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2 de febrero 2019

Política

El mal chiste de Pepito: ¿Operativo o Montaje?

En México, nada es lo que parece. El 24 de enero, la Policía Federal detuvo a cuatro personas en San Pedro Garza García, incluido un ex candidato de Morena. Código Magenta tuvo acceso a los videos del operativo y al informe policial. Hay graves inconsistencias y acusaciones de que fue un montaje. Ésta es la historia de fondo

Por Magenta Staff

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El 24 de enero, la Gendarmería de la Policía Federal detuvo a cuatro personas en el restaurante el Gran Pastor en la calle Roble de San Pedro Garza García, en el corazón corporativo del municipio más rico de México.

La Policía Federal dijo que los detenidos estaban presuntamente vinculados al Cártel de los Zetas y que se dedicaban a la extorsión y al cobro de piso.

La noticia se volvió viral cuando se conoció que uno de ellos, Ulises Treviño García, fue candidato de Morena a la alcaldía de Juárez en Nuevo León.

Pero en México, nada es lo que parece. En el mejor de los casos, la historia que vimos en los titulares está incompleta. En el peor de los casos, es falsa.

La trama de fondo es la de un pleito por un mal negocio entre dos miembros de algunas de las familias más prominentes de San Pedro, los Santos de Hoyos y los Reyes Retana.

Hay una demanda de casi 13 millones de pesos de por medio que involucra a los dueños de Pepito Company, una empresa que desde el 2010 ha recibido fondos de inversionistas para una película que jamás se realizó.

Y también, ésta es la historia de una de las acusaciones más comunes en los círculos de poder de la élite mexicana: el uso de las fuerzas del Estado para fines particulares. En este caso, la Gendarmería de la Policía Federal.

Código Magenta tuvo acceso a los videos de la detención y al Informe Policial Homologado que se entregó al Ministerio Público. Hay graves inconsistencias.

Fuentes cercanas a la defensa de los detenidos aseguran que se trata de un montaje.

Como el de Florence Cassez en el 2005.

Para entender la trama hay que conocer a sus protagonistas. Primero los detenidos:

Alberto Llorens Reyes Retana,  uno de los inversionistas de Pepito Company. quien exige el pago de los 12.9 millones de pesos que aportó al proyecto.

Ulises Treviño García, el ex candidato de Morena, quién es también el abogado de Alberto Llorens.

Omar Piña Sánchez y Luis Eduardo Frías Veloz, los guardaespaldas de Alberto Llorens.

Del otro lado de la historia hay tres personajes clave:

Francisco Javier Santos Elizondo, el socio mayoritario de Pepito Company, quien es hijo de Francisco Javier Santos de Hoyos.

Ambos fueron demandados penalmente por Alberto Llorens en enero de 2017 por incumplimiento de contrato y por la retención ilegal del capital aportado por el demandante.

Y finalmente, Héctor Javier García Ovalle, el Director de Administración y Finanzas de Pepito Company.

Héctor Javier es clave porque es él quien organiza la reunión en el Gran Pastor y quién llama a la Policía para denunciar un presunto chantaje.

Según la Policía Federal, esa fue la causa de la detención, el chantaje.

Esto es importante porque todo el operativo se monta a partir de la versión y las indicaciones del directivo de Pepito Company.

Héctor Javier le dijo a la Policía que dos días antes de la detención, Omar Piña Sánchez, el guardaespaldas de Alberto Llorens, llegó a las instalaciones de la empresa, se identificó como miembro del Cártel de los Zetas, exigió el pago de los 12.9 millones de pesos y amenazó de muerte  los empleados.

Después de eso, Héctor Javier García Ovalle llamó a Alberto Llorens para citarlo en el Gran Pastor y negociar el pago de la deuda.

A la reunión asisten Albero y Ulises, que llegan en un BMW rojo; junto con sus guardaespaldas, que llegan en una Honda Element gris y que permanecen en la camioneta todo el tiempo.

