El ‘Fobaproa’ de López Obrador

¿Qué pasó?

Un análisis de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef) reveló que, para realizar un rescate profundo de Petróleos Mexicanos, el gobierno federal necesita inyectar hasta 2.22 billones de pesos (alrededor de 115 mil millones de dólares).

¿Por qué importa?

• Desde que Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia en 2018, su principal encomienda ha sido fortalecer el mercado energético interno, dándole más peso a empresas paraestatales como la Comisión Federal de Electricidad y Pemex, dejando de lado los términos alcanzados con la Reforma Energética, sin tomar en cuenta los costos que esto acarrearía.

• Por el lado de la petrolera, para sanear sus finanzas, el gobierno de la Cuarta Transformación tendría que absorber parte de la deuda para mantenerla a flote y en cuanto a la CFE, si se insiste en cambiar el marco regulatorio, implicaría realizar una inversión masiva en subsidios eléctricos, lo cual sería insostenible, de acuerdo a especialistas del sector.

El contexto:

El reporte de la Fundef, titulado ‘Análisis Financiero de la Evolución de Pemex 2009-2019’, revela que el problema de la petrolera se gestó en los últimos 10 años, a partir de 2014, cuando tuvo su punto de inflexión en el sexenio del ex presidente Enrique Peña Nieto.

Los detalles:

• Para hacer frente a sus obligaciones financieras y ser rentable de nueva cuenta, Pemex requiere de un fuerte apoyo de parte del gobierno. Para ello necesitaría una inversión de 115 mil millones de dólares, una cifra equivalente de 10 a 12 puntos porcentuales del PIB de 2019 para sanear por completo sus finanzas.

• “Dada la situación financiera actual, el gobierno tendrá que plantear un rescate financiero y operativo de Pemex en lugar de hacer transferencias limitadas. Los datos indican que la empresa sola no va a salir”, se lee en el escrito.

• Problemas estructurales que deben resolverse por etapas: En el corto plazo se requiere de apoyo financiero a la empresa para no quitarle flujo por pago de impuestos y definir cómo va a pagar su deuda (identificar la parte que es sostenible y la porción no lo es y que el gobierno la asuma).

• También, en el corto plazo, hay que decidir cómo se va a mejorar la parte operativa de exploración: restitución de reserva y plataforma de producción. Esta evaluación se tiene que realizar dejando de lado los “buenos deseos” y teniendo evidencia de lo que es alcanzable.

• Se debe definir la manera como se van a financiar esas inversiones: más dinero del gobierno o asociaciones con privados, porque es claro que hoy Pemex no tiene la capacidad de financiar inversiones.

• Inclusive, el Fundef, perteneciente al Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), sugirió que Pemex debe dividirse en dos, en exploración y el resto de sus ramificaciones para una reestructuración financiera. Además, el gobierno debería asumir parte de la deuda (que supera los 108 mil millones de dólares) y los compromisos de inversión.

• Concluye que Pemex no podrá cumplir el objetivo de ser una palanca del desarrollo del país, como pretende el gobierno, ya que financieramente carece de solidez y mucho menos es una empresa generadora de recursos.

• “Si se proyectan los números dado el desempeño reciente y sin un apoyo estructural lo que nos espera es que sea un lastre para la economía: más pérdidas, menos contribución al fisco, mayor deterioro de Pemex que impacte en mala percepción de México y una posible quiebra de la empresa”.