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El efecto Fox News: ¿de dónde viene el racismo de la masacre de El Paso?

La masacre de El Paso tiene menos que ver con una epidemia de enfermedad mental que con una estrategia política que ha explotado la retórica anti inmigrante de manera sistemática durante más de cuarenta años.

Por Rodrigo Carbajal

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El terrorista supremacista caucásico que mató a 21 personas en El Paso, Texas escribió un manifiesto. El documento repite una y otra vez los soundbites del discurso del Presidente Donald Trump, de su estratega en la Casa Blanca, Stephen Miller, y por supuesto, de los principales conductores de Fox News.

Invasión hispana. Reemplazo étnico. Fronteras abiertas. Inmigración masiva. El lenguaje del asesino es testimonio inequívoco de que la retórica racista y xenófoba, como la llama Martha Bárcena, la embajadora de México en Estados Unidos, se ha vuelto parte de la conversación cotidiana del estadounidense promedio.

Sin embargo, nada de esto empezó ayer. Tampoco comenzó con la Presidencia de Trump, sino que es el resultado de al menos cuatro décadas de una estrategia política en la que el Partido Republicano y su clase donante han explotado sistemáticamente los miedos más profundos de un amplio sector de la sociedad americana, aquellos temores que tienen que ver con el racismo.

Los operadores políticos republicanos bautizaron este enfoque como “La Estrategia Sureña”, cuyo planteamiento esencial es convencer al electorado de votar en función de asuntos de identidad cultural, en vez de asuntos de índole económica.

Noam Chomsky, el lingüista del MIT que se convirtió en uno de los analistas políticos más respetados de la izquierda estadounidense, razona que el Partido Republicano, históricamente, ha representado los intereses del capital y de las grandes corporaciones, cuya agenda de política económica es diametralmente opuesta a la de los intereses de los pequeños propietarios y de la clase trabajadora del sur del país.

En ese sentido, Chomsky explica que los operadores del Partido Republicano encontraron que, para ganar las elecciones, había que ganar en el Sur, y que para ganar en el Sur, los votantes debían olvidar que su política económica atendía, esencialmente, las demandas de la clase donante.

Por eso cambiaron la conversación. La generación de operadores políticos republicanos que surgió en la campaña presidencial de Barry Goldwater en 1964 y que se consolidó en la victoria electoral de Richard Nixon marcó un antes y un después para el partido. Con “La Estrategia Sureña”, la comunicación política dejó de lado los asuntos económicos y puso la identidad cultural al centro del discurso. Para ganar el voto de los católicos y los evangélicos se habló de aborto, de derechos de portación de armas, y por supuesto, en tiempos más recientes, de migración.

No es casualidad que el ascenso de Donald Trump en las primarias republicanas del 2016 se haya inaugurado bajo el sello de la ahora célebre exclamación de “Build that wall!”.

Tampoco es un producto del azar el hecho de que el Partido Republicano haya ganado en la mayoría de los estados del Sur en prácticamente todas las elecciones presidenciales desde 1972. Esto se debe en gran medida a dos operadores políticos que trabajaron en la campaña de Richard Nixon: el artífice de “La Estrategia Sureña”, Lee Atwater, y Roger Ailes, quién más tarde fundaría Fox News.

La compaginación de los motivos del manifiesto del asesino de El Paso con la política editorial de Fox News son el resultado de la reproducción constante de una narrativa radical en los programas de Tucker Carlson, Laura Ingraham o Sean Hannity. Matt Tabbi, un periodista de investigación que escribe para la revista Rolling Stone, describe la oferta de contenidos de este canal como “la dieta diaria y consistente de Estrategia Sureña para los hogares americanos”.

Para Jane Meyer, columnista estelar de The New Yorker, ésta es la Casa Blanca de Fox News, una organización cuasi propagandística sin la cual Goerge W. Bush ni Donald Trump hubieran llegado a la Presidencia.

El éxito de Ailes, naturalmente, ha sido emulado por otros consorcios mediáticos que pretenden ganar acceso e influencia política, amplificando la misma narrativa de guerra cultural promovida desde la derecha estadounidense. Sinclair Broadcasting Group, el mayor transmisor de noticias locales en Estados Unidos, ha seguido el modelo Fox News al pie de la letra. Meyer refiere que esto ha derivado en una mezcla explosiva de desinformación y propaganda de la que es difícil escapar.

A esto se suma el endémico problema estadounidense de armas de fuego, perpetuado por una defensa legislativa del status quo, patente en los 64 millones de dólares que, según el Centro para una Política Responsiva, ha gastado la industria en cabildeo en los últimos cinco años.

El resultado es un estado permanente de riesgo de un tiroteo masivo en suelo americano: las diez masacres de los últimos treinta años con el mayor número de víctimas en Estados Unidos registran, en total, 279 muertes.

En el caso del atentado de El Paso, el evento estuvo motivado por décadas de retórica anti inmigrante y anti mexicana.

Sobra decir que el litigio promovido por la Secretaría de Relaciones Exteriores difícilmente puede competir contra eso.

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