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1 de agosto 2022

Internacional

El narco mexicano se asienta en Colombia

La colaboración transnacional entre los cárteles de la droga de México y Colombia se ha convertido en objeto de escrutinio de las agencias de inteligencia de Estados Unidos. La prensa colombiana recabó testimonios que aseguran que las organizaciones criminales mexicanas se han asentado en Cali

Por Redacción Magenta

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¿Qué pasó?

La prensa colombiana recabó testimonios que aseguran que organizaciones como el Cártel de Sinaloa y el CJNG se han asentado en Cali. La colaboración transnacional entre cárteles de la droga de México y Colombia se ha vuelto objeto de escrutinio de las agencias de inteligencia de Estados Unidos.

¿Por qué importa?

A diferencia de la década de los 80, en la que los cárteles mexicanos compraban la droga a sus contrapartes colombianos y se limitaban a enviar a alguien a verificarlo, ahora, los capos de México han optado por instalarse en Colombia para controlar toda la cadena del narcotráfico, de acuerdo a reportes de inteligencia referidos por la prensa colombiana.

El contexto:

  • En los últimos 18 meses (entre el 25 de diciembre de 2020 y el 28 de junio de 2021), han sido capturados 23 mexicanos en suelo colombiano, siendo el caso más destacado el de Brian Donaciano Olguín Verdugo, alias “Pitt”, capturado con fines de extradición en abril pasado.
  • De acuerdo con la Policía Nacional de Colombia, el “Pitt” es señalado como delegado directo del Cártel de Sinaloa, quien tras llegar en febrero a la ciudad de Medellín se trasladó a Cali para coordinar reuniones con delegados de las disidencias que delinquen en Cauca.
  • La orden de captura, emitida por la Interpol, se logró en una operación coordinada con la policía colombiana y agencias de Estados Unidos, país que solicitó su extradición debido a un proceso que se le sigue en una Corte de Florida.

Los detalles:

  • De acuerdo con el medio colombiano CAMBIO, el asentamiento de los capos mexicanos en la región de Cali y sus alrededores se ha hecho más que evidente en años recientes, al adueñarse de cultivos y laboratorios que en el pasado eran controlados por organizaciones criminales locales.
  • Según testimonios de fuentes consultadas, integrantes de grupos criminales como los Zetas, Cártel de Sinaloa o el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se han hecho de residencias de lujo donde suelen hacer grandes fiestas en medio de la jungla.
  • “En Rozo (al norte de Cali) y en Jamundí (al sur de Cali) compraron fincas y están viviendo varios ‘traquetos’ (termino colombiano para referirse a los narcotraficantes) mexicanos. En Rozo se aposentaron muchos de la organización Los Zetas; y en Jamundí, los de Jalisco Nueva Generación.
  • “A esas fincas o mansiones no entra cualquiera. Son famosas en los estratos más altos por el nivel de exclusividad. Por ejemplo, allá hacen unas mega rumbas en las que solo se entra con invitación. No son fincas que estén a la vista, sino que quedan en medio de la jungla”, expresó a CAMBIO una de las fuentes.
  • Otra particularidad que ha puesto en relieve la presencia de los narcotraficantes mexicanos es el aumento de viajes entre Cali y México: desde marzo pasado, aerolíneas como Viva Air, Wingo y Avianca tienen rutas directas tales como Cali-Cancún y Cali-Ciudad de México.
  • Además, en los alrededores de Cali se ha presentado un encarecimiento de terrenos y propiedades como no se había visto nunca. Un ejemplo, hace seis años en Rozo, un metro cuadrado se compraba en 30 mil pesos colombianos ($142.77 pesos mexicanos) y ahora se cotiza en 200 mil ($951.80). “Eso lo que significa es que hay gente que está dispuesta a pagar lo que le pidan”, agregó otra fuente.
  • “Hay dos cosas que cambiaron y de las cuales poco se habla. La primera: si un colombiano quiere droga, se la tiene que comprar a uno de los capos mexicanos, que son los dueños no solo de los cultivos ilícitos sino de las tierras en las que se cultiva. Es decir, ahora los capos caleños son en realidad mandos medios que le compran la droga o trabajan para los carteles mexicanos, que operan desde Colombia y permanecen, sobre todo, en Cali y sus alrededores.
  • “La segunda: para encontrar cultivos ilícitos en esta región, no hay que irse hasta el Cauca o Nariño. Con solo ir al corregimiento de Villa Hermosa, en la zona rural de Jamundí, a quince minutos de Cali, se puede conseguir coca y marihuana hidropónica”, advirtió a CAMBIO otra de las fuentes consultadas.
  • La Unidad Especial de Investigación Interagencial (SIU) de la Policía Nacional de Colombia ha establecido nexos entre organizaciones mexicanas como el CJNG  y Cartel de Juárez con las disidencias de las FARC, principalmente las conocidas como “Frente Oliver Sinisterra” y el “Bloque Occidental Alfonso Cano”, cuya principal injerencia criminal radica en Nariño.
  • Una de las líneas de investigación de la SIU refiere que los capos mexicanos estarían adquiriendo propiedades en la ciudad de Esmeraldas, Ecuador, a fin de acceder a la nacionalidad para posteriormente ingresar a Colombia para negociar y verificar la calidad y precio de los cargamentos de clorhidrato de cocaína.
  • “Ecuador se ha convertido en un punto estratégico para estas organizaciones criminales, pues ese país no cuenta con un tratado de extradición vigente con el gobierno de los Estados Unidos.
  • “Se han identificado miembros de los cárteles Sinaloa y Jalisco Nueva Generación en alianzas con el Clan del Golfo en la zona de Chocó y Urabá. De igual manera, en el Cauca, Valle del Cauca y Nariño se han sellado acuerdos con las disidencias”, revelaron las fuentes de inteligencia al medio CAMBIO.
  • Fuentes extraoficiales argumentan que la influencia de las organizaciones criminales mexicanas no se limitaría al Valle del Cauca, ya que están comprando tierras en Caquetá, Vichada y Meta. Si bien no toda estaría destinada a los cultivos ilícitos de droga, pues su estrategia contempla el incursionar en la ganadería para el ‘lavado de activos’.
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