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20 de diciembre 2018

Deportes

La tenacidad del «Piojo»

Pocos creyeron que Miguel Herrera podría llegar hasta donde está, que como jugador era peleonero y muy poco técnico, pero él nunca se desanimó

Por César Vargas

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Pocos creyeron en Miguel Herrera cuando le nombraron técnico del Atlante, por su fama de “broncudo” en la cancha y de jugador muy poco técnico.

Incluso, algunos de los líderes de aquel equipo, entre ellos Roberto Trotta, reclamaron ante la directiva cómo un ex jugador como el “Piojo” los iba a dirigir.

Para dar una golpe de autoridad por aquellos días, en una reunión con José Antonio García, y delante de los jugadores, Herrera le pidió al directivo que dejara bien claro quién mandaba ahí. García lo respaldó.

La mayoría de esos jugadores no volvió a jugar, aunque permanecieron en el plantel, pero ni a la banca salían.

Para sorpresa, Miguel hizo un gran papel con Atlante y fue contratado por el Monterrey.

Ya al frente de la nave albiazul, Herrera declaró que su objetivo era dirigir a la Selección Mexicana. Una vez más fue tachado de loco.

Al los Rayados los llevó a dos Finales de Liga, y estuvo a punto clasificarlos al Mundial de Clubes, pero en todas perdió por no saber manejar los partidos.

“Cuando crees que ya superaste algo, te vuelve a pasar”, llegó a decir con un frustración.

Muchos pensaron que se trataba del nuevo “Rubén Omar Romano”, es decir, que se iba a acostumbrar a perder los partidos clave.

Tiempo después cuando descendió con el Veracruz. Muchos anticiparon de era el fin de su carrera.

Y todavía más, cuando hizo campeón al América en el 2013, muchos pensaron que más que ganar el América, había perdido el Cruz Azul.

Al momento que por fin llegó a la Selección Mexicana para el Mundial 2014 en Brasil, otros tantos dijeron que había llegado por intereses del grupo en el poder.

Pero ahora que volvió al América, es tiempo de pensar que lo que se propone es capaz de cumplirlo. Y por qué no, convertir al América en una dinastía, y capaz de regresar con México o alguna otra Selección a una Copa del Mundo.

Quizá vuelva a recibir palos como cuando a su llegado al Monterrey dijo que iba a ganar el Clásico y Tigres le calló la boca con un histórico 6-2. Pero el “Piojo” siempre lo seguirá intentando.

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