López Obrador alimenta la teoría de un “golpe de Estado técnico”

¿Qué pasó?

• El presidente Andrés Manuel López Obrador ha profundizado la tensión con el Poder Judicial, con la Suprema Corte de Justicia y con la ministra presidenta, Norma Piña.

• En la conferencia mañanera, sugirió que existen riesgos cada vez más evidentes de que los ministros de la Suprema Corte estén coordinados para frenar las obras prioritarias de su gobierno a través de la concesión de amparos y acciones de inconstitucionalidad.

• López Obrador no presentó evidencia concreta de sus acusaciones. 

• “O sea que ya no ejecutemos nada, es cancelar un poder, sería un golpe de estado técnico”, dijo López Obrador, alegando que se está “neutralizando” al Poder Ejecutivo desde la Suprema Corte.

• “O sea, una cosa es que violen la Constitución. A ver, que me digan los ministros si no la están violando, cobrando más que lo que cobra el presidente y otra es ya querer dar un golpe de Estado”, agregó López Obrador.

¿Por qué importa?

• Esta declaración es la versión más reciente de la ofensiva del Poder Ejecutivo contra el Poder Judicial.

• El presidente ha sido claro en que las decisiones de control constitucional de la Suprema Corte representan una afrenta a su gobierno.

• Recientemente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha fallado en contra de proyectos prioritarios para la administración de Andrés Manuel López Obrador: declaró inválida una parte del Plan B de la reforma electoral, se pronunció en contra de la constitucionalidad de transferir la Guardia Nacional a la Secretearía de la Defensa Nacional y descalificó la declaratoria de “seguridad nacional” que el Poder Ejecutivo impuso a obras como el Tren Maya y el Corredor Transístmico.

El contexto:

• Steven Levistky y Daniel Ziblarr, autores de ‘Cómo mueren las democracias’, argumentan que los líderes populistas usualmente recurren a teorías de conspiración y a confundir los contrapesos democráticos con los adversarios políticos para concentrar y mantener poder.

• Esta misma tarde, en Colombia, el presidente izquierdista Gustavo Petro acusó un potencial ‘golpe blando’ contra su Presidencia de parte del aparato judicial. El caso es reminiscente de la actitud que ha asumido el presidente López Obrador respecto a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.