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12 de septiembre 2019

Deportes

Nomás no entienden

Otra vez un video de una fiesta o "tardeada", el tema es que los seleccionados no pueden abstenerse de un momento de fiesta en las convocatorias

Por Carlos Ledezma

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Otra fiesta, otra polémica y otra goleada…

Los seleccionados nacionales siguen sumando argumentos para que se les critique y ellos tienen que salir una vez más a explicar lo sucedido.

Ahora fue un video donde aparecen jugadores como Miguel Layún y Guillermo Ochoa quienes estaban en un bar de Nueva York después de la victoria contra Estados Unidos.

Los futbolistas no entienden, se defienden argumentando que también tienen derecho a divertirse, es cierto; que no se desvelaron, es cierto; y que el cuerpo técnico estaba enterado, lo cual también es cierto.

Layún subió un video a sus redes sociales donde explicaba las cosas para que no se sacaran de contexto y no «ardiera troya» con este nuevo festejo, sobre todo porque el ambiente no es el ideal después de la goleada de 4-0 contra Argentina y donde el rendimiento de varios jugadores es cuestionado.

Pero mientras los jugadores dan explicaciones, no terminan de entender que su profesión los pone y los pondrá siempre en el ojo del huracán, son ejemplo y así como se les aplaude y en ocasiones se les eleva a calidad de ídolos, también se les va a criticar por situaciones como esta en la que puede ser que no hayan roto ningún reglamento interno, pero simplemente no faltarán voces críticas.


Ahora los aficionados y las redes sociales se encargan de juzgarlos y sentenciarlos, que si son infieles, que traían las «piernas flojas» contra Argentina, que si Ochoa es el culpable de las goleadas sufridas en meses recientes.

Quedará la duda si estas duras críticas que ahora vuelven a recibir los seleccionados nacionales hubieran sido igual si ante Argentina se hubiera conseguido un resultado positivo, pero ellos mismos son quienes pueden evitarlas, ya sea respondiendo en la cancha… o aguantándose un poco las ganas de irse de fiesta durante una concentración.

Por lo pronto se vivió otra fiesta, otra polémica y otra goleada…

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