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21 de noviembre 2024

10 de mayo 2024

Opinión

#LosTaconesDeMarcela | Sí hay más violencia y nace en Palacio

Los Tacones De Marcela

Esta violencia desmedida que hoy hunde a nuestro México en una ola de “divide y vencerás” y de “abrazos, no balazos” es en gran parte, porque lo hemos permitido… y se genera cada mañana en Palacio Nacional

Por Marcela Garza Barba

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Por más que quiera dejar de escribir sobre el presidente Andrés Manuel López Obrador, no puedo.

Me siento comprometida con mi país, con las futuras generaciones.

A todos aquellos que ya no quieren hablar de política porque ya fue mucho, que están asqueados de tanta guerra sucia electoral y campañas sin sentido, los invito a reflexionar.

Esta violencia desmedida que hoy hunde a nuestro México en una ola de “divide y vencerás” y de “abrazos, no balazos” es en gran parte, porque lo hemos permitido.

Cada mañana somos espectadores de la violencia que se desata desde el poder, desde el palacio de gobierno.

Una violencia verbal que luego corre por las venas de las calles que transitamos y de las redes sociales que consumimos.  

¿Cómo se atreve, el presidente, a decir que no hay violencia cuando él es el primero que violenta con su palabra desde hace seis años en cada mañanera?

Hoy estamos pagando las consecuencias de su polarización basada en el “divide y vencerás” y su pax narca de “abrazos, no balazos”.

Ya se había tardado el Tribunal en poner orden a las mañaneras del presidente.

Si no estás con AMLO te sumas a la lista de violencia pública mañanera.

Esto incluye exposición de videos a modo de burla, como aquél de Gilberto Lozano, de FRENAA; publicación de cuentas bancarias con el fin de dizque “transparentar”, como las del periodista Carlos Loret de Mola; guerra campal de supuestos adeudos en impuestos contra empresarios como Ricardo Salinas Pliego y, por si fuera poco, historias personales detalladas a modo, las más recientes, la del obispo de Chilpancingo, Salvador Rangel y la de Maria Amparo Casar de Mexicanos Contra la Corrupción.

A esta violencia desmedida y desatada desde el púlpito mañanero, desde Palacio Nacional, hay que sumarle las veces que el presidente ha jugado con los derechos humanos.

Ahí está una madre buscadora, como Ceci Flores, estigmatizada públicamente por el juez López Obrador. 

Porque la realidad es que las mañaneras son juicios a modo, ensalzados con el poder del Estado.

Y qué hay de las veces que ha atacado efusiva y continuamente a la Suprema Corte y a la ministra Norma Piña.

Hasta una quema de piñata, caminata con féretros y pintas en contra de la ministra, fuera de la Suprema Corte, reflejaron lo que la ciudadanía vio en la mañanera.

¿Pisoteando la constitución a todas luces?

Eso, aunado a la crítica constante a los mediadores que luchan por la paz y los derechos humanos.

Como el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.

Las Naciones Unidas.

Amnistía Internacional.

No por nada, Estados Unidos reprueba al presidente, en un reporte sobre esta materia.

Y qué de los países que no los considera “amigos”, como un Ecuador, por ejemplo.

Divide y vencerás.

Liderazgo ejemplar, ¿no?

Y más cuando también divide al pueblo “bueno y sabio” en fifís y no fifís, y denigra a ambos con el poder de su palabra.

El presidente tira a matar desde el púlpito mañanero.

Su divide y vencerás y sus abrazos y no balazos son el arma letal de este sexenio.

La herencia que nos deja AMLO en violencia es imperdonable.

Más de 186 mil personas asesinadas bajo su mandato.

Hoy somos el sexto país más violento del mundo, el primero en Latinoamérica según un informe del IISS de Londres.

Somos tierra de nadie, en donde unas vacaciones se convierten en tu último viaje.

Ahí está el caso más reciente de los hermanos australianos Jake y Callum, y su amigo estadounidense Jack, quienes presumían en redes sociales que harían “el viaje de su vida”, refiriéndose a su viaje de surf en Ensenada, Baja California, para terminar asesinados por un hombre apodado “El Kekas”, quien presuntamente quería las llantas del vehículo en el que viajaban.

Hoy, la madre de los hermanos, llora en el mar que los vio surfear por última vez.

¿Ésa es la moneda de cambio en México? ¿Una llanta por una vida?

Antes de encontrar a los hermanos de Perth, Australia junto a su colega estadounidense, en un pozo de agua ya sin vida, habían sido parte de la alarmante lista de 100 mil desaparecidos en nuestro país.

Literalmente, cruzaron la frontera para desaparecer.

Los hermanos estuvieron sólo un día con vida en México hasta que los encontraron ocho días después y de pasada encontraron otro cuerpo que, si no hubieran realizado la búsqueda de los hermanos, probablemente nunca hubieran hallado.

Con razón, el gobierno maneja una cifra de 20 mil desaparecidos.

Los desaparece de la lista con alevosía y ventaja, o simplemente, no los quieren encontrar.

¡La impunidad también es violencia!

Pero el presidente, aun así, dice que no hay violencia, hay más homicidios.

Inaudito.

Mientras lo dice, encuentran nueve cuerpos en las calles de Fresnillo, Zacatecas.

De cualquier lado que se vea.

La violencia nace desde Palacio Nacional.

Con los dimes y diretes hacia las enemistades del presidente.

Con la falta de estrategia en materia de seguridad y el “no hay más violencia, hay más homicidios”.

La negligencia mata.

Aparte, esta violencia desatada desde las mañaneras nos cuesta.

Según El Economista, las mañaneras de AMLO han costado por lo menos 30 millones de pesos en tres años de ejercicio.

Hay que sumarle otros tres.

60 millones de pesos para ser juez y parte más violentador nacional.

Está equivocado, señor presidente, hay más violencia y más homicidios porque usted polariza, estigmatiza e incita al odio desde su púlpito mañanero y eso resuena por todo el país.

Esperemos que la nueva orden del Tribunal de publicar sus mañaneras, sólo 24 horas, sea para resarcir el daño que le ha creado a este sistema democrático que aún desea vivir.

Y que la libertad de expresión y los contrapesos resuenen para que haya líderes que realmente valgan la pena.

Porque nos urge terminar con lo que empezó violentamente a matar este hermoso país que es México.

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