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4 de octubre 2024

27 de septiembre 2024

Opinión

#LosTaconesDeMarcela | Los Padrinos de Sean Combs

Los Tacones De Marcela

Lo que sucede hoy con Sean “Diddy” Combs o “Puff Daddy” es tan sólo la punta del iceberg de algo más grande. ¿Qué pasaba en las fiestas blancas o “freak offs” y las redes de tráfico sexual que manejaba el rapero?

Por Marcela Garza Barba

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Mientras se sigue manoseando la política nacional de nuestro país, en donde la ley es igualmente corrompida por la nueva mafia del poder y hay un aire de que se viene peor, después del primero de octubre, digo, estamos viendo los mismos tintes anti diplomáticos amloístas en una Claudia Sheinbaum que apenas empieza, me iré por un viernes a otra arena, porque la historia lo amerita, igualmente tiene que ver con poder desmedido, fechorías interminables y pecados por la libre.

Lo que sucede hoy con el rapero Sean “Diddy” Combs o “Puff Daddy” es tan sólo la punta del iceberg de algo más grande.

Si las canciones de Justin Bieber representan ahora el grito de auxilio de lo que sucedía tras las cuatro paredes de las fiestas blancas o “freak offs” y las redes de tráfico sexual que manejaba el rapero, la lista del jet privado o “Air Fuck One”, como era apodada la aeronave del empresario y dueño de supermercados, Ron Burkle, el “playboy millionaire”, dice aún más.

Diddy hacía las fiestas “freak offs” en tierra, en las que se dice suministraba todo tipo de droga, champaña, mientras comenzaban los maratones sexuales y Ron las hacía en el aire en su “Ron Air”, como solía llamar a la aeronave el ex presidente de Estados Unidos y mejor amigo de Ron, Bill Clinton.

Ron  Burkle y Edgar Bronfman Jr. -hijo de Edgar Bronfman, creador del emporio de licores Seagram-, pronto se vieron inmersos en los negocios del entretenimiento y de música como Warner Music y Universal, y de posteriormente se convirtieron en los padrinos monetarios detrás de Sean “Diddy” Combs.

Sí, se presume que había padrinos políticos como el alcalde de Nueva York, Eric Adams, quien recientemente fue indiciado por varios delitos de corrupción y que anteriormente le había dado la llave de la ciudad al “Bad Boy”, como textualmente lo dijo.

Cuando Diddy todavía era Puff Daddy, Ron le inyectó 100 millones de dólares para que el rapero despegara como diseñador de ropa con su marca Sean John.

Tanto Burkle como Bronfman han estado ligados a las listas negras de Epstein, de Raniere y ahora, al parecer, les salpicará algo de Diddy.  

Algunos medios apuntan a que Burkle y Bronfman han sido la tapadera y los padrinos por años de Epstein, Raniere y Diddy, todos acusados de crimen organizado y tráfico sexual.

Por cierto, Estados Unidos lidera la lista de destinos de tráfico sexual.

En el caso de Epstein y Raniere, Burkle y Bronfman Jr., digamos que la libraron… en el de Diddy, ¿pagarán por fingir demencia?

Estuve indecisa sobre el tema.

Pero entre más veía videos de Justin Bieber y Usher con Diddy; de Ashton Kutcher con Diddy; de French Montana con Diddy; de Leonardo DiCaprio con Diddy, bromeando sobre las fiestas sexuales o “freak offs”; y le daba replay a las entrevistas de algunos de los guardaespaldas del rapero, confensando detalles de dichas fiestas, catalogadas por las autoridades como coercivas, abusivas y por ende, el corazón del caso de tráfico sexual que involucra, no sólo a Diddy, sino a una lista que dicen ya canta desde la cárcel en Brooklyn (al estilo Epstein), me convencí de que era un tema que no podía pasar desapercibido.

Así que, comencé a investigar.

Sabía que no todo era Bieber y la canción en donde dice que perdió su alma en una fiesta de Diddy, por un Ferrari.

Que, por cierto, si esa canción es de hace años y ya tenían pistas los del FBI, ¿por qué nadie hizo nada?

Qué dolor para Justin Bieber, caer en las garras de alguien como Diddy.

Y es que, por años, Diddy se comportó como un “Bad Boy For Life”, como recita en una de sus canciones: había videos de las fiestas, algunos circulaban en la dark web, pero de autoridades nada.

Tal vez porque gente poderosa como Ron Burkle, dueño de unas tantas cadenas de supermercado en Estados Unidos y fundador de la compañía Yucaipa y A-Grade Investments, y Edgar Bronfman Jr., heredero del emporio de licores Seagram, hermano de Clare Bronfman -la segunda a bordo de la secta sexual NXVIM y Keith Raniere-, están detrás del millonario y pervertido Diddy.

