18 de abril 2017
¡Que alguien me explique!
La disputa de Duarte
La captura de Javier Duarte en sábado de gloria, le da un toque religioso en "la entrega del Macías" buscando un milagro para las próximas elecciones del Estado de México, Coahuila y Nayarit.
Por Ramón Alberto Garza
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Desde hacía casi cuatro meses se ubicaba el Huerto de los Olivos donde Javier Duarte oraba posterior a su última cena, implorando que terminara su Viacrucis.
Con toda precisión se apuntaba a Guatemala, pero existían resistencias del Sanedrín de Los Pinos para consumar su captura y encaminarlo hacia la crucifixión.
Como modernos Pilatos, algunos integrantes del gabinete se lavaban desde entonces las manos y decían que no era el momento oportuno. No con la elección de Barrabás en puerta.
Otros mas advertían que había que rastrearlo para ver quiénes eran los Judas que por treinta denarios apadrinaban su huida.
El hecho es que al momento en que terminó aquel Viacrucis, el pasado Viernes de Dolores, dos columnas de soldados se disputaron la captura.
Venían del mismo gobierno, pero por el impacto de la encomienda, bien valía la pena pelear por el crédito de la captura y de quién le colocaría a Duarte la corona de espinas.
En un lado estaban las guardias pretorianas de Bucareli, los que con el beneplácito de Miguel Angel Osorio Chong, dijeron que fue la información de inteligencia del CISEN la que llevó a la ubicación buscado ex gobernador veracruzano.
En el otro lado se ubicaban los gladiadores del Sanedrín, una poderosa columna lidereada desde la Procuraduría General de la República, comandada por Raúl Cervantes, con el apoyo estratégico de la Agencia de Investigación Criminal.
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