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21 de noviembre 2024

19 de marzo 2021

Política

¿El presidente migrante?

El discurso de Joe Biden hacia la migración es absolutamente progresista. Sin embargo, sus políticas públicas dicen otra cosa

Por Redacción Magenta

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¿Qué pasó?

  • La instauración de una nueva estrategia migratoria se convirtió en la promesa de campaña del presidente Joe Biden, a todas luces progresista.
  • Sin embargo, las políticas públicas implementadas y planeadas distan de este discurso, sobre todo en el caso de México.

¿Por qué importa?

  • De acuerdo a un reporte del New York Times en el que se consultó a funcionarios mexicanos, la administración de Joe Biden ha presionado al gobierno de México a controlar el flujo migratorio en las fronteras sur y norte.
  • Este viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que la administración Biden accedió a “prestar” 2 millones 700 mil dosis de la vacuna de AstraZeneca, las cuales llegarán la próxima semana a cambio de lo que AMLO caracterizó como “amistad y cooperación en todos los órdenes”.

El contexto:

  • Como lo prometió en campaña, ya instalado en la Casa Blanca, Biden se dispuso a dar marcha atrás a las estrictas políticas migratorias impuestas por su predecesor Donald Trump en contra de México: de entrada, cancelar el muro fronterizo y comenzar la legalización de más de 11 millones de indocumentados.
  • Apenas unas horas después de haber juramentado como presidente, el demócrata se prestó a firmar 17 decretos y directivas para echar a andar su promesa de abolir cuatro años de políticas impuestas por Trump, en su mayoría, en contra de la población migrante que vive en los Estados Unidos.

Hemos platicado ya varias veces, tenemos muy buena comunicación, hay una relación también de respeto y de cooperación, y esta es una prueba fehaciente (las vacunas)”

Andrés Manuel López Obrador

Presidente de México

Los detalles:

  • La salida de Trump y eventual llegada de Biden causó un frenesí en la comunidad migrante, tanto al interior como al exterior, lo que ha provocado una desbandada de inmigrantes, en su mayoría centroamericanos, deseosos de alcanzar la ansiada ciudadanía estadounidense.
  • Sin embargo, hay una problemática con la que los congresistas demócratas tendrán que lidiar para lograr dicho objetivo. En primera instancia, resolver la situación de aquellas personas pertenecientes al programa de Estatus de Protección Temporal (Temporary Protected Status, TPS).
  • El TPS fue instaurado en 1990 con la intención de otorgar un estatus migratorio “temporal” para inmigrantes que han tenido que dejar sus países origen o no pueden regresar, debido a guerras, desastres naturales o emergencias sanitarias como la del Covid-19.
  • Actualmente, ni la legislación actual (DACA) ni la propuesta de Ley de Ciudadanía Estadounidense de Biden garantizan que cualquiera de estos inmigrantes pueda obtener la ciudadanía en el futuro, aunque por el momento sí puedan trabajar legalmente y ser parte de la columna vertebral de sectores clave en el país.
  • El peligro de no instaurar una ‘ley única’ podría llevar a que millones de inmigrantes que llevan años como residentes en Estados Unidos -y aún los recién llegados-, queden en el ‘limbo’, ya que los tribunales federales pueden anular sus beneficios temporales en cualquier momento.
  • Como segundo punto está el control del flujo migratorio, mayormente desde México, y una de las estrategias para influir en ello es el envío de su excedente de vacunas, con tal de garantizar la seguridad fronteriza, a cambio de que el gobierno de López Obrador pueda concluir su maltrecho plan nacional de vacunación.

Todas las políticas humanitarias positivas las hace el gobierno de Biden… y luego los mexicanos se quedan con el trabajo sucio”

Cris Ramón

Consultor de inmigración con sede en Washington, DC
  • Funcionarios de ambos gobiernos han descartado que ambos temas estén relacionados entre sí como “condiciones vinculadas”, dadas las recientes conversaciones entre los presidentes Biden y López Obrador.
  • “Sin duda ese no es el caso de México… Y, por lo tanto, no interpretaría este caso más allá de nuestra capacidad para proporcionar, prestar, dosis de vacunas”, expresó Psaki en declaraciones para The New York Times.
  • Misma postura mostró Roberto Velasco, director general para la región de América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, al hacer referencia al compromiso que existe entre ambos países, en materia de migración y vacunas.
  • “Son dos temas distintos, ya que buscamos un sistema migratorio más humano y una mayor cooperación contra la Covid-19, en beneficio de nuestros dos países y de la región”, aseguró en un comunicado.
  • Por el momento, el gobierno mexicano ha acordado aumentar su presencia en la frontera sur con Guatemala, así como intensificar sus esfuerzos del lado norte para buscar frenar el ingreso de migrantes con destino hacia Estados Unidos.
  • “Es muy importante el que mantengamos buena relación con el gobierno de Estados Unidos. Llevamos muy buena relación con el gobierno del presidente Trump, se pensaba que no iba a ser fácil la conciliación y se logró una muy buena relación de respeto mutuo”, expresó AMLO esta mañana, desde Veracruz.
  • Sin embargo, contrario a las amenazas empleadas por Trump para presionar a México (como elevar el precio de los aranceles), Biden ha optado por una política menos agresiva, con la esperanza de que se cumpla el objetivo, y al mismo tiempo, envía señales de que Estados Unidos es más amigable para el migrante.
  • “Ellos quedan como los buenos y los mexicanos como los malos”, afirmó al Times Cris Ramón, consultor de inmigración con sede en Washington, DC. “Todas las políticas humanitarias positivas las hace el gobierno de Biden… y luego los mexicanos se quedan con el trabajo sucio”, agregó Ramón.
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