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15 de octubre 2025

5 de agosto 2021

¡Que alguien me explique!

México busca pleito con EU

De acuerdo a la ficha técnica del litigio, el gobierno de México exige a las empresas fabricantes que monitoreen el destino de las armas que venden y que en su caso sancionen a los distribuidores involucrados en el tráfico ilícito

Por Ramón Alberto Garza

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Se imaginan al gobierno de Joe Biden interponiendo una demanda contra el gobierno de México, por las vidas de 90 mil norteamericanos que morirán este año a causa del fentanilo que se contrabandea desde nuestro país.

¿En cuánto se cotiza la vida de cada norteamericano que sucumbió a su adicción por las drogas y que encontró una muerte segura en el opioide de elaboración mexicana, con precursores chinos? ¿En un millón de dólares cada vida? ¿Noventa mil millones de dólares por el total de la demanda? Sería absurdo, no lo creen.

Pues tan absurdo como el expediente que ayer miércoles abrió el gobierno mexicano, al interponer una demanda a los fabricantes de armas de los Estados Unidos, acusándolos de negligencia por permitir que lo que fabrican ingrese ilegalmente a territorio mexicano provocando miles de muertes.

El litigio pretende buscar una compensación de 10 mil millones de dólares de los fabricantes de armas Smith & Wesson, Barrett Firearms, Colt’s Manufacturing Company, Glock Inc., Sturm, Ruger & Company Inc., entre otras.

El “mexicanos al grito de guerra” contra los norteamericanos lo dio el propio canciller Marcelo Ebrard, quien anunció la demanda.

“Si no hacemos una demanda de esta naturaleza y si no la ganamos, no van a entender. Van a seguir haciendo lo mismo y vamos a seguir teniendo muertos todos los días en nuestro país. El presidente de la República nos ha dado la autorización para emprender este paso consciente, que no tiene precedente, que el gobierno de México participe en un litigio de esa naturaleza”.

De acuerdo a la ficha técnica del litigio, el gobierno mexicano exige a las empresas fabricantes que monitoreen el destino de las armas que venden y que en su caso sancionen a los distribuidores involucrados en el tráfico ilícito.

La demanda también exige a los fabricantes de armas que financien programas para prevenir el tráfico ilegal y que detengan el tráfico negligente.

La demanda mexicana es, por el lado que se le vea, una completa estupidez.

Primero, porque esas armas norteamericanas que son internadas a territorio mexicano pasan por la frontera y esa frontera tiene aduanas. De uno y otro lado.

Y si las aduanas norteamericanas las dejan pasar, las del lado mexicano tendrían la obligación de detener ese contrabando, que vienen a servir al crimen organizado en México.

Segundo, porque para que exista una oferta de armas de esa magnitud tiene que existir del lado mexicano una demanda impune de los cárteles, que tienen la urgencia de contar con el mejor equipo.

La propuesta es tan absurda como pretender que la responsabilidad del tráfico de drogas -incluyendo el fentanilo- se le endose solo a México, que es el que las produce, cuando ese tráfico de drogas pasa también por aduanas y quienes las demandan son consumidores norteamericanos.

Para colmo, el senador Ricardo Monreal se sube al pleito, afirmando que no solo se busca la reparación del daño, sino detener la ola de violencia en México.

Perdón, pero la ola de violencia en México no se detendrá hasta que el presidente Andrés Manuel López Obrador decida asumir su responsabilidad y enfrentar en serio a los cárteles de la droga.

Dejar a un lado el “Abrazos, No Balazos” para cumplir con lo que le demanda la Ley, que es perseguir, capturar y procesar a quienes hacen del tráfico de drogas y de la muerte su mejor negocio.

Pero ya nada sorprende en la relación entre nuestro país y los Estados Unidos. El deterioro se da por días, con temas tan controversiales como las exigencias para desaparecer a la OEA, las defensas a Cuba y a Venezuela, las violaciones comerciales al T-MEC y los cambios de reglas sobre las inversiones energéticas, entre otras.

Con la postura emanada ayer desde la Cancillería para abrir fuego contra los fabricantes de armas -uno de los gremios más poderosos de la Unión Americana- el nivel de belicosidad en las relaciones entre ambas naciones se eleva, mientras que la diplomacia va al sepulcro.

Ya veremos la reacción que se dará a esta demanda, en la antesala de que los Estados Unidos declaren a los cárteles mexicanos como grupos terroristas, lo que les daría “luz verde” para ocupar puertos y aduanas por razones de seguridad nacional.

Por más que en el discurso se diga que las relaciones entre México y Estados Unidos pasan por un buen momento, la realidad es que son cada vez más frecuentes los quiebres que nos están instalando en el punto del no retorno. ¡Cuidado con provocar de más!

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