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¡Que alguien me explique!

Demonios sin edén…

Los demonios del edén están de luto. Su diablo mayor, el insigne ex gobernador de Puebla, Mario Marín -mejor conocido como “El Gober Precioso”- fue detenido bajo los cargos de tortura

Por Ramón Alberto Garza

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Los demonios del edén están de luto. Su diablo mayor, el insigne ex gobernador de Puebla, Mario Marín -mejor conocido como “El Gober Precioso”- fue detenido bajo los cargos de tortura.

Lo sorprendieron en el edén llamado Acapulco y lo trasladaron al edén llamado Cancún, donde tendrá que vivir su propio infierno buscando expiar sus culpas por el secuestro y la tortura de la periodista Lydia Cacho.

La saga de esta telenovela política que mezcla poder, sexo y dinero, aderezados con acusaciones de pederastia, prostitución infantil y secuestro, se inicia con la publicación en 2004 del libro Los Demonios del Edén.

En sus páginas, la periodista Lydia Cacho narra a detalle las redes de pederastia en las que participaban políticos y empresarios, ente los que destacaba a Jean Succar Kuri, a quien se le identifica como uno de los promotores de la red de prostitución infantil entre los hombres del poder.

El escándalo político estalló, cuando Kamel Nacif le llamó a su amigo el gobernador Mario Marín, a quien le agradeció la detención de la periodista.

Lydia Cacho había sido detenida ilegalmente en Cancún, el 16 de diciembre de 2005, acusada de difamación y calumnias contra Kamel Nacif y fue trasladada al penal de Puebla.

El favor de esa ilegal detención fue ampliamente agradecido por el empresario libanés al gobernador de Puebla, en una llamada telefónica que se volvió memorable y que acabó por bautizar a Mario Marín como “El Gober Precioso”.

MARÍN.- “Quiúbole, Kamel”…

NACIF.- “Mi Gober precioso”…

MARÍN.- “Mi héroe, chingao”…

NACIF.- “No, tú eres el héroe de esta película, papá”…

MARÍN.- “Pues ya ayer le acabé de darle un pinche coscorrón a esta vieja cabrona. Le dije que aquí en Puebla se respeta la ley y no hay impunidad, y quien comete un delito se llama delincuente. Y que no se quiera hacer la víctima y no quiera estar aprovechando para hacerse publicidad. Ya le mandé un mensaje, a ver cómo nos contesta. Pero es que nos ha estado jode y jode, así que se lleve su coscorrón y que aprendan otros y otras”.

NACIF.- “Ya sé, y es que estos cabrones siguen sacando mamadas y mamadas. Pero yo hice una declaración”.

En la misma llamada se asoma, al final de la conversación, algo que en su tiempo fue interpretado como el ofrecimiento de Nacif de dos menores de edad -dos bellísimas botellas de coñac- al entonces gobernador de Puebla.

NACIF.- “Y yo para darte las gracias. Te tengo aquí una botella bellísima de un coñac, que no sé adónde te la mando”.

MARÍN.- “Pues, a Casa Puebla”.

NACIF.- “Yo te la quería dar personalmente, pero estás todo ocupado”.

MARÍN.- “Mándamela a Casa Aguayo, para echármela”.

NACIF.- “¿Te la vas a echar? Pues, entonces te voy a mandar dos, no una…”.

Las versiones difundidas entonces traducían la “bellísima botellita de coñac” como una menor de edad, un regalito que ante el beneplácito del Gober Precioso, el empresario decidió enviarle dos.

El drama de la periodista Lydia Cacho, exigiendo justicia, transcurrió durante 14 años de intensa lucha.

Pero fue recompensada cuando el 11 de abril del 2019 -ya con el presidente Andrés Manuel López Obrador en el poder- se libraron órdenes de aprehensión contra Mario Marín, Kamel Nacif y los jefes policiacos Hugo Adolfo Karam Beltrán y Juan Sánchez Moreno.

Un amparo suspendió la orden, que fue retomada el 4 de diciembre del año pasado.

Dos meses después de reactivada la búsqueda, el ex gobernador de Puebla fue detenido ayer en la casa de su hermana, en Acapulco, desde donde fue trasladado a Cancún.

Su detención abrirá una Caja de Pandora que involucrará, además de los cargos de secuestro y tortura, la apertura de expediente de encumbrados políticos -sobre todo del PRI- cuyas conversaciones con Marín y con Nacif eximen una vasta red de complicidades.

Por cierto, ¿qué tendría que decir el ex gobernador poblano, Manuel Bartlett -hoy consentido de la Cuarta Transformación- sobre los días en que “El Gober Precioso” fue su secretario de Gobierno?

Transitamos así, en unos cuantos años, de “los demonios andan sueltos” a “los demonios del edén”, sin dejar a un lado “al diablo con las instituciones”. No hay duda: el infierno está aquí, en México.

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