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16 de agosto 2017

¡Que alguien me explique!

Lozoya: Follow the money

Si el expresidente de Pemex, Emilio Lozoya Austin refuta, exige y amenaza, debe ser porque sabe que cuando se investiguen aparecerán los nombres reales

Por Ramón Alberto Garza

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Si Emilio Lozoya Austin no sólo rechaza que recibió los sobornos de Odebrecht, sino que su abogado exige a la PGR que lo cite a declarar y anuncia que demandarán a los sobornadores que lo acusan “en falso”, la historia puede cambiar de curso.

Si esas acciones son ciertas, y no hay por qué dudarlas si están declaradas de viva voz por el exdirector de Pemex y por su abogado Javier Coello, entonces la novela podría tener un desenlace muy inesperado.

La conclusión es de sentido común, si se considera que existen, además de los testimoniales, números de cuenta, nombres de los bancos y montos de los depósitos.

Y es entonces cuando al estilo norteamericano, aplica el  “Follow the money”–rastrea el dinero- y sabrás a quien le pertenece.

Sería muy infantil pensar que Lozoya Austin diga que nunca le pagaron un soborno, cuando existen presuntas pruebas documentales aportadas por Luis Alberto de Meneses, directivo de Odebrecht.

Para muestra ahí está la empresa Latin American Asia Capital Holding, offshore registrada en las Islas Vírgenes Británicas, y en cuyo número de cuenta del banco suizo Gonet et Cie -el CH 46 0483 5090 3745 3400 7- se habrían depositado los 4.1 millones de dólares.

También están los otros millones depositados a la empresa Zecapan S.A., registrada en las Islas Vírgenes y con cuentas bancarias en el Principado de Liechtenstein.

Si como dicen el exdirector de Pemex y su abogado, quien fuera procurador en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, esas cuentas no están a nombre de Lozoya Austin, ¿entonces de quién?

Si lo que con tanta vehemencia declaran Lozoya Austin y su abogado es falso, bastará que se identifique a nombre de quién están registradas esas cuentas. Y si el nombre del funcionario apareciera, se le cae cerrado.

Pero si Lozoya Austin refuta, exige y amenaza, debe ser porque sabe que cuando se investiguen esas cuentas aparecerán los nombres reales, en donde no estará él, pero sí otros. ¿De Pemex?, ¿de la campaña presidencial?, ¿del actual gabinete?

Y si es así, los dueños de esas cuentas deben de estar muy nerviosos de ser los depositarios de los 10.5 millones de dólares de Odebrecht.

Si por ahí va la historia, Lozoya Austin estaría jugando a la segura, con la convicción de que cuando el fondo se revele y emerjan lo que el exdirector de Pemex presume como los beneficiarios reales, su nombre saldrá lavado.

Eso no lo eximiría de la presunta culpabilidad de solicitar el soborno, pero a menos que existan videos, grabaciones o fotografías de algún funcionario de Odebrecht entrando a su casa, como declaró alguno, Lozoya Austin sería inocente.

No sería así para aquellos identificados como verdaderos titulares de las cuentas en los paraísos fiscales.

Pero no nos hagamos bolas. El epicentro del caso Odebrecht está en el follow the money. Y si de verdad queremos saber quiénes lo recibieron, sobran las formas para que el Gobierno mexicanoexija a los Gobiernos de Suiza y Liechtestein, los detalles de ambas cuentas.

¿O volveremos a enterarnos desde el extranjero quiénes son los dueños reales de esas sobornables cuentas?

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