El mensaje de Omar García Harfuch al Ejército

“Quiero que los más radicales de izquierda abracen a la policía y al Ejército”. La declaración de Omar García Harfuch al periódico El País representa un punto de inflexión en la definición política del ex secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México.

Se trata de un mensaje con doble destinatario. Primero, García Harfuch responde a la crítica de la base de Morena que cuestiona sus credenciales de izquierda por ser nieto de Marcelino García Barragán, el secretario de la Defensa Nacional asociado a la masacre de Tlatelolco de 1968, e hijo de Javier García Paniagua, ex director de la Dirección Federal de Seguridad en la administración de José López Portillo, el brazo de represión e inteligencia política del régimen priista del siglo XX.

La semana pasada, un grupo de más de 500 intelectuales orgánicos, simpatizantes de la 4T y operadores políticos de Morena firmaron un desplegado que utilizó el argumento anti militarista para pronunciarse a favor de la candidatura de Clara Brugada a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Brugada, alcaldesa de Iztapalapa, es la principal rival de García Harfuch en la contienda interna de Morena para suceder a Claudia Sheinbaum.

García Harfuch le ha recordado a este grupo, que incluye a personajes como John Ackerman y Paco Ignacio Taibo, que la militarización es parte esencial del proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador: “¿Quién es el líder de izquierda más importante del planeta, me atrevo a decir? El presidente. ¡Y es el primero que ha abrazado al Ejército mexicano! Creo que la contradicción sería al revés”.

El ex secretario de Seguridad Pública no sólo le está hablando a la base de Morena y al grupo que más se acerca a lo que podría ser una corriente crítica de la política de militarización del gobierno de López Obrador. García Harfuch también se dirige a las Fuerzas Armadas como un segundo destinatario, utilizando el mismo argumento que había sido usado por el presidente López Obrador para exculpar al Ejército de los actos represivos de sexenios anteriores: “Claro que ha habido abusos en la historia de nuestro país, pero recordemos que eran ordenados por políticos, y eso es lo más importante”.

El acercamiento retórico de García Harfuch a las Fuerzas Armadas contrasta con su gestión como secretario de Seguridad Pública en la Ciudad de México, que excluyó a la Guardia Nacional de la capital, y con su ascenso profesional en la extinta Policía Federal, una corporación que se caracterizó por tener diferencias significativas con el Ejército, particularmente durante los años de poder de Genaro García Luna.

El viraje no es exclusivo de García Harfuch. Claudia Sheinbaum ha abandonado la bandera progresista de crítica a la militarización y ahora apuesta a una agenda política que ha colocado como prioridad una reforma constitucional que habilitará la transferencia de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.

El guiño de García Harfuch a las Fuerzas Armadas ocurre en un contexto de seguridad delicado. Hace tres años, el entonces secretario de Seguridad Pública fue víctima de un atentado del Cártel Jalisco Nueva Generación, en pleno Paseo de la Reforma. Un grupo armado utilizó armas de alto calibre para emboscar al funcionario. En el ataque fueron asesinados dos de sus guardaespaldas y una víctima civil. “No doy por hecho que no vuelva a pasar”, dijo a El País García Harfuch, quien ha implementado un riguroso protocolo de seguridad.