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29 de noviembre 2018

Política

Grupo Hank: Los Perdedores de la 4T

¿Cuál es el grupo económico más afectado por la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder? De acuerdo al mercado, la familia Hank

Por Rodrigo Carbajal

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A la familia Hank no le viene bien la Cuarta Transformación.

Grupo Financiero Banorte ha perdido más de 108 mil millones de pesos en valor de capitalización de mercado en las últimas tres semanas.

Y la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México implica que el gobierno mexicano le rescindirá un contrato de 12,445 millones de pesos a Hermes Infraestructura

Las decisiones de Andrés Manuel López Obrador y su coalición política le han costado miles de millones de pesos a los herederos del “Profesor”.

¿Aquí empieza la separación del poder económico del poder político?

¿Cuál es el grupo económico más afectado por la llegada de López Obrador al poder? De acuerdo al mercado, es la familia Hank.

Entre el 5 de noviembre y el 27 de noviembre, la acción de Grupo Financiero Banorte ha perdido el 30 por ciento de su valor.

Las pérdidas de capital son mayores a todo lo que se ha invertido en la construcción del NAIM y equivalen a cuatro veces el monto que el banco pagó para adquirir Grupo Financiero Interacciones en octubre del 2017.

Hay razones puntuales para explicar este fenómeno. Una es la cancelación del NAIM, un proyecto del cual Banorte es uno de los principales acreedores.

Otra, es la iniciativa de Ricardo Monreal de regular las comisiones bancarias.

Sin embargo, algunos analistas ven una razón alternativa de fondo: La familia Hank construyó un imperio empresarial al amparo del poder político.

Grupo Financiero Banorte es el resultado de la alianza entre dos grupos con prominentes lazos políticos y económicos en México: la familia González Moreno y la familia Hank Rhon.

Su Presidente es nada más y nada menos que Carlos Hank González, el nieto de Roberto González Barrera y el Profesor Carlos Hank.

Estamos hablando del banco que maneja el 48 por ciento de la cartera de deuda de estados y municipios.

Ésta es  la única institución financiera relevante del país que no está en manos de extranjeros.

Los intereses de los Hank siempre se encuentran en la intersección del poder político y el poder económico. La constructora de la familia es una de las cinco empresas de construcción más beneficiadas en la administración de Enrique Peña Nieto, de acuerdo a un reporte del IMCO difundido por la revista Proceso.

Por eso, sorprende poco que el primer contratista del NAIM que buscó una entrevista con López Obrador fue precisamente Alberto Pérez Jácome, el director general de Grupo Hermes.

O que, Carlos Hank González haya cabildeado su ingreso al consejo de asesores empresariales del próximo Presidente de México.

A pesar de ello, esto no se ha traducido en influencia concreta. En dos ocasiones en el periodo de transición, perfiles muy cercanos a Banorte han sido candidateados para ocupar una de las vacantes de Banco de México.

La prensa mexicana ha manejado versiones de que Gabriel Casillas, el economista en jefe de Banorte, o Guillermo Ortiz, ex Presidente del banco, fueron tomados en cuenta por López Obrador para tomar un puesto en la Junta de Gobierno del banco central.

Pero ninguna de las dos opciones se concretó.

Esta pérdida de poder contrasta con los años en los que “El Profesor” movía a sus anchas las piezas del sistema político mexicano. Basta recordar que fue él quien destapó a Zedillo como candidato presidencial después de la muerte de Colosio.

Transición

“Un político pobre es un pobre político”. La frase arquetípica de los Hank se ha vuelto un mantra para una clase política que aspira a convertirse en clase empresarial.

Carlos Hank Rhon, el hijo de un profesor rural que llegó a ser  gobernador del Estado de México, Regente del distrito Federal y Secretario de Estado durante el salinismo, es ahora un miembro de la lista de multimillonarios de Forbes.

El escándalo no ha evitado que esta familia se haya vuelto central en la élite empresarial mexicana y en el sistema político del país.

El consorcio internacional de periodistas de investigación publicó en el reporte Swissleaks que los Hank han transferido al menos 158 millones de dólares a cuentas en Suiza de manera irregular.

Además, la investigación de Panamá Papers reveló que incluso Mossack Fonseca, el despacho que atiende a oligarcas a lo largo y ancho del mundo para evadir impuestos, se negó a hacer negocios con Carlos Hank Rhon por haber encontrado “información negativa” de él y su familia.

La transición que lidera Andrés Manuel López Obrador ha demostrado que a la familia Hank no le viene bien la Cuarta Transformación.

Por eso preguntamos: ¿Empieza aquí la separación del poder económico del poder político?

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