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2 de mayo 2024

16 de septiembre 2021

Política

El ‘divide y vencerás’ de AMLO rumbo a 2024

AMLO se perfila a emplear la estrategia de cooptar a los gobernadores de oposición que dejarán sus cargos en 2022 y 2023

Por Magenta Staff

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El mensaje del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a los gobernadores de oposición es claro: dejen el camino libre a Morena y serán recompensados.

Como ejemplos la invitación a Quirino Ordaz, de Sinaloa, para presidir la anhelada sede diplomática de México en España, así como al todavía gobernador panista de Nayarit, Antonio Echevarría, para integrarse al gabinete federal.

López Obrador se perfila a emplear dicha estrategia para cooptar a los mandatarios de aquellos estados de la República que sostendrán elecciones en 2022 y 2023.

De esta manera, Morena se acercaría a controlar entidades clave para, en su momento, operar en favor del candidato oficialista en los comicios presidenciales de 2024.

Oaxaca, Quintana Roo, Tamaulipas, Hidalgo, Durango y Aguascalientes elegirán gobernador en 2022. Coahuila y Estado de México, en 2023.

Todos ellos son gobernados por partidos de oposición.

En Oaxaca, la cálida relación entre el poderoso mandatario priista, Alejandro Murat, y el presidente López Obrador, pronostica un escenario similar al de Sinaloa y Nayarit. El apellido Murat tiene su propia órbita política, arrastra a una parte significativa del PRI e incluso podría ser clave para los mecanismos de la sucesión de 2024.

En Quintana Roo, el perredista Carlos Joaquín González bien pudiera ser otro aliado más de la Cuarta Transformación. Lo mismo que Alfredo del Mazo, del PRI, en el Estado de México, en 2023.

A pesar de que el apellido Del Mazo representa lo más esencial del Grupo Atlacomulco, el actual gobernador ha utilizado su relación de cordialidad con AMLO para mantener limitada la influencia de la amenaza más importante para el priismo mexiquense: El Grupo de Acción Política de Delfina Gómez, Horacio Duarte e Higinio Martínez.

Para Tamaulipas, el acercamiento reciente entre el nuevo secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y el cuestionado gobernador panista Francisco Javier García de Vaca, vaticina una tregua entre ambas partes la cual fortalece el pronóstico favorable para Morena en la entidad fronteriza.

Morena arrasó con el Congreso estatal en las pasadas elecciones. Analistas sugieren que esto no pudo haber sucedido sin la autorización u operación política de la oficina del gobernador.

En Hidalgo, la gestión de Omar Fayad ante las inundaciones exhibió que el estado representa otro blanco frágil para el PRI. Morena está al acecho.

Y aunque Durango y Aguascalientes puedan considerarse huesos más difíciles de roer para la 4T, el caso de Antonio Echevarría dejó claro que no pueden subestimarse las consecuencias de las diferencias entre los gobernadores locales y el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, respecto a la designación de candidatos.

Coahuila, por otra parte, aparece como un firme territorio priista bajo el control del gobernador Miguel Riquelme y de su antecesor, Rubén Moreira, quien se ha convertido en un recurrente socio legislativo de Morena. Quid Pro Quo.

Frente a este escenario, la secretaría de Gobernación encabezada por el tabasqueño Adán Augusto López regresa a su posición histórica como centro de operación política de la Presidencia de la República.

De lograr obtener gubernaturas estratégicas como Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas por medio del “divide y vencerás”, la oposición política de la 4T estaría seriamente debilitada para 2024. Y la aplanadora electoral de Morena más aceitada que nunca.

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