29 de noviembre 2024
Opinión
#LosTaconesDeMarcela | Make Mexico Great Again
Los Tacones De Marcela
¿Será esto el inicio de una intervención necesaria hacia un México hundido en un narcoestado dictatorial? Comienza el plan Trump para nuestro país: Make Mexico Great Again
Por Marcela Garza Barba
COMPARTE ESTA HISTORIA
Mientras nos perdíamos en el circo arancelario entre nuestro país y el vecino, la revista Rolling Stone edición Estados Unidos publicaba un artículo con lujo de detalle de cómo en el War Room de Trump ya se barajaba una invasión militar hacia nuestro país y que los más allegados al también magnate sólo estaban decidiendo el grado de intensidad de dicha invasión.
Coincidencia o no.
En un dos por tres, al puro estilo cuatroteísta de “fast track”, Sheinbaum desechó las amenazas mañaneras hacia Trump.
El arancel por arancel fue reemplazado por una llamada “productiva” entre ambos.
Que de “productiva” quién sabe, porque ahora resulta que hay dos versiones de la llamada.
Un “he said, she said”.
No es que Sheinbaum no supiera de los planes “trumpistas” de invasión hacia México, pero al hacerlo público, en un medio cuyo dueño, Penske Media Corporation de Roger Penske y su hijo Jay, amigos íntimos de Trump, el mensaje era otro, uno más contundente y sin retorno.
Y más aún al ser ensalzado con un supuesto cierre “acordado” en la frontera sur de Estados Unidos, lo cual desencadenó una segunda parte del circo… pero ahora migratorio.
Guerra comercial.
Guerra migratoria.
Guerra contra inseguridad y fentanilo.
Guerra de mensajes.
¿Será esto el inicio de una intervención necesaria hacia un México hundido en un narcoestado dictatorial? Comienza el plan Trump para nuestro país: Make Mexico Great Again.
No soy pro Trump ni pro Claudia.
Liderazgos así son el resultado de sociedades adormiladas por un populismo maquillado de democracia.
En donde las ideologías sectarias imperan antes que la ética y los valores constitucionales.
Pero ya que estamos en un mundo al revés.
En donde los ciudadanos alaban a cuasi dioses autoritarios anticonstitucionales.
En donde lo mismo es un MAGA (Make America Great Again) que un Morena.
Entonces que el marketing político también cruce fronteras.
Reemplacemos el Make America Great Again de Trump por Make Mexico Great Again.
Nunca pensé decirlo, pero nos urge una intervención quirúrgica del exterior, pues hoy nuestro país se hunde en un narcoestado autoritario y anticonstitucional.
Internamente, hasta hoy, nadie hace nada.
Al contrario, en México se eleva la situación de alarma a cierto grado que el país vecino pretende detener, con sus estrategias, la falta de acción del gobierno cuatroteísta.
Las estrategias “trumpistas”, según la revista Rolling Stone, por ahora se basan en la invasión total hacia los cárteles.
Ya sea ataques con aviones no tripulados.
O ataques aéreos a las infraestructuras de los cárteles.
Además de mandar militares a nuestro país.
Que si la carta de Sheinbaum a Trump fue el medio correcto para responder a la posible imposición arancelaría del 25 por ciento, apenas y arranque su mandato el controvertido presidente electo.
Que si los caprichos trumpistas y las represalias cuatroteístas traerían más problemas que soluciones.
Que si el Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, explicaba con peras y manzanas lo que significaba el aumento del 25 por ciento de aranceles en inglés y español (al estilo clase de Open English) en una mañanera, mientras apuntalaba amenazante al país vecino y subrayaba que era “un tiro al pie”.
Es lo de menos.
Lo de más es que mientras nos perdíamos en este circo arancelario, la revista Rolling Stone edición Estados Unidos publicaba dicho artículo y todo bajo los ojos de personajes allegados a Trump.
Y así, en un dos por tres, al puro estilo cuatroteísta “fast track”, en cuestión de horas, Sheinbaum deshechó el ojo por ojo.
Su arancel por arancel lo reemplazó por una llamada teléfonica que culminó en un post más controversial que el circo arancelario, en la red social trumpista, Truth Social, en la que Trump destacó que sostuvo una conversación con la presidenta, en donde se acordó controlar el flujo migratorio desde la frontera de México y asimismo “cerrar la frontera sur” de Estados Unidos.
Houston tenemos un doble problema.
Porque la presidenta dijo lo contrario la noche del miércoles y cito textual: “a Trump le expuse la estrategia integral que ha seguido México para atender el fenómeno migratorio. Reiteramos que la postura de México no es cerrar fronteras”.
Ahora sí que, como dicen, vamos de mal en peor.
Porque apenas comenzó la segunda parte del circo Trump-Sheinbaum, de los aranceles al tema migratorio, y Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, ya posteaba en la red social X que sus prioridades se enfocaban en el empleo, seguridad y fortalecer su sólida asociación con Estados Unidos.
¿Y México?
Ni sus luces.
Del T-MEC… ni hablar.
Está vez, Claudia claudicó, sus razones en “fast track” tendrá y sí, todos los caminos conducen a Palenque.
Pero olvidemos el “he said, she said” por un rato.
