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¡Que alguien me explique!

García Luna y Nunvav

Nunvav Inc. es la empresa que le habría servido a Genaro García Luna para desviar por lo menos 2 mil 678 millones de pesos y 74 millones de dólares del gobierno federal. De acuerdo a la Unidad de Inteligencia Financiera, que liderea Santiago Nieto, la apoderada de esa empresa es María Vanesa Pedraza Madrid, una […]

Por Ramón Alberto Garza

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Nunvav Inc. es la empresa que le habría servido a Genaro García Luna para desviar por lo menos 2 mil 678 millones de pesos y 74 millones de dólares del gobierno federal.

De acuerdo a la Unidad de Inteligencia Financiera, que liderea Santiago Nieto, la apoderada de esa empresa es María Vanesa Pedraza Madrid, una cercanísima colaboradora que alcanzó alto rango en la coordinación de asesores de García Luna.

Lo curioso es que contra lo que dicta la lógica, esos presuntos desvíos no sucedieron en el sexenio del panista Felipe Calderón, sino en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Las transferencias detectadas por la UIF incluyen 77.4 millones de dólares de la Secretaría de Gobernación y 55.1 millones de dólares de la Secretaría de Hacienda.

Esos, y muchos otros recursos más, fueron triangulados entre 2013 y 2017 a Nunvav y a ICIT Holdings, una empresa de Florida en la que operaban de la mano con Alexis Weinberg, el dueño de la casa en la que vivía García Luna en Miami.

El rastreo del dinero se ubica en cuentas de Israel, Curazao Letonia, Panamá, China, Estados Unidos y Barbados.

Pero quizá lo que todavía no brote en la investigación de la UIF es que en la triangulación de esos recursos podría salir a relucir el nombre de Pegasus, el software para espionaje que tanto escandalizó en el sexenio de Peña Nieto.

Lo que se presume es que la Secretaría de Gobernación en los días de Osorio Chong, habría pagado ese malware de espionaje -empleado entre otras dependencias por el CISEN- utilizando a terceros ligados con Nunvav, de García Luna y Weinberg.

Para refrescar la memoria, Pegasus fue adquirido separadamente, tanto por la Procuraduría General de la República como por el CISEN y otras dependencias castrenses, para rastrear de llamadas y comunicaciones calificadas de seguridad nacional.

Su mal uso terminó en el espionaje de personajes que eran considerados críticos o enemigos del gobierno peñista.

Entre ellos figuraron los periodistas Carmen Aristegui y Carlos Loret de Mora, el activista Juan Pardinas, director del Instituto Mexicano de la Competitividad, así como investigadores de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.

Si la UIF quiere dar con la pista que lo lleve a la triangulación de los dineros de la Secretaría de Gobernación a las empresas ligadas a García Luna, que rastree los pagos que se triangularon a las empresas los proveedores de Pegasus. Y quizás se lleve la sorpresa de que Nunvav fue factor clave.

También podría encontrar algunas pistas de esos desvíos y triangulaciones en los sobres lacrados que están bajo siete llaves en la Secretaría de Gobernación.

Esos sobres, con impedimento para ser abiertos salvo presunción de desvíos, dan cuenta de los recursos que se dispusieron en el sexenio peñista para las llamadas operaciones especiales de seguridad.

Esos operativos contra el crimen organizado demandaban de fuertes sumas de dinero, que solo requerían de enlistar su destino –sin facturas de por medio- para que miles de millones de pesos fueran entregados a quien la Secretaría de Gobernación dispusiera, siempre bajo la pantalla de “asuntos de Seguridad Nacional” y solo con la firma de su titular.

Por eso decimos que lo más delicado de esta historia que involucra a funcionarios de los sexenios calderonista y peñista está por escribirse.

Y sin duda alguna, cuando todo salga a flote, los nombres no solo de Genaro García Luna, Alexis Weinberg y María Vanesa Pedraza se verán involucrados.

En primera fila, operando la red de triangulaciones y complicidades, podrían aparecer subalternos de Miguel Ángel Osorio Chong o incluso el mismo Secretario de Gobernación, quien entonces operaba la seguridad nacional.

Curiosamente fue la inseguridad y el espionaje desde Bucareli uno de los factores que sepultaron al priismo en 2018. Y cuando se conozca la verdad, quizás la razón social de Nunvav y sus socios triangulados, serían la pesada lápida bajo las que se esconderían esos secretos.

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