De Lewinsky a Melania

No existe la menor duda de que el mundo entero vive una profunda crisis de liderazgos.

Por donde se vea, son pobres, vacíos, superficiales y banales; poco respetados y escasamente inspiradores.

Vean la última de Donald Trump, el empresario de bienes raíces convertido en candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos.

Su esposa, que decían sería un activo muy atractivo por su porte y belleza, se le podría convertir en un pasivo que le reste seriedad a la contienda.