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¡Que alguien me explique!

Están de fiesta en Palacio Nacional

En cuestión de horas, lo que se dibujaba como el rechazo tanto a la militarización de la Guardia Nacional como la cancelación de la prisión preventiva oficiosa, rodaron por los suelos

Por Ramón Alberto Garza

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Poco le duró el gusto a la Oposición y también a la Suprema Corte de Justicia… La Guardia Nacional, en el peor de los casos, se mantiene bajo custodia del Ejército hasta 2028, cuatro años después de que concluya el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Y la iniciativa para declarar la inconstitucionalidad de la prisión preventiva oficiosa se topó con una barricada de rechazos y ambivalencias en el máximo tribunal judicial de la Nación. Al final del día, el presidente no se equivocó.

En cuestión de horas, lo que se dibujaba como el rechazo tanto a la militarización de la Guardia Nacional como la cancelación de la prisión preventiva oficiosa, rodaron por los suelos.

Una iniciativa de última hora del PRI, operada a través de su legisladora Yolanda de la Torre, le encontró la cuadratura al círculo.

El PRI no votaría porque la Guardia Nacional fuera responsabilidad de la Secretaría de la Defensa, pero sí estaría dispuesto a modificar el transitorio para ampliar el estado actual de las cosas hasta el 2028, y no solo hasta el 2024.

El argumento es pragmático. De los 110 mil elementos de la Guardia Nacional solo 23 mil fueron reclutados para ese propósito. Los más de 80 mil restantes son militares que fueron transferidos temporalmente al nuevo cuerpo de seguridad.

Si se disloca la relación, entre la Guardia Nacional y el Ejército, se irían esos más de 80 mil elementos a sus cuarteles y la custodia de la seguridad civil se limitaría a los 23 mil guardias hasta ahora reclutados. Insuficientes para enfrentar a los cárteles apoderados de la mitad del territorio nacional.

Pero este razonamiento pragmático avalado por el presidente del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, no encontró eco en el PAN, que de inmediato dijo que la Alianza Va Por México corría el riesgo de fracturarse, por la nueva postura que no se consensó. Que la coalición no era meramente electoral, sino de principios.

Pero lo que fue peor todavía es que el bloque priista en el Senado, liderado por Miguel Ángel Osorio Chong, se mostró en desacuerdo con la postura presentada desde el PRI, avalando que acabaría con la alianza opositora.

Quien quiera que desde la Cuarta Transformación operó este giro del PRI –y la sospecha es que fue Adán Augusto López desde Gobernación– no imaginó la carambola de tres bandas, al poner en riesgo, a la misma coalición que hace unos meses derrotó a Morena al frenar la aprobación de la nueva Ley Eléctrica y que enfila a enfrentar al partido en el poder en las Elecciones 2023 y 2024.

Algo similar sucedió en la Suprema Corte, en donde apareció un nuevo bloque de ministros con una tercera postura en discordia, ambivalente, que sin aceptar la prisión preventiva oficiosa están a favor de buscar un criterio intermedio.

En esta zona gris, de acuerdo a sus testimoniales, figuran los ministros Margarita Ríos-Farjat, Juan Luis González Alcántara y Javier Laynez.

Los que ya anunciaron que votarán en contra de eliminar la prisión preventiva oficiosa son los ministros Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz, Alberto Pérez Dayán y Jorge Mario Pardo Rebolledo.

Los únicos que ayer se mantuvieron en su posición de declarar la inconstitucionalidad fueron el ministro presidente Arturo Zaldívar y los ministros Norma Piña, Luis María Aguilar y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.

Y aunque no se dará la votación definitiva hasta mañana jueves, está claro que los votos no alcanzarán para lo que propone el ministro ponente, que es eliminar la prisión preventiva oficiosa. Cientos de inocentes continuarán esperando por años, en prisión, por su sentencia.

Lo curioso es que, en ambos casos, la Guardia Nacional y la prisión preventiva oficiosa, lo que acabó por inclinar la balanza fue una tercera vía, que los analistas consideran producto de la ola intimidatoria presidencial desatada en los últimos días desde La Mañanera.

Sea como fuere, los ganadores de estos dos rounds fueron -sin duda- el presidente Andrés Manuel López Obrador, y quien sin duda fue un operador eficiente para revertir decisiones, Adán Augusto López.

Si las tendencias continúan su curso, en La Mañanera del viernes podrían estarse apagando las velas de tres pasteles: la Guardia Nacional continúa bajo mando militar, aunque sea en periodo ampliado; la prisión preventiva oficiosa prevalece y la alianza Va Por México entra en zona de fractura.

Mejor semana no podía tener el inquilino de Palacio Nacional.

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