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4 de marzo 2022

Internacional

Biden, la guerra y el petróleo

El riesgo de una estanflación doméstica y la necesidad de debilitar la posición dominante de Rusia en el mercado global de hidrocarburos han llevado a los líderes de la industria shale, en Estados Unidos, a presionar al presidente Biden a un cambio de política energética de 180 grados

Por Redacción Magenta

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¿Qué pasó?

Ante la necesidad de debilitar la posición dominante de Rusia en el mercado global de hidrocarburos, por el riesgo de una estanflación doméstica, líderes de la industria shale en Estados Unidos presionan al presidente Joe Biden para implementar un cambio de política energética de 180 grados.

¿Por qué importa?

JP Morgan estima que, al cierre del 2022, el barril de petróleo Brent se cotizará a 185 dólares, en caso de que continúe interrumpido el suministro de crudo ruso. De acuerdo con Bloomberg, al menos el 66% del volumen total tiene problemas para hallar compradores a causa del conflicto en Ucrania.

El contexto:

Estados Unidos, Europa y Reino Unido compran 700 millones de dólares en hidrocarburos a Rusia cada día. Analistas sugieren que si no se interrumpen estas operaciones será imposible cambiar la dinámica de la guerra en Ucrania.

Los detalles:

  • Aunque el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, enfrenta duros llamados a prohibir las importaciones de energéticos rusos, hasta el momento no se han impuesto sanciones enérgicas en torno al petróleo.
  • Esto ha provocado que ejecutivos de petróleo y gas estadounidenses alcen la voz para que el presidente Biden se apoye en la industria shale (petróleo de esquisto) para aliviar la crisis energética que se avecina debido a la invasión rusa en Ucrania.
  • “Este alejamiento de Rusia no sucederá de la noche a la mañana, y debemos ser claros al respecto, pero para que suceda, necesitamos una política energética clara y consistente aquí en Estados Unidos… Desafortunadamente, eso no es realmente lo que tenemos en este momento”, expresó a Bloomberg Dustin Meyer, vicepresidente del Instituto Americano del Petróleo, en conferencia telefónica.
  • Una de las políticas insignia de la Administración Biden se ha centrado en el cambio climático y la solicitud a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) de aumentar la producción de crudo para controlar el precio de los energéticos.
  • Sin embargo, el estallido del conflicto bélico en Ucrania ha provocado un alza en los precios de combustibles fósiles, lo que obligaría al presidente Biden a alinear su agenda climática con la creciente urgencia de la seguridad energética.
  • Y es que la calificadora JP Morgan ya advirtió que, a finales de año, el precio por barril de petróleo Brent se dispararía a 185 dólares, al mismo tiempo que los costos de la gasolina en Estados Unidos están en su nivel más alto desde 2014.
  • Ante los pronósticos poco alentadores, compañías energéticas como Pickering Energy Partners prevén que la creciente crisis en Europa, combinada con los altos precios de la gasolina que agobian la economía de EEUU impulsen a la Casa Blanca a exigir una mayor producción local. “Esperamos un cambio de tono de Washington”, anunció en un breve comunicado.
  • Scott Gruber, analista de Citi Group Global Markets Inc., aseguró que una vez que la Administración Biden agote sus esfuerzos iniciales por controlar los precios (liberar sus reservas de petróleo e instar a la OPEP a aumentar la producción), los políticos “finalmente recurrirán a los productores estadounidenses”.
  • De acuerdo con Bloomberg, los productores independientes de petróleo shale estaban en camino de lograr ganancias récord en 2022, incluso antes de la reciente alza de precios, con una cifra cercana a los 135 mil millones de dólares. Se trata de un tercio más que el año pasado y casi el doble de los niveles de 2019.
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