La caravana también es esto

Para algunos, la caravana migrante es un grupo de delincuentes violentos que rompen cercas y le faltan el respeto a nuestro país.

Para otros, es un movimiento político fraguado desde las más altas esferas para desestabilizar un país.

Pero la caravana también es otra cosa.

Cerca de 2,300 niños viajan con los migrantes que salieron de Honduras hace casi un mes

Algunos… solos.

La Unicef aseguró que los niños que viajan en la caravana requieren de ayuda humanitaria además de protección, salud, higiene y alimentación para asegurar su protección y bienestar.

Como los demás migrantes, a los niños de la caravana la situación de violencia y pobreza, los orilló a atravesar México a pie, para buscar una oportunidad que no encontraron en su país.

Hay mujeres que huyen con sus hijos del reclutamiento de las maras que son uno de los mayores problemas de los países centroamericanos.

Otras, que huyen de la violencia que les arrebató a sus esposos. De las violaciones.

Paradojicamente, de acuerdo con informes de Amnistía Internacional, y estimaciones de Movimiento Migrante Mesoamericano, el 70 por ciento de las mujeres migrantes son víctimas de abusos sexuales durante su cruce en México hacia Estados Unidos.

Están mal allá y estarán mal aquí. Aún así tomaron la decisión porque de dónde vienen no hay futuro.

El domingo, un primer contingente de poco más de 2 mil personas llegó a la Ciudad de México.

A su travesía aún le falta mucho por recorrer, y lo peor, parece estar por venir.

El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con movilizar hasta 15 mil efectivos a la frontera para impedirles el paso.

Pero la caravana también es esperanza y su camino aún no termina.