio Pimentel, ex titular de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), dijo que el “tendón de Aquiles” de Pemex es su falta de infraestructura para almacenar el gas que no va a utilizar. Tan es así que, en septiembre de 2020, la CNH sancionó a la compañía por quemar más combustible de lo que permitía la norma.
  • “El organismo regulador le impuso una sanción que consistió en pedir que invirtiera en infraestructura, pero Pemex no invirtió… Durante los últimos 20 años, se ha puesto el énfasis en la producción de petróleo y la infraestructura para el aprovechamiento del gas se ha dejado de lado”, refirió Pimentel a El País.
  • A esto se agrega que las refinerías ya suman varias décadas de funcionamiento (la más antigua data de 1979) y a pesar de que han demostrado ser insuficientes para cumplir con la normativa ambiental, el gobierno de la 4T insiste en emplearlas como parte de su política energética (la de Dos Bocas está por ser inaugurada).
  • “Sus eficiencias y niveles de emisiones distan mucho de los estándares internacionales, debido principalmente a su antigüedad y a falta de inversiones y de un mantenimiento adecuado durante las últimas dos décadas”, reportó recientemente la organización civil, Iniciativa Climática, en un informe.
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