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11 de enero 2022

Política

Las armas de Marcelo Ebrard

El tema del control de armas se ha vuelto uno de los temas más polarizantes en la política de Estados Unidos - y el canciller Marcelo Ebrard le ha sabido sacar provecho

Por Bernhard Buntru

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Cuando Marcelo Ebrard anunció que el gobierno de la 4T demandaría en Estados Unidos a una decena de empresas armamentistas norteamericanas, la reacción -en México- fue de desconcierto. Sin embargo, la estrategia del canciller mexicano y aspirante presidencial para 2024 le está resultando bastante provechosa. 

Y para algunos, quizá demasiado. Entonces, de manera prudente, sin protagonismos mantener nuestra política exterior, que tiene fama en todo el mundo. 

A pesar de su cercanía histórica con el establishment norteamericano, particularmente con el ala tradicional del Partido Demócrata 

el canciller Marcelo Ebrard ha sido considerado en Washington como un personaje de cuidado. 

Por eso, cuando el secretario de Relaciones Exteriores anunció que el gobierno de México demandaría a 11 empresas productoras de armas de fuego ante una corte de Estados Unidos, muchos pensaron que se trataba de una terrible idea, al menos en términos políticos.

Pero la acción judicial en Estados Unidos, combinada con una estrategia impulsada desde el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ha puesto a México en el centro del debate internacional sobre el control de armas de fuego.

En Estados Unidos, más que condena, los esfuerzos de la cancillería mexicana han sido bien recibidos por aquellas organizaciones en pro del control de armas, así como por voces en medios de corte liberal, uno de los cuales   (pasaré este audio de nuevo)

había señalado a Marcelo Ebrard como el principal responsable de la tragedia de la Línea 12 del metro capitalino. 

Y es que, en los últimos tiempos, el control de armas se ha convertido en una de las discusiones sobre política pública más polarizantes en la Unión Americana. 

Una discusión en la cual Marcelo Ebrard y México-claramente juegan del lado de los progresistas alineados al Partido Demócrata. Y en la cual, el consenso internacional se vuelca mayoritariamente hacia un control mucho más férreo en la producción y comercialización de armas de fuego. 

Pero las inesperadas victorias del canciller mexicano parecieran no tener muy contentos a todose, pues este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador contradijo una orden de su secretario de relaciones exteriores y dejó en claro que cualquier cuestión de diplomacia también debe pasar por su escritorio. 

Y en Washington, dentro del Departamento de Estado, han surgido fuertes cuestionamientos a la política exterior diseñada por Ebrard y por el subsecretario de Relaciones Exteriores para America Latina, Maximiliano Reyes. El caso Libre Abordo en Venezuela, la descalificación de la OEA y el trato de México hacia el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua han puesto en tela de juicio el status de Ebrard como aliado incondicional de la administración Biden. La demanda contra la industria de armas es un intento de la oficina del canciller para recuperar su influencia.

Ante el arsenal político que ha venido amasando Marcelo Ebrard, el presidente Andrés Manuel López Obrador ahora se perfila a quitarle las armas. 

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