¡Serena, Morena!

La primera crisis política en las campañas para gobernador por Nuevo León se dio en Morena, con un golpe de timón en las estrategias para impulsar a su candidata Clara Luz Flores.

Claramente, la ex alcaldesa de Escobedo, quien goza de las mayores simpatías entre el electorado, le dio ayer un giro radical a su mercadotecnia política y se fue a la ofensiva contra sus dos rivales priistas: Adrián de la Garza y Francisco Cienfuegos.

Y lo que comenzó como una campaña abierta, incluyente, propositiva, con consejeros de primera línea y un war room repleto de generales, entró en el terreno de las denuncias y las acusaciones.

“Adrián, las cosas como son. ¿Ya se te olvidó lo de Mina? ¿El monumento a la corrupción de los Medina y Cienfuegos? ¿Ya se te olvidó? A ti se te olvidó, a Nuevo León, no”.

No se había enfriado el golpe mediático, cuando Clara Luz citó a rueda de prensa en donde advirtió que, de alcanzar la gubernatura, reabriría el caso de la apropiación de los terrenos de Mina presuntamente despojados a ejidatarios, para enjuiciar a Medina, De la Garza y Cienfuegos.

La respuesta del candidato a gobernador del PRI no se hizo esperar. Adrián de la Garza dijo que la abanderada de Morena está desesperada porque está cayendo en las encuestas.

Y las redes sociales se inundaron con un video de la boda de Clara Luz Flores y Abel Guerra, en la que su padrino fue el entonces gobernador Rodrigo Medina, hoy acusado y amenazado con ser llevado a la cárcel por la candidata de Morena.

Para los analistas, un golpeteo de ese nivel se esperaría a partir del primer debate o hacia las últimas cuatro semanas de la campaña. Intentar noquear al rival en el primer round, cuando apenas se está en los rounds de sombra y faltan nueve por disputarse, es anticipado.

Lo que se asoma en la nueva estrategia morenista, va más allá de encender la confrontación y avivar el fuego político.

En el nuevo video de Clara Luz se muestra un cambio en los colores de su logotipo. De ser incluyente a todos los colores de la coalición política en la que participan Morena, el Partido del Trabajo y el Partido Verde, de pronto el color dominante se volvió el púrpura o morado, el color de Morena.

Hay quienes advierten que las alertas amarillas se encendieron en el war room de Clara Luz, cuando en las últimas encuestas se vio un descenso de un punto en sus preferencias, mientras que su rival Adrián de la Garza avanzó tres.

La demanda judicial de la candidata de Morena contra el cómico Marco Polo, que parodió a Clara Luz y a su esposo Abel Guerra, dejó un sabor de censura y de intolerancia que habría cobrado su factura, aunque ligera, en las preferencias.

Y otro suceso que cuestionó la templanza de la candidata de Morena fue su enfrentamiento con dos policías que custodiaban el paso a la zona de los incendios en la Sierra de Santiago, un paraje al que sí pudo acceder su rival panista Fernando Larrazábal, gracias a la ayuda que le dio el gobierno del Estado.

Para algunos cercanos a la campaña morenista, la decisión del golpe de timón no se originó en Nuevo León, sino que vino como mandato desde la Ciudad de México.

En medio de los agrios desencuentros de las tribus de Morena existían quejas de que Clara Luz, quien siempre profesó una filiación incluyente -sin registro con el partido en el poder- se estaba acercando a priistas y panistas, alejándose de los morenistas.

Por supuesto que la de ayer no será ni la primera ni la última crisis de Morena, y de su popular candidata en Nuevo León, quien todavía puntea en las preferencias electorales. Pero la confrontación se aceleró y no hay duda de que muy pronto entrarán otros candidatos al ring.

Tampoco es la única crisis de impacto. La separación política entre los emecistas Samuel García y Luis Donaldo Colosio amenaza con acabar en divorcio.

Sobre todo, cuando se vienen conociendo coqueteos más frecuentes del candidato de Movimiento Ciudadano Monterrey con Clara Luz, quienes mutuamente se manifestarían abiertas simpatías, por encima de las que Colosio debería tener por su compañero de fórmula Samuel García.

Sea como fuere, si esto es apenas el comienzo, pueden ir apostando que, como dice un versado analista político, de esos que tienen un enorme sentido común: nada está hoy escrito en Nuevo León y den por sentado que con lo que se vivió ayer, las 10 semanas que faltan para el 6 de junio serán de una auténtica carnicería.

Por eso algunos allegados comenzaron a deslizarle a Clara Luz una frase que le viene a la candidata puntera, como anillo al dedo: ¡Serena, Morena!