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12 de septiembre 2018

Comunidad

Le dijeron hormonal… y quizá tenían razón

Serena Williams no la ha pasado nada bien este último año. ¿Es eso excusa para lo que hizo? Muchas mujeres piensan que sí

Por Isabel Torres

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A Serena Williams parece que nada le ha salido como lo planeaba.

Luego de que su primera hija Alexis Olympia Ohanian Jr. naciera el 1 de septiembre del año pasado, las cosas parecen no tomar el cauce que ella había planeado.

La última prueba es la derrota que vivió en la final del Grand Slam el fin de semana pasado en manos de Naomi Osaka. Un partido en el que las circunstancias y el temperamento de Serena hicieron que ni ella ni su contrincante lo vivieran como habrían soñado.

Pero ¿será que solo las mujeres nos sentimos empáticas con Serena tras lo sucedido en la final de tenis? ¿Es tan difícil de entender que luego de dar a luz (y más tras vivir complicaciones) los niveles hormonales hacen de las suyas y nos hace comportarnos (o parecer) como ‘locas’?

Entendamos a Serena

“Nada sobre mí ahora mismo es perfecto. Pero soy perfectamente Serena”, dijo a Time luego de dar a luz y a meses de esa declaración sabemos algo del tránsito emocional por el que ha pasado la tenista.

 

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Seeing us off. Flying baby style! @olympiaohanian

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En febrero de este año, Serena publicó una carta en la que explicó que estuvo a punto de morir al nacer su hija.

“Tras un embarazo fácil mi hija nació por cesárea de emergencia, al bajar drásticamente su ritmo cardíaco durante las contracciones. La intervención fue bien… Pero pasadas 24 horas llegaron seis días de incertidumbre”, relató.

Y es que Serena sufrió una embolia pulmonar y tras abrirse la herida de la cesárea tuvo que volver a ser intervenida.

«Los médicos encontraron un gran hematoma y sangre coagulada en mi abdomen, por lo que tuve que volver a operarme para evitar que los coágulos fuesen a los pulmones. Tengo suerte de haber sobrevivido”, aseguró.

Meses después, Serena se presentó en el Roland Garros enfundada en lo que llamaron ‘traje de pantera’: una malla entera de licra negra. Ella dijo sentirse como una superheroína, pero sus más acérrimos enemigos no pararon de criticarla.

«Siempre quise ser una súper heroína y esta es como mi manera de convertirme en una», afirmó en esa ocasión. “A todas las madres que han tenido un duro embarazo y que han tenido que regresar y estar al 100% en medio de la tormenta y tienen la confianza de volver a ser ellas mismas. Eso es lo que representa mi vestido”.

Lo cierto era que esa excéntrica malla le ayudó a mantener los coágulos de sangre a raya, pues meses antes uno de ellos casi le cobra la vida. Pero jugó como siempre y los espectadores no tenían ni idea por los altibajos emocionales que estaba pasando.

En su debut en Indian Wells fue franca y contó que antes del partido estuvo a punto de romper en llanto.

«Le escribí un mensajito a Alexis (su esposo) y le pregunté si era normal que me dieran ganas de llorar porque realmente extrañaba a mi hija», confesó.

Depresión postparto

“Nadie habla de los momentos malos, de la increíble presión que sientes o de la sensación de fracaso que te embarga cada vez que escuchas al bebé llorar. Yo ya he perdido la cuenta de todas las veces que he perdido los nervios”, dijo una sincera Serena a Vogue el año pasado.

Como ella, muchas mujeres viven una serie de cambios en su estado de ánimo luego de tener un bebé. Algunas experimentan melancolía o tristeza, o se sienten ansiosas y abrumadas. Otras pueden sufrir crisis de llanto, pérdida de apetito o dificultad para dormir.

Esto es la depresión postparto y puede comenzar en cualquier momento dentro del primer año de haber dado a luz. Se desconocen las causas, pero especialistas dicen que puede ser que los cambios hormonales y físicos después del parto y el estrés de cuidar a un bebé jueguen un papel importante.

“Leí varios artículos que decían que las emociones posparto pueden durar hasta 3 años si no se tratan. Hablando sobre ella con mi madre, mis hermanas y mis amigos, sé que mis sentimientos son totalmente normales. Es totalmente normal sentir que no estoy haciendo lo suficiente por mi bebé.

“La mayoría de quienes son madres lidian con lo mismo. Se queden en su casa o estén trabajando, encontrar ese equilibrio con los niños es un verdadero arte. Ustedes son las verdaderas heroínas. Estoy aquí para decirles: si tienen un día o una semana difícil, no pasa nada, ¡yo también!», se confesó Serena en su cuenta de Instagram.

 

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La famosa tenista Serena Williams se retiró de un torneo, debido a que sufre de DEPRESIÓN POSPARTO. Lean lo que le dedica a las madres. «Leí varios artículos que decían que las emociones posparto pueden durar hasta 3 años si no se tratan. Hablando sobre ello con mi madre, mis hermanas y mis amigos, sé que mis sentimientos son totalmente normales. Es totalmente normal sentir que no estoy haciendo lo suficiente por mi bebé. La última semana no ha sido fácil para mí. Sentía que no estaba siendo una buena madre. Es normal sentir que no estoy haciendo lo suficiente por mi bebé. Trabajo mucho, entreno e intento ser la mejor atleta que puedo ser. Sin embargo, eso significa que aunque he estado con ella todos los días de su vida, no estoy tanto como me gustaría. La mayoría de quienes son madres lidian con lo mismo. Se queden en su casa o estén trabajando, encontrar ese equilibrio con los niños es un verdadero arte. Ustedes son las verdaderas heroínas. Estoy aquí para decirles: si tienen un día o una semana difícil, no pasa nada, ¡yo también!», escribió la ganadora de 23 ‘Grand Slams» en sus redes sociales. ¿Que opinas? #MoluscoNews #ElMoluscoDePuertoRico

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Sin victimizar

Ya han pasado meses desde que nació la pequeña Olympia y Serena parece haber sido sobrepasada por las emociones.

El sábado 8 de septiembre, en la final del Grand Slam predominaron los abucheos a los vítores en una manifestación de injusticia que se respiraba en el ambiente.

Serena Williams dejó de ser la número uno del mundo de una manera poco ortodoxa. Rompió su raqueta luego de ser penalizada y llamó ‘ladrón’ al árbitro, situaciones que llevaron a la Asociación de Tenis de Estados Unidos a multarla por tres violaciones al código de conducta.

«Nunca he hecho trampa en mi vida. Tengo una hija y defiendo lo que es correcto para ella. Nunca he hecho trampa», se justificó una nada Serena.

Y con una imagen de la tenista fuera de sus casillas es como el mundo la visualiza hoy sin tomar en cuenta que en los últimos meses ha pasado por diversas situaciones en las que, muy probablemente, las hormonas dominaron.

No es una justificación, mucho menos victimización. Pero sí un intento de ponernos en los zapatos de una Serena rebasada por las circunstancias.

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