Asiste Raúl Cárdenas, un abogado que fungirá como intermediario en la negociación y que entra al restaurante al mismo tiempo que Alberto y Ulises.

En el interior del Gran Pastor los esperan Héctor Javier García Ovalle y dos socios de Pepito Company.

La llamada de Héctor Javier es la única parte de la historia que está validada por todos: la defensa de los detenidos, los policías y el testimonio de Héctor Javier.

A partir de aquí, empiezan las contradicciones entre el Informe Policial Homologado y lo que se observa en los videos:

Primera contradicción: Las horas

El testimonio del Policía asegura que todos los hechos tuvieron lugar entre las 17 horas y las 17:30 horas.

Los videos muestran que los detenidos llegan hasta las 18:35 horas, que en realidad son las 17:35 horas, ajustando al horario de invierno.  En cualquier caso, la información no coincide con el informe. El operativo terminó hasta las 18:05 horas.

Segunda contradicción: La versión de la pistola

Esto dice el informe: “Héctor Javier temía por su vida ya que el comandante Piña iba armado porque cuando lo vio llegar en el vehículo Element este sujeto se bajó y sacó de entre su cintura un arma corto y le hizo una señal apuntándole con el arma para enseguida abordar el vehículo Element, quedándose en el estacionamiento junto con el otro sujeto que lo acompañaba.”

Sin embargo, en el video exterior, nunca se aprecia esta escena. Además, en el periodo que va desde que llega la camioneta Honda a las 17:37 horas, hasta que termina el operativo de detención, nunca se aprecia el aseguramiento de algún arma de fuego de parte de los oficiales. Durante todo este tiempo, Héctor Javier y sus socios estuvieron dentro del restaurante. Llegaron antes para esperar a Alberto y a Ulises. ¿Cuándo vio al comandante Piña?

Tercera contradicción: La versión de la detención

La Policía Federal asegura que el arresto de las cuatro personas ocurrió afuera de manera simultánea. Esto es falso.

La versión del informe policial dice que el arresto de Alberto y Ulises ocurre cuando ellos corren hacia el BMW con un maletín negro en la mano. Esto nunca sucedió.

Los videos muestran que primero detuvieron a los tripulantes de la Element que estaba estacionada afuera. Esto ocurrió mientras Alberto y Ulises seguían negociando dentro del restaurante.

Cuando Ulises se da cuenta de lo que está pasando afuera, sale del Gran Pastor y se acerca a los Policías. Posteriormente es arrestado. Durante todo este tiempo, Alberto Llorens está sentado en la mesa. Es hasta minutos después que un policía entra al restaurante y se lo lleva.

Cuarta contradicción: la pistola, el maletín y el dinero

De acuerdo a la Policía Federal, se aseguró una pistola Beretta y un maletín que contenía 100 mil pesos en efectivo en fajos de billetes de 500 y cinco cheques al portador por una cantidad de 90 mil pesos.

El testimonio de Héctor Javier García Ovalle refiere que le entregó el maletín a Alberto Llorens dentro del restaurante.

Los videos contradicen esa versión: no hay pistola ni maletín ni escena en la que Alberto y Ulises salen corriendo y son detenidos.

La información disponible sugiere que la Policía Federal y Héctor Javier mintieron en su declaración.

Y lo más grave, según lo que aparece en los videos, es casi una certeza  que la Policía Federal plantó evidencia.

Algo más: el propio informe policial detalla que  la cuenta de los cheques corresponde a Francisco Javier Santos Elizondo, el dueño de Pepito Company que fue demandado por Llorens.

Fuentes cercanas a la defensa de los detenidos insisten en que esto es un montaje coordinado por  los dueños de Pepito Company y la Policía Federal. Lo cierto, es que el conflicto entre Alberto Llorens Reyes Retana y Francisco Santos Elizondo apenas comienza.

 

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