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Operación Blue

Ojalá que Operación Blue sea apenas el principio del desmantelamiento de la Conexión China con México. Nos ahorraremos muchas muertes, en ambos lados de la frontera.

Por Ramón Alberto Garza

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La Fiscalía General de la República y el gobierno de la Cuarta Transformación asestaron un golpe maestro a laboratorios productores de drogas sintéticas en México, en especial de fentanilo.

El operativo corrió bajo el código de Operación Blue y se ejecutó con el apoyo coordinado de las Secretarías de Marina, de la Defensa, de Seguridad Nacional, de la Guardia Nacional, del Centro Nacional de Inteligencia, así como de la dirección de Aduanas.

De acuerdo al informe presentado por Felipe de Jesús Gallo, coordinador de Métodos de Investigación de la Fiscalía General de la República, se lograron incautar y desmantelar laboratorios en Estado de México, Ciudad de México, Sonora y Durango.

Para que midan la dimensión del operativo, solo en los laboratorios y bodegas cateados en Valle de Chalco –en el Estado de México- fueron asegurados más de 5 toneladas -5 mil kilogramos- de precursores, sustancias químicas y maquinaria sofisticada para la producción de drogas sintéticas.

También en Sonora, en el municipio de Quiriego, se aseguró un laboratorio clandestino para elaboración de metanfetaminas y crystal, además de sustancias químicas de elevada pureza para la fabricación de otros opioides.

El decomiso sonorense incluyó 50 tambos de precursores químicos, 20 tanques de gas, que operaba una organización criminal ligada a Sinaloa. Ahí se detuvieron a Rafael H, Macario G y Felipe G.

Esas detenciones permitieron localizar tres laboratorios más en Sonora, que ya están siendo cateados por la Agencia de Investigación Criminal y la Secretaría de Marina.

En la zona centro del país, en Estado de México y en Ciudad de México, fue detenido Roberto Q, a quien se le identifica como el propietario de laboratorios clandestinos.

Con él fueron arrestados también en la alcaldía de Iztapalapa el ingeniero Salvador C, responsable de importar los precursores y manejar las fórmulas para elaborar fentanilo.

Las investigaciones dieron con la identificación de una corporación ubicada en Hong Kong, con operaciones en China, Estados Unidos y México, y presunta proveedora de los precursores químicos para fabricar la más popular y barata de las drogas sintéticas.

Los destinos de esos envíos desde China por ruta marítima incluían Anchorage, en Alaska, así como Guadalajara y Puebla, en México.

De hecho, se logró detectar que esa empresa transportaron nuevos cargamentos de precursores, esos desde Yokohama, Japón, hasta Ensenada, en Baja California, mismos que fueron decomisados.

Operación Blue es digna de ser reconocida, porque es la primera gran acción de las autoridades mexicanas para combatir frontalmente el tráfico de la más nueva y peligrosa droga.

En ese espacio, hace exactamente un año –el 22 de octubre de 2019- advertíamos que el fentanilo era la nueva pesadilla en las relaciones entre México y los Estados Unidos.

Decíamos entonces que esa droga estaba causando más de 80 mil muertes al año en la Unión Americana, más de 200 muertes diarias por sobredosis.

En ese reporte alertamos que dos miligramos de fentanilo, que es entre 50 y 100 veces más poderoso que la heroína, puede matar a cualquiera.

Y decíamos que el caso ya había sido calificado por el presidente Donald Trump como una emergencia de Salud Pública, a la que ya se le destinan más de mil millones de dólares de presupuesto del gobierno federal al año para combatirla.

Comparamos entonces que las 80 mil muertes por abuso en el consumo de fentanilo en 2018 equivalían al doble de las 40 mil muertes anuales por accidentes de tránsito y también al doble de las 38 mil muertes anuales por arma de fuego en Norteamérica..

Para poner el drama en mayor perspectiva, esa droga ya genera siete veces más muertes que los 12 mil decesos anuales por VIH en los Estados Unidos.

Y para medir el tamaño del negocio, un kilo de heroína comprada en Colombia por 6 mil dólares se vende al menudeo en 80 mil dólares.

Un kilo de fentanilo, comprado por 5 mil dólares en China o en México, se transforma en entre 16 y 24 kilos. Y cada kilo puede venderse al mayoreo en 80 mil dólares.

Al menudeo, esa inversión original de 5 mil dólares alcanza un valor de hasta 1.6 millones de dólares.

Por eso es justo reconocer la labor del Fiscal Alejandro Gertz Manero, de su hombre investigador Felipe de Jesús Gallo y de todas las instancias del gobierno de la Cuarta Transformación –seguridad y fuerzas armadas- para asestar un golpe como el de Operación Blue.

Si a los servicios de inteligencia y a la DEA les preocupaba que el gobierno mexicano no hacía lo suficiente para frenar la producción y el tráfico de fentanilo, e incluso amenazaba con declarar a los cárteles como organizaciones terroristas, la presión disminuye.

Ojalá que Operación Blue sea apenas el principio del desmantelamiento de la Conexión China con México. Nos ahorraremos muchas muertes, en ambos lados de la frontera.

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