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13 de noviembre 2018

Comunidad

Edadismo, la ‘condena’ a los de 40 y más

Hoy la edad se ha convertido en un filtro (discriminatorio) a la hora de seleccionar personal en una empresa; quien tiene más de 40 años es difícil que sea considerado para un puesto por más experiencia y capacidad que tenga

Por Isabel Torres

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Hoy, en el mundo laboral, llegar a la cuarta década de edad es casi casi una condena. De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México el desempleo afecta a 469 mil 629 personas de 40 y más años.

Esta discriminación basada en prejuicios y estereotipos respecto a la edad es conocida como edadismo, término acuñado en 1968 por el psiquiatra Robert Butler, y se agrupa a las otras dos grandes formas de exclusión social: el racismo y el sexismo.

El total de desempleados registrados en México por el Inegi hasta el primer semestre de 2018 es de 1 millón 858 mil, de ellos 242 mil 691 tienen entre 40 y 49 años de edad; 168 mil 782 están en el rubro de los 50 a 59 años, y 58 mil 156 corresponden al grupo de 60 y más años.

Y se calcula que el 68 por ciento de los desocupados es del sexo masculino y el 32 por ciento es mujer.

De acuerdo a especialistas en Recursos Humanos, la edad se ha convertido en un filtro a la hora de seleccionar personal, pues la mayor parte de las empresas optan por contratar a personas jóvenes, porque consideran que ellos se adaptan fácilmente a los constantes avances tecnológicos.

La “Encuesta global sobre preferencias del candidato” que ManGroup Solutions aplicó en cinco países, arrojó que en México la edad es uno de los principales obstáculos para que una persona de 60 o más años sea contratado. Le siguen Australia, Reino Unido, China y Estados Unidos.

Ver en los anuncios clasificados de empleos leyendas como “25-40 años” o “menor de 35”, se ha vuelto muy común en internet y medios impresos.

De hecho, la Asociación por la No Discriminación Laboral por Edad o Género, asegura que el 55 por ciento de empresas privadas y gubernamentales exigen que 35 años sea la edad tope, y sólo el 10 por ciento acepta personas cuya edad máxima oscile los 48 – 50 años.

Para el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), estos avisos representan un acto discriminatorio “al condicionar o negar el derecho al trabajo por cuestiones de edad”.

Y es que los reclutadores de empresas justifican la no contratación de mayores de 40 porque, según ellos, no aportan nada a la empresa, son inadaptables, anti millenials, parásitos tecnológicos, no aprenden, son poco productivos y ‘se enferman todo el tiempo’.

Sin embargo, la Procuraduría de la Defensa del Trabajo reconoce que desde el punto de vista médico una persona de entre 35 y 50 años goza de salud óptima para desempeñar con excelencia su labor profesional; ni se diga de la experiencia.

Mejor sacarles provecho

Mucha gente cree, y especialistas en el mercado laboral lo confirman, que la discriminación en el empleo se debe a que no se desea pagar sueldos mayores de los que se destinan a la juventud, o a que se quiere evitar que los empleados hagan antigüedad en su cargo.

Además que hay empleadores que suponen que los mayores de 35-40 años no tienen disponibilidad de viajar, que están maleados o que tienen grandes exigencias salariales. Pero ni siquiera toman en cuenta su experiencia o el dinero que se ahorrarían en capacitación.

Debido a eso, los desempleados se ven obligados a malbaratar sus conocimientos, trabajar en áreas que no son de su profesión o incluso migrar.

De ahí que los expertos recomiendan sacarle provecho a su red de contactos para conseguir entrevistas de trabajo; quitar la edad y fotografía del currículum y ya en la cita saber vender su estabilidad laboral y la experiencia.

“La mitad de la información que se pone ahí es para discriminar: fecha de nacimiento, género, estado civil, dirección. Eso no aporta nada a las capacidades de la persona, es sólo información para el prejuicio, porque si es joven no tiene compromiso, o va a tener hijos pronto; mientras que si tiene más edad, eres más lento o te vas a jubilar luego.

“Así como se eliminó el requerimiento de la foto, debería estar prohibido cualquier dato que sirva para discriminar al postulante”, dice Esteban Calvo, profesor de epidemiología de la Universidad de Columbia, y experto en envejecimiento.

También es muy importante que quien busque trabajo cambie la actitud y tenga la disposición de aprender y ser flexible.

Pero además, las empresas pueden emprender estrategias que combatan el edadismo al crear equipos intergeneracionales para combatir estereotipos negativos, de hecho se ha observado que la exposición a ejemplos positivos de trabajadores mayores puede mejorar las creencias, las actitudes negativas y percepciones hacia este grupo de edad.

