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28 de noviembre 2019

Internacional

La sombra de Epstein y el ocaso del Príncipe Andrés

Con tacones entre legos

“Si quieres conocer la personalidad de un hombre, mira a sus amigos” - Proverbio Japonés

Por Marcela Garza Barba

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Hoy esta frase le queda como anillo al dedo al Príncipe Andrés, segundo hijo de la Reina Isabel II y hermano del príncipe Carlos.

Y es que en Gran Bretaña y el resto del mundo lo ven a través de la sombra del difunto pedófilo y financiero Jeffrey Epstein, ya que fue su amigo cercano, aunque lo trate de negar.

Hasta hace unos días el príncipe accedió a ser entrevistado por la periodista Emily Maitlis en su programa The Newsnight Interview para la cadena británica BBC.

El tema, su amistad con el controvertido Epstein.

Pero… ¿a quién se le ocurrió semejante barbaridad?

Claro está que a su PR Jason Stein no se le ocurrió, pues renunció justo antes de que se grabara dicha entrevista, dado que se oponía a que el príncipe hablara sobre el tema.

Algunos medios dicen que a su hija mayor Beatrice, pues siempre ha sido su consejera en lo se que refiere a relaciones públicas y querían callar el tema Epstein y Buckingham Palace.

Pero qué mala jugada…tan mala que Beatrice anda llorando sin parar, según fuentes cercanas a Buckingham Palace.

Cabe destacar que la entrevista tardó más en ser gestionada (aproximadamente 6 meses) que en ser catalogada como ´´la entrevista desastrosa´´, y es que con tan solo ver los primeros minutos se podía vislumbrar el ocaso público y personal del príncipe Andrés.

Realmente desastroso.

Porque más allá de aclarar su posible relación con Epstein, que lleva años tratando de explicar, su imagen se fue literalmente en picada.

Tan en picada que al término de los casi 50 minutos de dicha entrevista en donde se ve a un Andrés inseguro al responder las preguntas de Maitlis y tratando de contestar a todo como lo hace un niño que acaba de hacer una travesura, tuvo que renunciar, o más bien lo hicieron renunciar a todos sus actos públicos y a salirse del Palacio de Buckingham (que por cierto dicen que William tuvo mucho que ver en pedir la salida de su tío con la Reina Isabel…sus razones tendrá….de sucesión digo).

Gran parte de la entrevista se enfocó en por qué el príncipe se quedó con Epstein en 2010 justo después de que saliera de la cárcel por haber abusado y creado una red de prostitución de menores.

Y claro, el príncipe trató de defenderse diciendo que tenía que terminar su relación con Epstein y que en lugar de terminarla por teléfono decidió hacerlo formal e ir personalmente y quedarse con el cuatro días en su casa en Nueva York.

A ver, pero cómo… cuatro días para decirle a un amigo “ya no quiero ser tu amigo” y aparte quedarte y desayunar, comer y cenar entre otras cosas….

Muy raro.

Como raro también es que haya confesado que vio salir y entrar todo tipo de personas, entre ellas mujeres, pero que desconocía que hacían en la casa de Epstein ya que aquello parecía como “una estación de tren”, porque entraban y salían personas todo el tiempo.

Cada palabra y pensamiento… indefendible.

Tan indefendible que algunas empresas y bancos le quitaron los patronages o patrocinios a las organizaciones de caridad que él presidia diciendo que “hasta que allá otro patrón” pensarían en sumarse de nuevo.

230 para ser exactos, entre ellas la empresa digital BT y el banco Barclays.

Golpe bajo para alguien que navega tan alto.

Por eso es impensable creer que el equipo de medios y relaciones públicas del príncipe no se diera cuenta del profundo abismo al que se metía al contestar las preguntas de la periodista de la BBC.

Y es que no se necesita ser experto en comunicación para saber cuando algo va mal en una entrevista o cuando debe parar… pero en este caso siguió y cada vez que el príncipe hablaba se hundía aun más en sus palabras.

Los nervios lo delataban y comunicaban desastre.

Claro está que el príncipe Andrés fue tan amigo de Jeffrey Epstein que no supo desenredarse de la perversidad que lo rodeaba, tan así que tienen a una víctima en común, Virgina Guiffre.

Quien asegura que le hacía favores sexuales al príncipe Andrew y a Epstein cuando era menor de edad.

Esto es apenas el comienzo de la sombra de Epstein que persigue al príncipe Andrés pues el 2 de diciembre sale la entrevista sin filtros de Virgina Guiffre en la BBC y seguramente será el gran ocaso del príncipe Andrés… y tal vez la corona británica no verá el sol por un buen rato.

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