PRI: ¿Back to the future?

Alguien siente que los rostros jóvenes en la política no son suficientes para seducir a las masas de electores en el 2018.

Y lo que eran apuestas de nuevas caras, discursos y propuestas, acaban estrellándose en la realidad que significa operar una campaña y sobre todo la urgencia de ganar una elección cuesta arriba.

Por eso vemos como los llamados rostros de la experiencia, los que para bien o para mal son conocidos de las masas, comienzan a reemerger buscando reforzar, aclarar o fijar rumbo.

Y como muestra ahí está el artículo editorial que hace unos días publicara Carlos Salinas de Gortari en el diario español El País.

Con una inteligencia que nadie le desdeña, y en una retórica dirigida a las élites pensantes -políticas y empresariales- el ex presidente dispara una recarga de cuestionamientos sobre el rumbo de México a partir de los resultados electorales del próximo julio.

La salida a escena de un personaje de la talla de Salinas tiene que obedecer a la urgencia de sacudir y reencausar conciencias, priistas y no-priistas, en los momentos en que la lealtad partidista es en extremo volátil.

Se cierra la pinza editorial, con la entrevista que Diego Fernández de Cevallos le concede al periodista Alvaro Delgado para la revista Proceso.

En esa entrevista, que luce mas como un intento de auto-exorcismo, el llamado Jefe Diego repasa su agitado e intenso paso como actor político de primera fila, justificando o aceptando el error en cada controvertido episodio de su larga trayectoria.

Quizás el mensaje mas evidente, menos cifrado, es en el que censura ferozmente a Andrés Manuel López Obrador y acaba ensalzando las virtudes de inteligencia, astucia y presencia mediática de Ricardo Anaya.

Pareciera que su mensaje intentara decir, “si van a buscar la alternativa al PRI, elijan al Joven Maravilla del Frente por México y no al mesías de Morena”.

Pero en el mismo espacio de tiempo entre el artículo de Salinas y el exorcismo editorial del Jefe Diego, se dan dos encuentros entre el candidato del PRI con personajes de la llamada vieja guardia.

El primero es en Hermosillo, en donde José Antonio Meade busca la foto con Manlio Fabio Beltrones, uno de los grandes padrinos políticos tricolores.

El encuentro, con tintes de espaldarazo mutuo, se da en los momentos en que en Chihuahua, el estado vecino, se libra una batalla jurídico-política que tiene ya en la cárcel a Alejandro Gutiérrez, el secretario general tricolor cuando el sonorense era el presidente nacional del PRI.

El otro encuentro, mas significativo pero al mismo tiempo mas forzado, se da en Hidalgo, en donde el ahora candidato tricolor se vuelve a sentar a la mesa para la foto con Miguel Angel Osorio Chong.

El ex secretario de Gobernación y rival de Meade en la búsqueda de la candidatura presidencial, se había desaparecido del mapa, desatando la sospecha de que sus operadores políticos ya operaban para Morena.

¿Se garantizaron en ese encuentro las posiciones necesarias y suficientes para revertir las rebeldías y infidelidades políticas?

Lo que queda en evidencia es que las estrellas en el firmamento tricolor del pasado fin de semana fueron Carlos Salinas de Gortari, Diego Fernández de Cevallos, Manlio Fabio Beltrones y Miguel Angel Osorio Chong.

Y eso no es sino una señal de que por mas que quieran escribir un nuevo guión para el nuevo PRI, es inevitable que la película lleve por título “Back to the Future” (Regreso al Futuro).