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¿Ejército de quién?

Los dos videos que circularon este fin de semana, y que fueron atribuidos al Cártel Jalisco Nueva Generación, sacudieron a la opinión pública. Pero sobre todo encendieron las alarmas en los servicios de inteligencia nacionales y extranjeros.

Por Ramón Alberto Garza

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Un ejército alterno, amenazante y desafiante del Ejército Mexicano.

Un despliegue a cielo abierto, con vehículos elite blindados y mas de un centenar de presuntos sicarios con uniformes creados con escudos bordados para sus milicias.

Los dos videos que circularon este fin de semana, y que fueron atribuidos al Cártel Jalisco Nueva Generación, sacudieron a la opinión pública. Pero sobre todo encendieron las alarmas en los servicios de inteligencia nacionales y extranjeros.

Lo que vimos fue en el despliegue de un batallón en el sentido mas estricto de la palabra, con logística, autos blindados que exigen soporte, inteligencia, comunicaciones y propaganda.

¿De verdad Nemesio Oceguera, alias “El Mencho”, es tan ingenuo como para salir a exhibir su fuerza, con unidades nuevecitas, último modelo, con escudos estampados en sus puertas blindadas y con decenas de hombres a su servicio, con armas especiales de sofisticados calibres?

Ese show mediático, montado para ser viralizado en las benditas redes sociales, deja mucho a la imaginación si de verdad los que ahí aparecen son los escuadrones del Cártel Jalisco Nueva Generación.

“El Mencho” no puede ser tan suicida como para salir a desafiar abiertamente a las Fuerzas Armadas de México y al gobierno de la Cuarta Transformación, mostrando una organización militarizada del nivel –o incluso mas sofisticada- que el mismo Ejército mexicano.

Hacer eso implica declararle la guerra abierta no a José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”, sino al Estado mexicano y al gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Porque la sola aparición de ese presunto ejército obligaría de oficio a que las Secretarías de la Defensa y de Marina desplegaran de inmediato sus mejores recursos para aplastar cualquier intentona para sobreponerse o usurpar las funciones exclusivas de las fuerzas armadas.

Cuestión de recordar que en nuestras leyes se establece que el monopolio del uso de la fuerza le corresponde al Estado.

La muestra en los videos de un ejército paralelo, ajeno al Gobierno, es suficiente para que se le busque y se le combata o por lo menos se le desmantele.

¿Por qué en un arranque de fanfarronería buscaría “El Mencho” exhibir a lo que se da en llamar su Grupo Élite, dejando en tan pública evidencia que ya está convertido en un nuevo Estado dentro del Estado legal? Absurdo.

Por eso vale la pena cuestionar quien y con qué intención salió a difundir en redes sociales este montaje intimidador, digno de un set hollywoodense.

Porque los actores todos, los que se presentan como presuntos hombres de “El Mencho”, no son los típicos sicarios mexicanos que conocemos, de baja estatura y con cuerpos nada atléticos.

Los que aparecen en los videos son todos uniformados a la usanza militar, en perfecta condición física. No se ve barriga alguna de sicarios improvisados.

Si el gobierno de la Cuarta Transformación buscara saber quiénes de verdad son esos personajes del video, bastaría que investigara dónde fueron comprados los vehículos blindados.

Esas unidades no se venden en agencias de autos. En México no existen mas de tres o cuatro fabricantes de modelos así. El Ejército lo sabe.

Lo que se asoma en los dos videos es una intentona –real o fabricada- de propiciar una guerra final entre los cárteles de Jalisco Nueva Generación y el Santa Rosa de Lima.

Y que la detonación de esa guerra obligue a una avanzada contundente de las fuerzas federales sobre Guanajuato primero y sobre otras entidades después.

Incluso no es descartable que si aquello que vimos en los videos sea un montaje, pudiera ser endosable a adversarios políticos al actual régimen.

Su intención sería buscar, por medio de la provocación, el dejar en evidencia que ya existen otras fuerzas armadas que se aprovecharon de la política de “abrazos, no balazos”, para acabar por dominar extensos territorios. Exhibir la debilidad del gobierno de la Cuarta Transformación.

Incluso no es descartable que los dos controvertidos videos sean una respuesta inmediata al anuncio de que el Ejército y la Marina se harán cargo de puertos y aduanas. Si se opera con eficacia, ese si es un golpe mortal a los cárteles.

Veremos hoy la reacción oficial. El presidente Andrés Manuel López Obrador está obligado a fijar en La Mañanera su posición a quien reta su autoridad y la de su gobierno.

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