Lo cierto es que el problema de raíz es que México está hundido en un narcoestado dictatorial en el que el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, la presidenta Claudia Sheinbaum y los suyos no saben cómo comenzar a atacar el tema del fentanilo y de los indocumentados que entran a Estados Unidos… porque tanto el ex presidente como la presidenta son parte del problema.
El maquillaje de los “abrazos, no balazos” y el blindaje salvaje de la Reforma Judicial sólo los ha expuesto aún más con el país vecino.
¿Por qué no hay estrategias puntuales que frenen la violencia, la guerra de los cárteles y por ende la producción de fentanilo?
Sólo hay que voltear y ver lo que sucede en Guerrero y Sinaloa.
Asesinan igual a un diputado que a un sacerdote o a un ciudadano a plena luz del día y no hay culpables.
Gran parte de esta violencia se debe a la guerra entre cárteles, por ende también a la guerra por la producción del fentanilo.
Según Insight Crime en una investigación titulada: “El flujo de precusores químicos para la producción de drogas sintéticas en México” se concluye que entre 2016 y 2020, los mayores flujos de tráfico de fentanilo y metanfetaminas tuvieron lugar de México a Estados Unidos. Siendo Estados Unidos el principal mercado para ambas drogas producidas en México.
Más de 100 mil muertes en Estados Unidos a causa del fentanilo.
Mientras que en México tiran a matar para producir dicha droga.
No por nada, el jefe de la Agencia de Investigación Criminal de México le dijo al periódico Los Angeles Times que nuestro país es el “campeón” de la producción de fentanilo.
Me pregunto.
¿Los que gobiernan nuestro país se sienten orgullosos de esta medalla?
En el tema migratorio, el 2024 fue el año más mortífero para los migrantes intentando cruzar hacia Estados Unidos.
Alrededor de 1.2 millones de personas emigraron de México entre 2018 y 2023 según datos del INEGI.
87.9 por ciento lo hizo a Estados Unidos, sólo el 6 por ciento a Canadá.
En 2018, año que comenzó a gobernar Morena bajo el mandato del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, se registró la primera caravana migrante.
Dichas caravanas compuestas por hondureños, salvadoreños, haitianos se han convertido en una economía de tráfico humano y de drogas.
Hasta hoy, las estrategias del gobierno con respecto a este tema son fallidas.
¡No hay derecho!
Y si seguimos con la lista, nos acercamos más a un país comunista que a uno democrático y eso no le gusta a Estados Unidos.
Desabasto de medicinas, pero el gobierno de la 4T le pone un curita a la situación lanzando una plataforma digital para mejorar la entrega de medicamentos.
¿Cuáles medicamentos?
Si el 20 por ciento de las muertes en México es por falta de atención y medicamentos.
En educación ni se diga.
Los datos son escuetos, y los que hay sólo hablan de deserción escolar.
6.4 millones de niños y jóvenes no van a la escuela.
Y mientras esto sucede, el panorama constitucional se pinta de guinda transformador “a modo”, con jueces disfrazados de una elección por voto popular cuando se sabe que serán impuestos al antojo de la secta morenista.
Ahí están los familiares de Olga Sánchez Cordero como ejemplo.
Y la eliminación de organismos autónomos, como el Instituto Nacional de Transparencia, que por cierto recientemente Sedena reservó por cinco años los datos de los escoltas de AMLO por temor a un atentado.
¿Para eso quieren eliminar los organismos?
Y los que no se eliminan oficialmente se eliminan a todas luces poniendo a mujeres tapaderas como Guadalupe Taddei en el INE o Rosario Piedra en Derechos Humanos.
Lo cierto es que hoy, en México, nadie levanta la mano de una manera contundente para salvaguardar, primero, la poca democracia que nos queda; segundo, estrategizar el grave problema de inseguridad que nos acecha; y tercero, atacar el problema del fentanilo e inmigración que tanto pone en jaque nuestra relación con el país vecino.
No hay empresario que ponga para el cateter.
Ni líder de oposición que dé respiración de boca en boca.
O ciudadano que done un órgano vital.
La democracia, la seguridad, la educación, la Constitución, los derechos humanos mueren en nuestro país y no hay quién dé su vida para reanimarla.
¡Houston tenemos un problema, que alguien nos ayude!
Y si eso significa respirar artificialmente con las estrategias de Trump, pues respiremos.
¡Que tanta falta nos hace!
Dejo para otro editorial el análisis del país vecino y su próximo presidente narcisista, hoy me importa de sobremanera la situación de mi país.
Y es que por más oportunidades que le demos a la presidenta Claudia Sheinbaum de reivindicarse y de ser independiente lo que vemos es sumisión al final de las supuestas amenazas mañaneras.
La verdadera amenaza viene de Estados Unidos.
El artículo en Rolling Stone es sólo una probada de cómo gota a gota, Trump invadirá e intervendrá en México.
¿Lo que vimos esta semana será el principio de la intervención tan necesaria para nuestro país que hoy vive bajo un regimen autoritario criminal?
Trump cambia el “America” por “Mexico”.
Make Mexico Great Again.
Sus razones “fast track” tendrá.
Y dicen que estas razones incluyen ponerle un hasta aquí a viejos “amigos”.
Si esto sucede antes de tomar posesión como presidente ¿qué sucederá cuando esté en la Presidencia?