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21 de noviembre 2024

11 de abril 2023

Seguridad

Ejecución extrajudicial en Nuevo Laredo: la fiscalía acusa a cuatro militares

La Fiscalía General de la República acusó de homicidio en grado de tentativa a cuatro militares involucrados en la presunta ejecución extrajudicial de cinco personas en Nuevo Laredo

Por Redacción Magenta

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¿Qué pasó?

Por los delitos de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa, la Fiscalía General de la República (FGR) acusó a cuatro militares involucrados en la presunta ejecución extrajudicial de cinco personas en Nuevo Laredo.

¿Por qué importa?

  • El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, una organización no gubernamental, asegura tener pruebas, videos y testimonios de un sobreviviente, de que el asesinato de las cinco personas fue una masacre contra civiles no armados.
  • Raymundo Ramos, presidente de esta organización, refiere testimonios de que dos de los civiles asesinados recibieron disparos en la nuca cuando ya estaban sometidos. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) refuta estos señalamientos. Sostiene que los militares reaccionaron a “un estruendo”.
  • Además, desde el entorno del Ejército, se propagó la versión -sin confirmar- de que los asesinados eran presuntos miembros del crimen organizado.

El contexto:

  • La madrugada del domingo 26 de febrero, personal militar de una Base de Operaciones desplegado en Nuevo Laredo, Tamaulipas que realizaba tareas de seguridad abatió a cinco personas, presuntamente armadas y quienes se habrían dado a la fuga tras percatarse de su presencia en la zona.
  • Días después, la FGR abrió una investigación contra cuatro de los 21 elementos militares que participaron en estos hechos. Se trata de los artilleros que viajaban en la batea de la camioneta militar.
  • La Sedena, por otro lado, resguardó a dichos elementos en la prisión del campo militar 1-A. La Fiscalía de Justicia Militar los acusa de desobediencia.

Los detalles:

  • De acuerdo con el portal Animal Político, este lunes se llevó a cabo la audiencia inicial en el que la FGR imputó a los acusados Agustín “N”, Juan Carlos “N”, Bernardo “N”, y Jorge “N” por el delito de homicidio en grado de tentativa.
  • El juez de control que estudia la causa penal 46/2023 dictó la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa para los militares, en el Campo Militar número 1, lugar desde donde el cual comparecieron vía remota.
  • La defensa legal de los militares solicitó la duplicidad del plazo constitucional, razón por la cual el juzgador no determinó si vinculará o no a proceso a los militares, por lo que decretó la continuación de la audiencia para este miércoles, a las 16:00 horas.
  • Desde lo sucedido, salvo un escueto comunicado de la Sedena, ni la corporación castrense ni la Fiscalía han dado mayores detalles del caso. En tanto, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) concluyó que sí hubo uso ilegítimo de la fuerza, pero omitió la responsabilidad de los uniformados en los hechos.
  • Las necropsias practicadas a los cinco jóvenes muertos, a las cuales tuvo acceso el diario español El País, confirmaron que los militares dispararon desde varios puntos -con un total de 117 tiros- y no sólo desde la parte trasera como refieren las versiones de la Sedena y del capitán Elio “N”, quien elaboró el reporte oficial.
  • “En ese momento escuché que varios elementos accionaron sus armas sin que yo diera tal orden; por lo que, de manera inmediata, vía radio, ordené alto el fuego”, relató el capitán Elio “N” quien, tras descender de su vehículo, preguntó quién había disparado: “De manera voluntaria, cuatro cabos de caballería reconocieron haber apretado el gatillo… En el interior del vehículo no se localizó nada ilícito”.
  • Los nombres de los muchachos asesinados corresponden a Gustavo Pérez Beriles; Wilberto Mata Estrada; Jonathan Aguilar Sánchez; Gustavo Ángel Suárez Castillo (de nacionalidad estadounidense y quien al parecer conducía la camioneta) y Alejandro Trujillo Rocha.
  • Los otros dos sobrevivientes son Luis Gerardo “N”, el cual resultó herido de gravedad y permaneció varios días en coma inducido, y Alejandro Pérez, de 21 años, quien resultó ileso. Ambos relataron a El País que el ataque fue indiscriminado, “agravado por el comportamiento posterior de los militares”.
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