La disputa de Cemex y Vulcan tensa la relación bilateral

Cemex, el Tren Maya y el Partido Republicano: el nuevo escándalo de la relación bilateral México-Estados Unidos conecta a una de las empresas mexicanas con mayor ascendencia en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, al proyecto de infraestructura más importante de la administración federal y a un grupo de legisladores estadounidenses que han hecho de México un blanco recurrente de críticas.

La compañía estadounidense Vulcan Materials está envuelta en una disputa legal con Cemex por el uso de la terminal marítima en Puerto Venado, Quintana Roo que es clave para la descarga de material necesario para la construcción del Tren Maya.

Vulcan Materials denunció que, el martes pasado, elementos de la policía estatal de Quintana Roo, la fiscalía del estado y la Marina asistieron a personal de Cemex para ocupar ilegalmente una terminal marítima concesionada a la empresa estadounidense hasta 2037.

“Debe quedar claro que el Estado de Derecho ya no es seguro en México para las compañías extranjeras. Esa invasión, no respaldada por órdenes legales, viola los derechos de propiedad y comerciales de Vulcan”, aseguró la firma estadounidense en un comunicado.

Cemex difiere de esta versión. Vulcan Materials terminó una relación de veinte años de arrendamiento y servicio de descarga en Puerto Venado con la cementera mexicana. El contrato expiró en diciembre de 2022.

Sin embargo, Cemex alega que el uso de la terminal marítima fue legal porque la compañía consiguió una suspensión otorgada con este fin: “Calica (subsidiaria de Vulcan Materials) incumplió las medidas dictadas por el juez para permitir el acceso de Cemex a las instalaciones. Por lo anterior, Cemex presentó una denuncia penal ante la Fiscalía del estado de Quintana Roo. Como parte del procedimiento penal, la fiscalía también otorgó a Cemex medidas cautelares para poder acceder a la propiedad y seguir operando”.

Vulcan Materials argumenta que se violó una suspensión otorgada a la empresa estadounidense por un juez federal contra la confiscación de activos.

En mayo de 2022, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales vetó las operaciones de extracción de piedra caliza de Vulcan Materials debido a que la autoridad consideró que no contaban con los permisos necesarios. La clausura mereció un pronunciamiento del presidente Andrés Manuel López Obrador en contra de la compañía estadounidense en una conferencia mañanera.

A pesar del veto, Vulcan Materials continuaba operando con normalidad la terminal marítima de Puerto Venado.

La furia del Partido Republicano

El diferendo entre Cemex y Vulcan Materials escaló hasta Washington. Legisladores del Partido Republicano le han pedido a la administración de Joe Biden interceder por la compañía ante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El martes en la tarde, el presidente de México sostendrá una reunión con John Kerry, el zar contra el cambio climático de la administración Biden.

Bill Hagerty, senador republicano por Tennessee, declaró que “los reportes de que autoridades y fuerzas mexicanas han incautado los activos de una empresa estadounidense se suman a la preocupante tendencia del comportamiento equívoco y contraproducente del presidente López Obrador”.

Katie Britt, senadora republicana por Alabama, estado sede de Vulcan Materials, comunicó que “México debería enfocarse en combatir a los cárteles en lugar de atacar a compañías respetuosas de la ley y gente trabajadora. El presidente Biden debe llevar este reclamo directamente al presidente López Obrador y dejar en claro al pueblo de Estados Unidos que esto no será tolerado”.

Las críticas de miembros del Partido Republicano hacia la política de seguridad del gobierno mexicano y la presentación de una iniciativa para avalar la intervención militar de Estados Unidos en México han provocado malestar en el presidente López Obrador. El discurso del mandatario mexicano en relación a Estados Unidos, particularmente respecto a los legisladores republicanos, se ha polarizado en las últimas semanas.

“Este episodio (la disputa de Cemex y Vulcan Materials) refleja un mayor deterioro del Estado de Derecho en México, un trato escandaloso a una empresa estadounidense, y debería hacer reflexionar a todos los inversionistas extranjeros en México”, sentenció el senador Hagerty.