El mal consejero de Corral

No hay duda de que Javier Corral decidió emprender una auténtica cruzada contra la corrupción. Y destapó lo que es un presunto desvío multimillonario de 250 millones de pesos de las arcas de Chihuahua a las campañas del PRI en 2016.

En un México cansado de gobiernos corruptos, partidos corruptos, funcionarios corruptos, la denuncia del gobernador chihuahuense despertó la simpatía unánime.

Sobre todo cuando refirió que los poderosos blancos de las denuncias son Manlio Fabio Beltrones, en su calidad de ex presidente nacional del PRI, y Luis Videgaray, ex secretario de Hacienda.

Dice Corral que entre ellos, y con el empresario, legislador Alejandro Gutiérrez se habría consumado el saqueo pactado con el gobierno de su antecesor César Duarte, de la mano con la secretaría de Hacienda peñista.

Pero mas allá de las buenas intenciones y de los aplausos, que se cosechan porque todos ansiamos ponerle fin a la rampante corrupción, hay que evaluar los hechos y los procedimientos para evitar que existan frustraciones o trasfondos.

Y en el caso del PRI-Hacienda- Chihuahua, las dudas que se abren sobre ese proceso tan mal llevado tienen nombre, apellido y cargo: Maclovio Murillo Chávez, consejero jurídico del gobierno Chihuahua.

El integrador del expediente contra el PRI y Hacienda fue un controvertido juez federal en Iguala, Guerrero, enclave de la heroína, sede de Ayotzinapa.

Tanto que en 1999 Maclovio Murillo gestó un escandaloso proceso penal contra dos activistas, Rodolfo Montiel Flores y Teodoro Cabrera.

Los campesinos fueron detenidos por militares durante cinco días, encarcelados, torturados y obligados a confesar portación ilegal de armas, siembra de marihuana y vínculos con grupos armados.

Como juez quinto de Distrito, Maclovio Murillo los condenó hasta diez años de prisión, en un abuso tan flagrante por la violación al debido proceso, que México acabó condenado por ese caso en la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Tan escandaloso fue el caso, que en octubre del 2005 el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó la destitución del ahora consejero jurídico de Corral, quien un año antes ya había sido separado de su cargo por el Consejo de la Judicatura Federal.

Despachando mas tarde como litigante, Maclovio Murillo fue el abogado defensor de los tres jueces que en Chihuahua liberaron a Sergio Rafael Barraza, el asesino confeso de Rubí Marisol Frayre.

Por esa mala práctica, el Tribunal de Justicia de Chihuahua suspendió a los tres jueces que liberaron al inculpado, solo para que el 16 de diciembre del 2010 la madre de Rubí, quien clamaba justicia, fuera asesinada en las afueras del Palacio de Gobierno de Chihuahua.

Y quizás si investiga un poco, Corral encontrará que su consejero jurídico tiene en su haber la defensa de prominentes narcotraficantes y jefes de cárteles. Pero ese es un tema tan delicado, que merece otro análisis.

Lo que intentamos decir es que quien le finca los expedientes al bien intencionado gobernador de Chihuahua, es un personaje oscuro, con pésimos antecedentes y al servicio de intereses que no son precisamente los que busca defender Corral.

Y en el caso PRI-Hacienda- Chihuahua, la ignorancia o complicidad de Maclovio Murillo se transpira, cuando violentando todo proceso acude con policías estatales de Chihuahua para arrestar al empresario y legislador Alejandro Gutiérrez. Eso se tipifica como secuestro.

Por eso alertamos al gobernador Corral. No vaya a ser que su justa cruzada acabe con un proceso viciado, cuyos intereses no sean los del gobernador, sino de quienes buscan venganzas políticas porque los dejaron fuera del juego sucesorio 2018.