La 4T reivindica a César Yáñez

César Yáñez renunció a la Subsecretaría de Gobernación para incorporarse a la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum.

Se trata de un enroque de alto perfil. Durante más de dos décadas y tres campañas presidenciales, Yáñez fue la sombra política de Andrés Manuel López Obrador. En los círculos obradoristas era conocido como “el escudero”, un operador que fungía el papel de interlocutor con los poderes fácticos, principalmente con los medios de comunicación.

El arribo de Yáñez al equipo de Sheinbaum ocurre en el contexto de una creciente competencia por espacios de influencia en el entorno de la candidata presidencial de Morena. Personas cercanas a la campaña han interpretado este movimiento como una señal de contrapeso al poder de Jesús Ramírez Cuevas, el vocero de Presidencia que comanda el ala de izquierda dura en la 4T.

En el último mes, Sheinbaum ha reorganizado al círculo rojo de su campaña: incorporó a figuras del entorno empresarial en posiciones clave de la operación financiera, desplazó a un segundo plano a quienes habían sido sus principales asesores de comunicación y acercó a miembros del establishment político mexicano como los ex priistas Alejandro Murat y Eruviel Ávila.

La llegada de Yáñez a la campaña de Sheinbaum fue avalada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. En la conferencia mañanera del martes, el mandatario destacó que Yáñez ha sido una pieza clave del movimiento de la 4T y que durante años lo ayudó en el recorrido por México. “Ahora que lo invitan a participar, lo veo muy bien. Es un cuadro, como se dice políticamente hablando”.

Del distanciamiento a la reivindicación

Antes de que Andrés Manuel López Obrador tomara el poder en diciembre de 2018, la transición estuvo dominada por tres figuras que eventualmente conformaron un triunvirato en la Oficina de la Presidencia en la primera mitad del sexenio: Alfonso Romo, Julio Scherer y César Yáñez.

Actualmente, dos de esas tres figuras, Scherer y Yáñez, son parte del primer círculo de asesores de Claudia Sheinbaum. Ambos tienen en común que regresaron a la escena política de la 4T después de un momentáneo distanciamiento con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En el caso de Yáñez, la diferencia con el presidente se acentuó después de que la revista HOLA! publicó, en la portada, su boda con la empresaria de Tlaxcala, Dulce Silva. De acuerdo a un reporte del periódico El Universal, el aislamiento político de Yáñez también obedeció a que era uno de los pocos funcionarios que se atrevía a cuestionar ciertas posturas del presidente. Conforme la influencia de Yáñez, Scherer y Romo se desvanecía, crecía el poder de Jesús Ramírez Cuevas. En julio de 2021, las oficinas de Yáñez y su equipo de la Coordinación General de Política y Gobierno de Presidencia fueron reubicadas del cuarto piso de Palacio Nacional a un edificio externo en la Avenida Constituyentes. Esto marcó una pausa significativa en la relación de Yáñez con López Obrador.

Sin embargo, en junio de 2022, en el contexto de la salida de Julio Scherer de la Consejería Jurídica de Presidencia, César Yáñez fue designado subsecretario de Gobernación para el Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos. Entonces, el nuevo titular de Gobernación era Adán Augusto López.

Yáñez sobrevivió al deterioro de la relación entre Adán Augusto López y el presidente, un fenómeno marcado por la evidente movilización de recursos a la fallida precampaña presidencial del ex secretario de Gobernación y por el accidente aéreo en el que murió Daniel Flores, quien fuera el principal contratista de la refinería de Dos Bocas y el operador financiero de Adán Augusto López.

Ahora, en la antesala de la sucesión presidencial de 2024, César Yáñez, quien inició su carrera en las filas del movimiento social de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, ha recuperado una posición central en el sistema político mexicano.