Caso Ayotzinapa: ¿Quién está diciendo la verdad?

¿Qué pasó?

La Marina niega la versión del GIEI de que la escena del basurero de Cocula fue manipulada, bajo el argumento de que las supuestas irregularidades en torno al caso Ayotzinapa nunca fueron comunicadas al ministerio público.

¿Por qué importa?

• Desde hace casi siete años, la controversia alrededor de la mal llamada “verdad histórica” del caso Ayotzinapa ha dejado más dudas que respuestas, pese a los intentos de la actual administración por revelar exactamente qué sucedió con los 43 normalistas desaparecidos.

• En medio de todo se ha puesto en duda la integridad de las Fuerzas Armadas, a grado tal que la FGR abrió una carpeta que incluye al secretario Rafael Ojeda, la cual es una parte del rompecabezas del conflicto abierto entre las dos instituciones castrenses del Estado mexicano: el Ejército y la Marina.

El contexto:

A finales de marzo, un reporte del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) encontró que las Fuerzas Armadas espiaron a los estudiantes de Ayotzinapa, escondieron información relevante a las autoridades investigadoras y alteraron evidencia del basurero de Cocula.

Los detalles:

• De acuerdo con el periodista Héctor de Mauleón, antes de que el GIEI diera a conocer el video donde aparecen los marinos presuntamente manipulando la escena en el basurero de Cocula, altos funcionarios de la Semar ofrecieron una presentación detallada a los expertos, en noviembre pasado.

• A través del documento, dado a conocer por El Universal, se detalló minuto a minuto la actuación y presencia de los marinos en el basurero, que acudieron a una solicitud de auxilio de parte de la PGR, la madrugada del 27 de octubre de 2014.

• Según Héctor de Mauleón, los 12 marinos que participaron en el operativo tenían la instrucción de localizar y geoubicar coordenadas geográficas que correspondían con el vertedero.

• Posteriormente, notificarían a la extinta dependencia cualquier hallazgo en el sitio, además de efectuar trabajos de registro, exploración y fijación de un cerco perimetral para finalmente resguardar a las autoridades civiles a cargo de la investigación.

• Alrededor de las 06:00 horas, los elementos navales arribaron al basurero y llevaron a cabo su labor, para la cual serían apoyados por un programa de inteligencia denominado Arcturus, que incluye naves no tripuladas o drones.

• Ya en el sitio, según las declaraciones de los propios marinos, estos procedieron a encender una fogata que sirviera de guía al dispositivo de rastreo (con el material de tres bolsas que contenían madera, platos y vasos de unicel), dadas las condiciones climatológicas adversas de esa mañana. Antes habían informado que en el lugar había indicios de un gran incendio.

• “Al observar esa parte de la presentación -el video completo dura casi dos horas-, una de las integrantes del grupo (GIEI) pidió una copia y sacó de su bolsa un USB. La respuesta fue que aquel material no podía ser entregado de ese modo.

• “Se sabe que el video fue requerido más tarde, de manera oficial, por un funcionario de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa”, expresó De Mauleón en su artículo.

• En su versión del tercer informe del Caso Ayotzinapa, el GIEI expuso que los 12 marinos en cuestión tuvieron tiempo de sobra para, además de encender una fogata, sembrar más de 63 mil restos óseos en el basurero y en el río San Juan.

• Al final, el video fue entregado y hecho público sin que se siguieran los protocolos de actuación básicos, pues no se le entregó a la fiscalía que investiga el caso ni a la FGR para que sus peritos lo analizaran ni mucho menos pasó por las manos de ministerio público alguno, a lo que la Marina no descarta que haya sido manipulado.