El FMI y el Banco Mundial proyectan el riesgo de una recesión global en 2023

¿Qué pasó?

Para el 2023, las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial contemplan la llamada “trifecta de riesgos globales” que impactarán de manera negativa la economía mundial: inflación, crisis alimentaria y recesión.

¿Por qué importa?

• En el caso de México, el consenso de analistas coincide en que, al final del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el PIB per cápita será menor al de inicio del sexenio.

• El empobrecimiento promedio de los mexicanos se ha reflejado en un grave déficit social que, según un artículo reciente de The New York Times basado en datos de Coneval, ha colocado en posición de vulnerabilidad a millones de mexicanos en términos de acceso a programas sociales de educación, salud y cuidados.

El contexto:

• Las voces que advierten sobre una recesión global y profunda, en contraste a la posición de un “aterrizaje suave” de la economía, siguen multiplicándose en los círculos de Wall Street y la academia económica.

• En julio pasado, el prominente profesor de economía de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini -famoso por haber advertido la crisis financiera global de 2008-, le dijo a Bloomberg que las condiciones económicas actuales hacen más probable una recesión fuerte y duradera que una recesión suave.

Los detalles:

• Durante su asamblea anual celebrada en Washington, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y el presidente del Banco Mundial, David Malpass han coincidido en proyectar el riesgo de una recesión global en 2023.

• Los principales riegos globales a los que se enfrenta el mundo están relacionados con la fase de mayor desaceleración de la actividad económica de los últimos 80 años, aumento de la inflación, la crisis alimentaria y energética, combinados con los efectos negativos consecuencia de la guerra en Ucrania, la pandemia, el cambio climático y al recrudecimiento de la pobreza.

• Por esta razón, el FMI tiene previsto reducir las previsiones de crecimiento global al tiempo que el riesgo de recesión se incrementa, con una cuantificación estimada de la crisis en cuatro billones de dólares hasta 2026.

• “Los bancos centrales tienen que actuar con dureza para controlar la inflación, pero sin pasarse y provocar o agravar más de lo necesario una recesión.

• “Los gobiernos deben tener cuidado con su política fiscal y actuar de forma responsable, sin bajadas de impuestos generalizadas ni medidas de gasto indiscriminadas y permanentes”, expresó Georgieva en declaraciones recabadas por el diario El País.

• Durante su intervención, Malpass compartió el mismo diagnóstico y advirtió de los riesgos que representará la salida de flujos de capitales desde los mercados emergentes y países en desarrollo con el objetivo de financiar los déficits fiscales y deudas empresariales de las naciones más avanzadas.

• “Hay un riesgo y un peligro real de recesión para el próximo año… La depreciación de la moneda hace que los niveles de deuda de los países en desarrollo sean cada vez más onerosos. El aumento de los tipos de interés supone una carga adicional. Y la inflación sigue siendo un gran problema para todos, pero especialmente para los pobres”, refirió el director del Banco Mundial.

• Otro riesgo adicional previsto por ambos dirigentes es la crisis del cambio climático, que en palabras de Georgieva amenaza la existencia de la humanidad, más allá de una recesión o un periodo de alta inflación: “A lo que no podremos sobrevivir es a una crisis climática sin fin”, puntualizó.