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¡Que alguien me explique!

Moctezuma sin tormentos

Que quede claro, pues, que ni confiscación de escuelas como lo mal difundió la derecha, ni educación comunista, como se interpretó desde la izquierda

Por Ramón Alberto Garza

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Una nueva sacudida se dio hacia el interior de la Secretaría de Educación Pública. Y ahora le tocó hacer olas al Subsecretario de Educación Superior.

Y en una mesa de debate en El Colegio Nacional, Luciano Concheiro dijo que para transformar a México era necesario ser comunista.

El alto funcionario de la SEP declaró que “hay que ir más allá de la lucha contra el modelo neoliberal y más allá de una transformación democrática del régimen político. Debemos proponernos el comunismo como sociedad emancipada de toda explotación del ser humano y destrucción de la naturaleza”.

Las declaraciones del responsable de la educación superior en el gobierno de la Cuarta Transformación se volvieron virales y encendieron las alertas sobre tan controvertido como espinoso tema.

Y sin dejar correr la escandalosa especie, el Secretario de Educación salió en un video a descalificar lo dicho por Concheiro, aclarando que fue una descuidada opinión expresada ante un grupo de intelectuales.

Esteban Moctezuma recordó que los principios constitucionales de la educación en México tienen que ver con que es universal, inclusiva, pública, gratuita y laica. Nada más.

El Secretario de Educación acotó así la desinformación desde la izquierda, como hace algunas semanas salió también a desmentir a quienes desde la derecha anunciaban mentirosamente la nacionalización de la educación privada.

Lo único cierto es que quienes buscan quemarle los pies a Moctezuma son aquellos que ven en el Secretario de Educación a un funcionario que está articulado un nuevo modelo educativo, inclusivo, sentando a la mesa a maestros y padres de familia.

Y contra lo que los malquerientes pronosticaban, está haciendo su tarea y la está haciendo bien. Eso no es una percepción de buena voluntad. Los sondeos lo confirman.

Una encuesta del periódico El Universal publicada en la antesala del primer informe del presidente Andrés Manuel López Obrador colocó a la educación como el rubro mejor evaluado en estos nueve meses, con un 64.6 por ciento de aprobación.

El porcentaje está por encima del 56.4 por ciento de la aprobación a los programas de combate a la pobreza, del 56.3 del combate a la corrupción o incluso del 42.4 del manejo de la economía.

Y en una encuesta sobre los 10 secretarios de Estado mejor evaluados, Moctezuma calificó en un muy digno tercer sitio con un 30 por ciento de calificación favorable, solo superado por el canciller Marcelo Ebrard, que tiene 35 por ciento y el secretario de la Marina, José Rafael Ojeda, con el 33 por ciento.

Por si fuera poco, Moctezuma se ha encargado de incluir civismo, ética y música en los programas escolares. Además, el secretario mantiene comunicación directa con el magisterio lo que les ha permitido tomar decisiones junto con quienes viven a diario la educación.

Y si aún hay quienes quieran quemarle los pies, es el mismo secretario quien abanderó la digitalización de todos los libros de texto y su libre consulta en la plataforma de CONALITEG.

En esos datos se inscriben las intentonas de desestabilización desde la izquierda y desde la derecha, a quien no les gusta que la educación esté tomando su curso, a diferencia de lo que sucedía en sexenios anteriores.

Y al que lo dude, que vea como el SNTE y la CNTE están en la mesa –no en las calles, ni en paros o huelgas- afinando los detalles de los reglamentos a la nueva reforma educativa. Ese ya es de sí un gran logro.

Pero lo más relevante es que ante la más mínima provocación, el Secretario de Educación no deja correr la bola.

Da la cara, graba un video y explica, aclara o desmiente, en directo, por medios tradicionales y por redes sociales, lo que es cierto y lo que es falso.

Que quede claro, pues, que ni confiscación de escuelas como lo mal difundió la derecha, ni educación comunista, como se interpretó desde la izquierda.

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