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¡Que alguien me explique!

Meade, Sedesol y Google

José Antonio Meade, el candidato no priísta del PRI, dijo en su arranque de campaña que será implacable en el combate a la corrupción. Paradójicamente, esta promesa llega en un momento en el que, simultáneamente, l

Por Ramón Alberto Garza

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Ignoramos quiénes sean los estrategas del no-priista José Antonio Meade, peromuy flaco favor le hicieron en el arranque oficial de su campaña presidencial.

Dos hechos nada buenos marcaron el inicio de su lucha por remontar ese tercer lugar en el que todavía aparece en la mayoría de las encuestas.

El primero fue su discurso de los siete compromisos con la nación. Un serie de enunciados de buena fe, como el de que la prioridad será la mujer o que ningún niño nacerá en la pobreza extrema. ¿Y los cómos? ¿Y los con qué?

Pero al abordar el tema de la corrupción –que no se incluye entre los siete compromisos- Meade dijo que será implacable para combatirla. Y prometió recuperar inmediatamente lo robado y regresarlo a la sociedad.

Un digno enunciado que él puede suscribir, pero no el gobierno emanado de su no-partido que lo postula. Y bastaron unas horas para que ese discurso anti-corrupción se evaporara.

No se enfriaba la euforia del arranque de la campaña, cuando nos enteramos que la Secretaría de la Función Pública le dio carpetazo a los 69 expedientes en los que se investigaban los desvíos de la llamada Estafa Maestra.

Nada encontraron sobre los más de 2 mil millones de pesos presuntamente desviados a dependencias fachada para operar el desvío de los dineros públicos en la gestión de Rosario Robles.

¿Cómo creerle al candidato no-priista del PRI sobre sus buenas intenciones anti-corrupción cuando el mismo gobierno emanado del partido que lo postula se encarga de recordarle que eso es imposible, que no cuenten con él?

El discurso de buena voluntad del candidato no-priista se esfuma. Y lejos de tener el efecto deseado, funciona como boomerang, en su contra.

Pero para cerrar el primer día de campaña, se revela que Google, conglomerado dominante en la búsqueda de información en redes sociales, opera una singular campaña en favor de Meade.

Y cada ocasión en la que alguien busca información de Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya o Margarita Zavala, el primer mensaje que aparece es el de “¿Buscando a Andrés Manuel?/Avanzar Contigo, Unidos/meade18.com”.

Está claro que el comité de campaña del candidato no-priista está desembolsando serias cantidades de dinero para “comprar” que el nombre de Meade aparezca al frente de la búsqueda de cualquiera de sus rivales.

El fondo del cuestionamiento es si ese ejercicio de búsqueda a través de Google es legítimo en campañas políticas.

Que a cambio de pauta publicitaria, se le endose a cualquier ciudadano el comercial o spot de un candidato rival. Sea el que sea.

¿Que dice el petrificado Instituto Nacional Electoral al respecto?¿Investigará? ¿Dictaminará? ¿Sancionará? ¿0 será la versión 2.0 de la Secretaría de la Función Pública dándole carpetazo a los 69 expedientes de la Sedesol?

Quizá la mejor muestra de la falta de voluntad del árbitro electoral para responder a esas denuncias está en el caso de Jaime “El Bronco” Rodríguez y los 17 millones de pesos, presuntamente “lavados” a través de aportadores fantasmas y denunciados por Código Magenta.

A pesar de presentar las evidencias contundentes y de advertir que se dispone toda la documentación de esas presuntas maquinaciones, el INE se hace de la vista gorda y se niega a investigar de oficio.

Meade tiene que cuidar mejor el patrimonio personal que tiene para crecer ante el electorado. Pero sobre todo vigilar mas de cerca a sus estrategas, para que no lo manden al precipicio de la incongruencia. Se le puede revertir.

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