6 de septiembre 2024
Opinión
#LosTaconesDeMarcela | Big Brother te está mirando
Los Tacones De Marcela
Se dice que el Big Brother mueve los hilos para que se resuelva todo a favor del poder del Estado. Una barbarie a la democracia, no el 4 de abril de 1984 como en el libro de Orwell, sino el 4 de septiembre de 2024, en la época moderna en México
Por Marcela Garza Barba
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“Aquello había pasado de los pensamientos a las palabras y ahora de las palabras a la acción.
En una letra pequeña e inhábil escribió ‘4 de abril de 1984’. Se echó hacia atrás en la silla. Estaba absolutamente desconcertado”.
Seguiré con la analogía de la novela de George Orwell, ‘1984’, ahora con Big Brother y la Reforma Judicial.
Porque hoy, los mexicanos escribimos con letra pequeña y lapidaria: 4 de septiembre de 2024, día en que los diputados aprobaron -en lo general y en lo particular- la reforma al Poder Judicial; ahora va al Senado.
Esperemos exista ese contrapeso deseado y no algo por las líneas como dijo Orwell, “será una especie de himno a la sabiduría y majestad del Big Brother o Gran Hermano, pero más aún, constituye un procedimiento de autohipnosis, un modo deliberado de ahogar la conciencia, mediante un ruido rítmico”.
En México sería algo como los adoctrinados y cómplices al unísono “es un honor estar con Obrador”.
Las cosas huelen mal cuando se hacen rápido.
En lo oscurito.
En un lugar no apropiado.
Cuando se arrebata el micrófono para poner un supuesto orden maquillado, cuando detrás de ese orden hay complicidades, dádivas e intercambio de favores.
No por nada, el chapulineo de los senadores electos del PRD, Araceli Saucedo Reyes y José Sabino Herrera, hacia la bancada de Morena.
Las cosas huelen mal cuando se atiende al llamado de alguien que antes ostentaba estar en contra de lo que hacía y decía AMLO, o en su defecto el Big Brother, el que como decía Orwell está en constante vigilancia para asegurar la ideología pura de sus inferiores, en el caso de México en tiempos cuatroteístas, los Siervos de la Nación (llámese a estos feligreses de la 4T o nuevos adeptos como estos últimos dos mencionados).
Irónicamente, Ricardo Monreal, hoy es uno de lo siervos de la nación más fieles y etratégicos para este Big Brother que va reduciendo la libertad del ciudadano, mientras que incrementa el poder del Estado.
Pero recordemos, por qué en este juego de policía del pensamiento ‘orwelliano’ vale la pena recordar, si no, te pierdes o como dice Orwell “te aplastan hasta tal punto que no podrás recobrar tu antigua figura. Nunca más serás capaz de sentir curiosidad por algo, de tener valor, de ser un hombre íntegro. Estarás hueco. Porque te vaciarán y te rellenarán de ellos”.
Hasta hace unos ayeres, Monreal era uno de los más fervientes opositores del aún presidente Andrés Manuel López Obrador.
El pobre resultado de las elecciones federales de 2021, en la Ciudad de México, cuando Morena perdió nueve alcaldías, AMLO y Claudia Sheinbaum, se lo adjudicaron a Monreal.
Y de ahí, los juegos del hambre entre AMLO y Monreal, en el que un par de veces se le dio la espalda por no seguir con la ideología cuatroteísta.
Tan tronada estaba su relación con el mandatario que se abstuvo de votar la iniciativa que quería cambiar la Guardia Nacional a un tentáculo de la Sedena, cuando militarizar al país siempre ha sido una de las banderas principales del gobierno amloísta.
Pero el Big Brother jamás se rinde.
Y aquellos que intentan salirse de la caja de adoctrinamiento, pronto vuelven a caer.
Y los que no están, pronto caen.
Con amenazas.
Con chantajes.
Con propaganda.
Ricardo Monreal volvió.
O tal vez, nunca se fue.
Porque ahora resulta que es el lobista número uno con respecto a la Reforma del Poder Judicial.
¡Vaya doble moral!
Que en pleno 2024 se utilice la propaganda y el discurso para lograr los intereses de un solo partido, de Morena.
Se hizo y deshizo todo para que Morena y sus aliados aprobaran la ley que someterá a voto popular la elección de jueces en nuestro país.
Se sesionó en una sede alterna a la cámara baja.
Hubo banquete, aplausos y no podían fallar los cánticos de “es un honor estar con Obrador”.
Como si de una secta se tratara.
Me pregunto.
Los diputados que asistieron, ¿sabrán las consecuencias de lo votado?
¿O sólo les importa tomar la foto y embriagarse un poco de ese tufo de poder ficticio que circula por la bancada morenista?
Ahora, a esperar a que la reforma sea ratificada por el Senado.
Un Senado que tampoco pinta para tener mucho contrapeso que digamos.
Se dice que el Big Brother mueve los hilos para que se resuelva todo a favor del poder del Estado.
Una barbarie a la democracia, no el 4 de abril de 1984 como en el libro de Orwell, sino el 4 de septiembre de 2024, en la época moderna en México.
Una barbarie a la democracia, porque lejos de escuchar los llamados de la sociedad en las calles, a la resistencia de los estudiantes, de los jueces, de los magistrados, de la Suprema Corte y de los ciudadanos, se les cierra la puerta.
Si fueran personajes del libro de Orwell serían catalogados como ‘la prole’.
Aquellos que no se dan cuenta de la opresión del gobierno por estar ensimismados en el televisor.
Pero en este caso se equivocaron, porque nada más lejos que el estar adormilados (no todos los jóvenes se la pasan viendo la Casa de los Famosos), el despertar ha llegado para quedarse.
La resistencia seguirá, aunque no sean bienvenidos al diálogo.
Al final de cuentas, Andrés Manuel López Obrador, el Big Brother, siempre está mirando y está en constante vigilancia para asegurar que la ideología cuatroteista permanezca, no sólo en los miembros de Morena, sino que corra por las venas de cada mexicano.
Después de todo, la Reforma al Poder Judicial y el voto popular, lo venía cantando cuando entre el 1 de diciembre de 2018 y el 20 de diciembre de 2019 se publicaron los siete decretos de reforma a la Constitución, en el Diario Oficial de la Federación.
AMLO no cerrará su sexenio sin que “la mentira pase a la historia y se convierta en realidad”.
Aunque ponga en riesgo la economía y la hermandad con el país vecino.
Todo por la permanencia en el poder.
Esperemos que no haya una traición en el Senado y que ese contrapeso tan necesario detenga el principio del fin de la democracia en México.
Y que no pongan en la lápida esta frase orwelliana “bajo el nogal de las ramas extendidas yo te vendí y tú me vendiste”.
Porque México vale mucho más que eso.