13 de enero 2025
Política
“Los ciudadanos no votaron por destruir la democracia”: Zedillo
Ernesto Zedillo, el último presidente del régimen priista de partido único en México, se ha convertido en uno de los críticos más visibles del gobierno de Claudia Sheinbaum
Por Redacción Magenta
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Ernesto Zedillo, el último presidente del régimen priista de partido único en México, se ha convertido en uno de los críticos más visibles del gobierno de Claudia Sheinbaum. La advertencia de Zedillo llega desde su despacho en la Universidad de Yale y hace énfasis en lo que él describe como una transición de una democracia liberal en un “Estado policial sin democracia”.
El problema esencial del país, argumenta, son la serie de reformas constitucionales aprobadas por Morena, iniciativas que están modificando radicalmente la naturaleza de la República. “México ha perdido la categoría de ser un país democrático… los ciudadanos no votaron por destruir la democracia, no se les preguntó si estaban de acuerdo; los ciudadanos fueron para escoger a nuestros nuevos representantes en un país democrático», dijo.
La semana pasada, en el foro Perspectivas Económicas 2025 que organiza el ITAM, Zedillo verbalizó la que ha sido la principal tesis de la oposición: “No necesitamos un país donde el poder real lo ejerza un caudillo instalado en la oficina anexa de la Presidencia”. La declaración es una clara alusión a lo que el ex presidente percibe como una dependencia política de la actual mandataria, Claudia Sheinbaum, respecto a la influencia de su mentor y antecesor, Andrés Manuel López Obrador.
En la conferencia de prensa del lunes, la presidenta Sheinbaum contestó a Zedillo: “Anhelan que rompa con López Obrador, pero se van a quedar con las ganas”.
En realidad, Sheinbaum ha optado por una postura esquizofrénica respecto a la relación con López Obrador, con su agenda y con sus principales operadores políticos. En el discurso, la presidenta respalda totalmente la figura de López Obrador. En materia legislativa, la legitimación de Sheinbaum como jefa política de la 4T se validó a partir de la aprobación de las reformas constitucionales que Zedillo critica desde la Universidad de Yale, particularmente la Reforma Judicial y la Reforma de Supremacía Legislativa.
Sin embargo, la presidenta también ha implementado una nueva política de seguridad que se contrapone a los intereses del ex presidente, específicamente en la intervención federal implícita del gobierno de Sinaloa. Sheinbaum también ha planteado una reforma política contra el nepotismo en cargos públicos, un dardo que es visto como una afrenta a Andrés Manuel López Beltrán, el hijo del ex presidente López Obrador que es visto como un contrapeso de Sheinbaum en la coalición del oficialismo.
Zedillo describe que México atraviesa por “un momento excepcional”, patente en las nuevas tensiones dentro del partido en el poder y en los riesgos que representa para el país el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca: “Será de gravísimas consecuencias para nuestras economías, un choque externo de magnitud inmensa y la pregunta es si tendremos la inteligencia, capacidad de reaccionar adecuadamente ante ese choque para reducir en la medida de lo posible el daño que se nos causa. Esto nos toma en el peor momento”.