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3 de noviembre 2024

10 de junio 2024

Economía

Los mercados como contrapeso del gobierno de Sheinbaum

El próximo gobierno se enfrenta a una pléyade de riesgos que no estaban presentes en el 2018: desaceleración económica, el déficit fiscal más alto en tres décadas, tasas de interés en niveles altos, incertidumbre política y las amenazas arancelarias de Donald Trump

Por Redacción Magenta

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La diferencia fundamental entre Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum reside en la herencia macroeconómica. El actual presidente recibió un gobierno con espacio fiscal, certidumbre política para los mercados, un grado de inversión garantizado de la deuda soberana y en la antesala de un ciclo de recortes a la tasa de interés de referencia del Banco de México. Ahora, la situación no podría ser más distinta.

El gobierno de Claudia Sheinbaum se enfrenta a una pléyade de riesgos que no estaban presentes en el 2018: una promesa de desaceleración económica para reducir el déficit fiscal de 5.9 por ciento a 3 por ciento del PIB, un escenario de “altas” tasas de interés, incertidumbre sobre la sostenibilidad de la calificación crediticia y la posibilidad de una escalada de aranceles en caso de que Donald Trump gane la Presidencia de Estados Unidos.

El riesgo más evidente es el de la seguridad jurídica, patente en la reacción negativa del mercado a la posibilidad de que Morena y sus aliados estén a tres escaños de obtener la mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso.

En la jornada del lunes, el tipo de cambio rebasó la barrera psicológica de los 18.50 pesos por dólar, para después retraerse a una cotización de 18.33 unidades. El consenso de analistas considera que el Banco de México ha intervenido con agresivas operaciones de mercado abierto para detener la depreciación del peso frente al dólar. La moneda mexicana ha perdido más del 8 por ciento de su valor desde que se dio a conocer el conteo rápido de la elección presidencial la madrugada del lunes 3 de junio. Por mucho, el peso es la divisa que ha registrado la mayor caída en este periodo.

El tipo de cambio se ha vuelto la variable espejo de la nueva realidad política de México. Jon Harrison, director gerente de estrategia macroeconómica para mercados emergentes de TS Lombard, dijo a la agencia Reuters que se ha cristalizado el peor escenario: la super mayoría de Morena. La coalición de López Obrador controlará sin obstáculos de la oposición el Poder Ejecutivo, la Cámara de Diputados, el Senado, 27 Congresos estatales y, dependiendo de la naturaleza de la reforma judicial, la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

México, en riesgo de perder el grado de inversión

La posibilidad de que la nueva súper mayoría apruebe 18 reformas constitucionales en septiembre, como ha indicado el propio López Obrador (contradiciendo las señales de moderación del equipo de Sheinbaum), ha despertado al fantasma de la pérdida del grado de inversión. Liébano Saénz, analista político y ex jefe de Oficina de la Presidencia en el sexenio de Ernesto Zedillo, refiere que la calificación crediticia del país está en función de las instituciones autónomas que la nueva mayoría pretende desaparecer.

Ernesto O’Farrill, director de Bursamétrica, argumenta que la pérdida del grado de inversión podría activar una salida masiva de capitales. Standar and Poor’s, que ha anunciado una revisión de la calificación antes de que inicie la administración de Sheinbaum, coloca a la deuda mexicana en el escalón BBB+, dos niveles por encima del grado de bono basura.

En ese sentido, Alfredo Coutiño, economista para Moody’s, ratificó su pronóstico del año pasado: “Un gobierno anti mercado con políticas radicales podría generar las condiciones de una corrección financiera y de tipo de cambio en el país”.

El consenso de inversionistas internacionales comienza a dibujar paralelismos entre Claudia Sheinbaum y Dilma Rouseff, la presidenta de Brasil que sucedió al popular gobierno de Lula da Silva y que presidió la peor crisis económica del país conforme se fue terminando el espacio fiscal y monetario. Después de que Brasil perdió el grado de inversión en septiembre de 2015, el real se depreció 40 por ciento en relación al dólar, de acuerdo a un recuento de O’Farrill.

En el equipo nuclear de Sheinbaum han entendido que el mercado está operando como contrapeso a las ambiciones políticas de su gobierno. La virtual presidenta electa ha enviado señales de contención y moderación. Sin embargo, su discurso ha chocado con las declaraciones estridentes del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Esta tarde, Sheinbaum comerá en Palacio Nacional con López Obrador. Discutirán el contenido de las reformas constitucionales del llamado Plan C, así como la velocidad esperada de su aprobación. A las 17:00 horas, la virtual presidenta electa emitirá un mensaje que podría ser definitivo para delimitar qué tan sensible será su administración a las demandas del mercado.

Un cuadro complicado

Aunado a la incertidumbre política, los inversionistas globales han expresado dudas sobre la capacidad del próximo gobierno para asegurar los objetivos de prudencia fiscal establecidos en los Criterios Generales de Política Económica de la Secretaría de Hacienda. Rogelio Ramírez de la O, actual titular de la SHCP y quien ha sido ratificado para seguir en la cartera en el próximo gobierno, proyecta que el gobierno regresará a un déficit fiscal de 3 por ciento del PIB en 2025.

Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México, advierte que esto implicaría llevar a México a una recesión en el primer año de gobierno de Sheinbaum: “Sería mucho mejor un anuncio creíble por parte de la Secretaría de Hacienda de que esa consolidación se va a hacer en dos o tres años”. En los hechos, el gobierno está planteando la mayor restricción del gasto público en décadas.

Esto se suma a un escenario de “altas” tasas de interés. Después del episodio de depreciación del peso mexicano de esta semana, Barclays anunció que no espera más recortes a la tasa de interés de referencia del Banco de México para este año. En el 2025, la economía mexicana estará condicionada por fuertes vientos de desaceleración fiscal y monetaria.

La potencial victoria electoral de Donald Trump representa un riesgo adicional. El inminente candidato presidencial del Partido Republicano ha flotado la idea de establecer un impuesto plano de 10 por ciento a todas las importaciones de Estados Unidos, así como un arancel de 100 por ciento a las importaciones con componentes provenientes de China. Legalmente, esto implicaría la ruptura del T-MEC, un escenario que los mercados aún no incorporan a su valuación de la situación en México.

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