Diddy comenzó su carrera en 1997 cuando lo apodaban Puff Daddy. Su sencillo “Can’t Nobody Hold Me Down” se convirtió en el número uno de Billboard y de ahí, al estrellato con su album “No Way Out”.

Para el año 2000, Sean Combs ya había consolidado su compañía de entretenimiento Bad Boy Entertainment y Bad Boy Records como brazo musical.

En 2005, Edgar Bronfman Jr, como CEO de Warner Music, lo invita a hacer un joint venture y termina comprando Bad Boy Records por 30 millones de dólares.

De ahí, Diddy y Bronfman, inseparables.

En palabras de Bronfman y cito textual: “Sean tiene un don y talentos que nadie más tiene. Esta nueva etapa es muy excitante”.

Y es que, la carrera de Diddy catapultó del 2000 en adelante.

Además de Edgar Bronfman, Ron Burkle lo apadrinó económicamente.

En 2003, Ron Burkle le había invertido 100 millones de dólares a la marca de ropa del rapero, Sean John.

Que antes de eso, la marca apenas y se conocía.

Se presume que Diddy enamoraba a este tipo de magnates con fiestas, mujeres y promesas sexuales.

Vaya fichitas.

Pues, tanto Burkle como Bronfman, salen en las listas de los también acusados por tráfico sexual, Jeffrey Epstein y Keith Raniere.

De hecho, la hermana de Edgar Bronfman, Clare Bronfman, estuvo tras las rejas por tráfico sexual dentro de la secta NXVIM y por lavar dinero también de la empresa de licores heredada de su padre, Seagram.

Me pregunto.

¿Unos tantos caminos de gente involucrada en tráfico sexual conducirán a las aportaciones millonarias de Seagram?

Así como Epstein y Raniere, que tenían un modus operandi para terminar en tráfico sexual, así Diddy.

Y así como fueron mujeres las que se atrevieron a hablar en los casos de Epstein y Raniere, así en el caso de Diddy.

En el caso de Epstein, la mujer que no paró hasta que se hiciera justicia fue Virginia Guiffre, quien destapó la cloaca y confirmó que el Príncipe Andrés era uno de los invitados frecuentes a las fiestas sexuales de Epstein, ya que ella había sido puesta a su disposición para cumplir favores sexuales.

Epstein se “suicidó” en su celda, 35 días después de haber sido detenido.

Unos tantos afirman que no fue suicidio, sabía tanto de gente tan poderosa que se rumora que lo mandaron matar.

En el caso de Raniere, la mujer que luchó para que hoy el líder de la secta esté tras las rejas junto a su séquito, incluida la hermana de Edgar Bronfman, Clare, quien está actualmente en confinamiento comunitario, fue la canadiense y ex miembro de NXVIM, Sara Edmondson.

Con Diddy, la primera en cantar fue la ex novia, Cassie Ventura, quien desde noviembre de 2023 interpuso una demanda en donde detallaba que Diddy la tenía en un círculo vicioso de violencia y tráfico sexual.

De ahí, las inumerables acusaciones desde tráfico y abuso sexual, lavado de dinero, crimen organizado, entre otras.

Aseguran que Diddy ya prepara la lista y que varios CEO’s de diferentes compañías musicales involucrados con él han renunciado o los han hecho renunciar, porque la bomba viene fuerte.

Es una lástima, el precio que se tiene que pagar para llegar a ser famoso, no sólo en el mundo del entretenimiento, sino de la política.

Y hablando de política, el ex presidente Bill Clinton también sale en los tres casos.

En el de Epstein, aparece como cliente frecuente en el avión privado del ya occiso. Supuestamente hacía viajes humanitarios alrededor del mundo en este jet, lo mismo dice con el Air Fuck One o Ron Air, como le dice, de Ron Burkle.

En el caso de Raniere se dice que Clare Bronfman invertía dinero en las campañas de los Clinton para tenerlos de su lado.

¿Por qué será?

¿Saldrá en la lista Diddy?

Hasta ahora se sabe que, al igual que con Kamala Harris y Barack Obama, el rapero fue colaborador de varios eventos y galas.

Ahora sí que, como dice su canción “Bad Boy For Life”, pero al parecer, la cantará con notas tan altas que se llevará de encuentro a los que menos se lo esperan.

No por nada, Edgar Bronfman Jr. acaba de retirarse de lo que se suponía sería uno de los negocios de su vida con Paramount.

Ahora, si de distractores se trata, ahí vienen las elecciones y esto de Diddy, ¿por qué hasta ahora?

No es casuístico que, hasta los dos candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump y Kamala Harris, salgan en fotos y/o videos con el ahora acusado de tráfico sexual y crimen organizado.

Y tengan que salir a desmentir los hechos o a decir que son fotos alteradas.

¿Se repetirá el destino de Epstein?

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