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¡Que alguien me explique!

¡Cuidado con los «Huertas»!

La cancelación del viaje de Enrique Peña Nieto a Washington y el incidente de la bandera izada al revés parecen eventos aislados, pero cuidado con los nuevos “Victorianos Huertas”

Por Ramón Alberto Garza

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Dos sucesos capturaron la atención de la opinión pública. Y ambos tienen relación directa con el presidente Enrique Peña Nieto.

Uno de ellos fue la cancelación del anunciado viaje del inquilino de Los Pinos a Washington, con la primera vista a la Casa Blanca programada bajo la era Trump.

De acuerdo a The Washington Post, la visita fue cancelada después de una “áspera” conversación telefónica entre Trump y Peña Nieto.

El aparente punto de conflicto fue la negativa del mandatario  norteamericano para aceptar que los mexicanos no pagaríamos el caprichoso muro que pretende levantar en la frontera.

De confirmarse, sería la segunda ocasión en que Peña Nieto cancela una reunión con el desafiante Trump.

La primera fue el 31 de enero del 2017, unos días después de la toma de posesión del presidente norteamericano, por razones similares: intransigencia norteamericana a negociar o a modificar su postura sobre asuntos bilaterales.

Bien una vez mas por el presidente Enrique Peña Nieto, quien volvió a pintarle la raya a un egocéntrico, intolerante y abusivo Trump, que desprecia todo lo que sea mexicano, incluyendo al presidente.

El otro suceso lamentable, aparentemente menor, es el hecho de que en la ceremonia de conmemoración del 197 aniversario de nuestra bandera, los cadetes del Colegio Militar responsables de izar el lábaro patrio lo hicieron con el escudo al revés.

¿Accidente? ¿Hecho aislado? Muy pocos lo creen. El año pasado sucedió otro descuido y tras la misma ceremonia se debió bajar la bandera porque su tela acabó rasgada.

Y existe documentación de que sucesos similares ya ocurrieron meses atrás al menos en ceremonias oficiales, como en Aguascalientes y Colima.

Lo que se asoma en estos “errores” es que reconociendo que los militares son estrictos y disciplinados en sus protocolos, lejos de ser descuidos podrían ser signos que asomen intranquilidad dentro de las fuerzas armadas.

Tan pronto se viralizó la fotografía de la bandera con el escudo al revés, no faltaron quienes relacionaron “el error” con el hecho de que algunas facciones militares podrían estar inconformes con su comandante en jefe.

Apenas el viernes advertíamos aquí mismo del singular mensaje del Almirante Vidal Soberón –el militar más respetado en nuestro país- quien en una inusual declaración de apoyo a la democracia advirtió que las Fuerzas Armadas estaban listas para un cambio de régimen.

El secretario de la Marina Armada de México dijo que “sea quien sea el presidente, ahí estaremos apoyando la figura presidencial”. ¿Algo ve el Almirante que otros no ven?

Ojalá que todos estos sucesos sean aislados, espontáneos, casuales e inconexos. Sería lamentable que alguien, bajo las actuales circunstancias del río revuelto, intentara propiciar una mayor intranquilidad en el actual gobierno.

Sobre todo cuando muy particulares intereses, preocupados por lo que intuyen sería un desenlace de quiebre en la próxima elección presidencial, estén dispuestos a patrocinar actos disruptivos que modifiquen el rumbo elegido por la nación.

Suficiente conflicto es el de lidiar con un Donald Trump anti-mexicano, buscando cancelar un Tratado de Libre Comercio y blindar con un muro la zona fronteriza, como para abrir más serios y amenazantes frentes de choque dentro de nuestro país.

Ya en los albores del siglo pasado el traidor Victoriano Huerta trastocó con un magnicidio la ruta de la incipiente democracia impulsada por Francisco I. Madero. Cuidado con los nuevos Huertas, que estén dispuestos a todo y a pactar con todos, antes que aceptar lo que para ellos sería política y económicamente una fatalidad.

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