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5 de junio 2019

Deportes

Un clásico eterno

Rafael Nadal y Roger Federer son un clásico inoxidable. Los dos grandes del deporte blanco tienen 15 años de poderosa rivalidad. Este viernes se miden en la arcilla de París en el que será su partido 39... y quizá el último

Por Carolina Hernández

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La primera vez que se enfrentaron, Facebook era un proyecto universitario, Barbie acababa de romper con Ken y el Tri de Lavolpe estaba a unos meses ganarle a la Argentina de Marcelo Bielsa en la Copa América.

Era el Master 1000 de Miami. Rafael Nadal tenía 17 años y era un chamaco de pelo largo desconocido para casi todos.

Roger Federer ya era el número 1 del mundo y acaba de ganar dos grandes: Wimbledon 2003 y el Abierto de Australia 2004.

El español venció al suizo en la tercera ronda. En dos sets. 6/3, 6/3.

Después de ganar, Nadal lanzó una frase profética:

“Apunten mi nombre, que van a tener que escribirlo muchas veces”.

El de este viernes en Roland Garros será su enfrentamiento 39

Federer es ahora el número 3 en el ranking de la ATP y Nadal ha caído al 28.

El reloj suizo tenía desde el 2016 sin jugar sobre el polvo de ladrillo parisino, pero cuando venció a Wawrinka dijo algo que define fielmente una de las rivalidades más poderosas en la historia del tenis

“Si he vuelto a jugar en tierra es para volver a jugar con Rafa”.

Pero Nadal conoce a su enemigo, porque es su amigo también.

Y no se confía mucho de esa declaración.

«No creo que sea verdad (…) Está aquí porque aspira a todo»

Federer no la tendrá fácil. La arcilla de París es territorio del balear

De hecho Federer ha sido derrotado en los cinco enfrentamientos en esa superficie.

“Estoy muy contento de enfrentarme (…) Rafa.

Pero ha ganado las últimas seis batallas en las que se cruzaron. La más reciente fue Shanghai 2017

Si Federer gana podrá ir a la Final y conseguir el único trofeo que se le ha negado. ESTO LO QUITAMOS

La cita está hecha. Y qué bueno, porque el tenis se merece otro Nadal-Federer pues nunca se sabe cuándo puede ser el último… y este puede ser el último.

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