Y no estaría de más tomar en cuenta lo que arrojó un estudio publicado por el Journal of Cognitive Neuroscience, que afirma que la principal ventaja de las personas mayores de 40 años es su capacidad de reconocer ideas centrales y perspectivas completas de forma rápida.

Leyes contra la discriminación

En varios países de ingresos medios y altos se han aprobado leyes antidiscriminatorias para combatir la marginación por motivos de edad.

Para los países miembros de la Unión Europea se estableció un marco general para combatirla en el lugar de trabajo por causa de discapacidad, orientación sexual, religión y edad.

Por su parte, Estados Unidos tiene uno de los índices más altos de participación de personas de más de 65 años en el mercado laboral, y cuenta con uno de los sistemas antidiscriminatorios más sólidos, pues prohíbe la exclusión gremial de los mayores de 40.

Y en México, 23 entidades tienen una ley antidiscriminación.

Y entonces ¿por qué la edad se ha convertido en un problema socio-laboral?

“El edadismo se alimenta de la negación; nuestra renuencia a reconocer que vamos a ser esa persona mayor. ¿Por qué dejamos de celebrar la capacidad de adaptarnos y crecer conforme transitamos la vida?”, dijo en 2017 Ashton Applewhite, autora de ‘This Chair Rocks: Un Manifiesto contra el Edadismo’, en una conferencia TED Vancouver.

“¿Y cuál es el mayor obstáculo de tener un sentido de propósito en la vejez? Una cultura que nos dice que envejecer implica perder protagonismo. Por eso la Organización Mundial de la Salud está desarrollando una iniciativa antiedadismo para extender no solo la vida, sino también la salud”, mencionó en esa ocasión.

Mujeres, las más afectadas

Dentro del edadismo, quienes padecen más discriminación son las mujeres mayores de 45 años, al también ser víctimas del machismo. Porque mientras los hombres maduran, ellas envejecen, como aseveró la escritora Susan Sontag.

“(La edad) sigue siendo la única área por la que puedes discriminar totalmente y hablar mierda. Sólo contra las mujeres. No hombres. Así que, en ese sentido seguimos viviendo en una sociedad bastante sexista”, dijo Madonna en 2016 a la revista Rolling Stone.

Pero años antes, en 1992 y cuando la cantante tenía 34 años ya había hablado del tema con el presentador de TV, Jonathan Ross.

“No sólo sufrimos de racismo y sexismo, sino que también padecemos ageism. Y eso pasa una vez que alcanzas cierta edad, no se te permite ser aventurera, no se te permite ser sexual y pienso que eso es bastante horrible.

“¿Se supone que te mueras cuando tienes 40? Eso es lo que básicamente todos quieren que las personas hagan. ¿Por qué?, la vida es larga… no lo entiendo”, reflexionó Madonna.

En 2008, cuando Hillary Clinton competía en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, fue ‘víctima’ de las filosas palabras del reaccionario conservador Rush Limbaugh, quien la descalificó ante más de 14 millones de oyentes en su programa de radio.

“Pero, ¿de verdad alguien quiere, día tras día, ver envejecer en directo a una mujer?”, espetó.

Socialmente, las mujeres llegan a la mediana edad y la vejez a una edad cronológica más joven que los hombres, quienes tienen un margen de 20 años más de “juventud social”. Mientras que ellas tienen menos posibilidades de ser consideradas atractivas y sexualmente elegibles.

Pero el edadismo y machismo no es exclusivo de algunos sectores, Hollywood no se salva. Ashton Applewhite mencionó que una encuesta para las nominaciones a mejor película encontró que solo el 12 % de los personajes tenía 60 años o más, y a muchos se los retrataba como discapacitados.

“Sí, por supuesto que hay discriminación por edad en la industria del cine. Hay discriminación en todas las profesiones. Mire alrededor de la sala. Hay muchas mujeres jóvenes aquí que son periodistas, pero ¿ve a alguna mujer de mi edad? No. Y si mira los rincones corporativos de su empresa, no hay muchas mujeres allí”, dijo la actriz Meryl Streep en 2009.

De acuerdo a la Revista Enfermería CyL, las mujeres mayores suelen ser evaluadas de manera más negativa que los hombres de su misma edad, porque son percibidas como receptoras de ayuda, de cuidados y necesitadas de apoyo económico.

Llegada la cuarta década, hombres y mujeres se esfuerzan por permanecer jóvenes, porque socialmente se les ha inculcado (directa o indirectamente) que envejecer es indeseable, creencia que se refuerza cuando pasan por situaciones como el desempleo, que a su vez los instala en una pérdida de reconocimiento social.

Pero también hay que reconocer esa parte que aporta la sociedad pero que ha ido dejado atrás, y que es la que corresponde a reconocer a las personas de mediana y mayor edad por su talento y sabiduría.

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