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¡Que alguien me explique!

El Factor Gil Zuarth

Si el presidente Andrés Manuel López Obrador anda en busca de corrupción en las filas del PAN, sería suficiente con alentar una completa investigación en torno a la red de intereses que rodean a Roberto Gil Zuarth

Por Ramón Alberto Garza

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Si el presidente Andrés Manuel López Obrador anda en busca de corrupción en las filas del PAN, sería suficiente con alentar una completa investigación en torno a la red de intereses que rodean a Roberto Gil Zuarth.

Sin duda, descubriría que las presuntas denuncias contra el también panista Ricardo Anaya serían un juego de niños frente a los abultados expedientes que pudieran aparecer, en torno a quien fuera Secretario Particular del presidente Felipe Calderón en 2011.

Desde esa posición en Los Pinos, Gil Zuarth fue enviado en 2012 como coordinador general de la campaña de Josefina Vázquez Mota, donde fue el operador político y financiero que consumó la traición que la dupla Fox-Calderón urdió contra la entonces candidata presidencial del PAN.

Esa operación panista abrió el paso a la elección del priista  Enrique Peña Nieto, quien más tarde, desde su gobierno, le compensaría sus valiosos servicios a Gil Zuarth habilitándolo como un operador azul estratégico de sus reformas estructurales.

Si revisaran esos expedientes, encontrarían que la sombra corruptora de Gil Zuarth cubre el reciente golpe que desde el gobierno de Puebla se operó en contra la Fundación Jenkins.

Cuestión de recordar que el ex senador panista ya venía convenciendo al gobernador panista de Puebla, Rafael Moreno Valle, de operar a favor de uno de los herederos rebeldes de la familia Jenkins.

Pero esos planes se frustraron cuando en un accidente de helicóptero -ocurrido el 24 de diciembre del 2018- fallecieron Moreno Valle y su esposa Martha Erika Alonso, la gobernadora que acababa de tomar posesión el 10 de diciembre.

La presión de Gil Zuarth por el Caso Jenkins no cesó y se reavivó con la llegada del morenista Miguel Barbosa a la gubernatura de Puebla.

Ambos -el panista y el morenista- serían cómplices de la autoría intelectual y material en el golpe que se asestó hace unas semanas, no solo contra la Fundación Jenkins, sino contra la célebre y prestigiosa Universidad de las Américas.

La estrecha relación entre el panista y el morenista se tejió cuando ambos fueron senadores entre 2012 y 2018. De hecho, Barbosa le transfirió a Gil Zuarth la presidencia del Senado el primero de septiembre del 2015.

Desde esa posición, el panista fue clave para activar las alianzas en torno a las reformas estructurales con el gobierno de Enrique Peña Nieto, y en particular con el vicepresidente in-péctore, Luis Videgaray, ambos señalados en las denuncias de corrupción hechas por Emilio Lozoya.

Froylán Gracia Galicia, el brazo operador del entonces director de Pemex, advirtió en sus declaraciones a la Fiscalía General de la República que los entonces senadores, Gil Zuarth y Francisco Javier Cabeza de Vaca -hoy gobernador de Tamaulipas- presionaron para conseguir contratos energéticos a cambio de no boicotear la Reforma Energética.

Y fue precisamente el paso de estos dos panistas por el Senado lo que cimentó, entre ambos, una amplia red de cabildeos, negocios y complicidades.

Si quieren detectarlos, pidan los estados de cuenta de Accuracy Legal And Consulting S.C., una firma de asesoría jurídica y cabildeo operada al amparo de Gil Zuarth.

Fue a esa firma a la que el gobierno de Cabeza de Vaca habría transferido, entre 2018 y 2020, unos 28 millones de pesos para operar cabildeos en contra de las políticas y acciones implementadas por el gobierno de la Cuarta Transformación en contra de la Reforma Energética.

Tendrían que auditar también la Inmobiliaria Calizas 475, en la que Gil Zuarth habría recibido transferencias superiores a los 30 millones de pesos -algunas de ellas desde empresas relacionadas a Cabeza de Vaca- para la compra de una residencia precisamente en Calizas 475, en las Lomas de Chapultepec.

Y ni que decir de la inmobiliaria Chairel Real Estate, en donde la esposa de Gil Zuarth, Elia Mary Knight y su familia, registraron una docena de propiedades en los Estados Unidos, algunas de ellas en McAllen, Texas.

Si se abren los expedientes del gobernador Cabeza de Vaca, no estaría por demás ver los registros de Marble S.A. de C.V. y de Flunky S.A de C.V., dos empresas fachada desde donde se presumen triangulaciones de dinero poco claro a Alemania, España, Estados Unidos, Italia, Brasil, Corea del Sur, Japón, India, Singapur y Hong Kong.

También sería necesario auditar las empresas Cava (Cabeza de Vaca) y que incluyen Desarrolladora Cava, Productora Rural y Agropecuaria Regional Rey Cava, relacionadas con operaciones que involucran a la esposa y a los hermanos del gobernador panista de Tamaulipas. El rastro de esas operaciones pasa por la Ex Hacienda del Espíritu Santo, en donde la familia del gobernador tamaulipeco habría instalado un parque eólico.

Por eso decimos que el Factor Gil Zuarth será inevitable que se coloque sobre la mesa cuando se desahoguen los expedientes de Emilio Lozoya, y que desde ayer involucran tanto al ex presidente Enrique Peña Nieto como a Luis Videgaray.

Se confirmará entonces que los dineros de los gobiernos priistas sirvieron para saciar las ambiciones de panistas, quienes desde una posición en el Senado o en la gubernatura de algún estado, hicieron del cabildeo su mejor negocio.

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