¿Cuánto falta para la elección?

6 de mayo 2024

31 de agosto 2023

Política

Beatriz Paredes: “No hubo ninguna negociación, yo nunca he negociado en lo oscurito”

El discurso de declinación de Beatriz Paredes refleja las claves de la terminación anticipada del proceso interno del Frente Amplio por México

Por Redacción Magenta

COMPARTE ESTA HISTORIA

A continuación, se reproduce de manera íntegra el discurso que emitió Beatriz Paredes a puerta cerrada en el cónclave de la dirigencia nacional del PRI

“Amigas y amigos.

Compañeros dirigentes del Comité Ejecutivo Nacional.

He participado en diversos procesos de democracia interna en nuestras organizaciones políticas y en procesos electorales constitucionales consciente de que la construcción democrática, en un sistema político como el mexicano, tiene avances y retrocesos, vaivenes, vericuetos, a veces desfiladeros.

He mantenido un propósito constante, democratizar al sistema mexicano, reformar el poder.

No imaginé que, a veces, los procesos democratizadores adoptan rutas mercadológicas más que ciudadanas, son los aprendizajes de los tiempos de hoy.

Debo asumir las limitaciones e insuficiencias que tuve en este proceso:

a) La fractura en mi tobillo fue magnificada como una enfermedad grave y la guerra sucia esparció la falsedad de que es invalidez permanente, no es así y sé que mis verdaderos amigos jamás lo creyeron y que bueno que no sea así.

b) No tuve la aptitud de convencer a mis correligionarios que también fueron aspirantes, a que se sumaran a mi propuesta.

c) Los prejuicios por mi militancia partidista campearon entre amplios sectores de la sociedad civil sugiriéndome, constantemente, que abandonara al partido, estos fueron alimentados interesadamente cuando yo ratificaba mi convicción partidista.

No obstante, ello, la solidaridad, empatía y apoyo que recibí de todos y todas ustedes fueron extraordinarios y la capacidad de organización y respuesta de miles de personas, de ciudadanos que no militan en ninguna organización, de militantes y dirigentes de nuestro partido, como también de organizaciones políticas, de organizaciones civiles, de otras fuerzas partidarias y de nuestros sectores, fue contundente.

Pero quiero expresar un especial reconocimiento a los medios de comunicación y a los comunicadores. Para los comunicadores siempre he sido una gente muy indescifrable, no saben si quiero ser entrevistada, si no quiero ser entrevistada, no es claro y mis declaraciones no tienen sentido porque uso, a veces, términos que hay que recurrir al diccionario para comprenderlos, parece que no tiene sentido entrevistarme porque de todos modos es incomprensible lo que digo y, en esta larga trayectoria política, pues muchos años he pasado desapercibida.

Entonces, este descubrimiento que en estos últimos meses han hecho de mi persona me tiene muy feliz, sobre todo, porque yo sé que vivimos en la era de la comunicación y que no hay político que pueda existir o sobrevivir si no hay una nueva alianza con los medios de comunicación.

Creo que uno de los grandes problemas de la elite política mexicana, de los liderazgos políticos mexicanos, es que se rompieron nuestros vasos comunicantes con los medios de comunicación y creo que, si verdaderamente queremos encontrar cómo enfrentar la realidad política que nos apabulla, requerimos construir una nueva alianza con los medios de comunicación, una alianza a partir de la verdad y una alianza a partir del respeto mutuo y de la objetividad.

Yo le agradezco muchísimo a los comunicadores, a los periodistas, a quienes aman la libertad de expresión, los espacios que me dieron y las noticias que difundieron de los planteamientos que le hice a la sociedad mexicana.

Y a cada uno, a cada una, a cada quien, a esas amigas o amigos que recordaron que me conocieron en alguna etapa de mi biografía y que dijeron “¡Ah! Beatriz está participando, vamos a sumarnos” o aquellos miles, cientos de desconocidos para mí, pero que tuvieron la generosidad de sumarse a este proyecto, muchas gracias.

Verdaderamente, lo único que puedo decirles es ¡gracias!, sinceramente, por coadyuvar en este propósito de democratización y de cambiar la política mexicana.

Amigas y amigos:

La construcción del Frente Amplio por México nos trasciende, es una propuesta que, si se tiene la aptitud de articularla, le podrá dar opciones a las fuerzas democráticas de nuestro país para que la sociedad tenga alternativas y 2024 no se presente como una opción unívoca de derrota, pero es una tarea que debe darse con toda transparencia, ajena a toda suspicacia, tanto en la selección de todas las candidaturas, como en la definición de sus directrices programáticas.

Los intereses superiores de México son los que deben prevalecer para que realmente el Frente sea una opción para las mayorías ciudadanas y para los partidos que la integran.

Realmente, las fuerzas políticas y los liderazgos ciudadanos deben ser los que los conduzcan e integren, no los poderes fácticos.

Expreso mi respeto y reconocimiento a Xóchitl Gálvez, aprecio sus expresiones cuidadosas hacia mi persona y valoro que, en algunos temas, como en el de las necesarias reivindicaciones de las comunidades indígenas, tengamos identidad. Su talento y estilo personal imprimió una nueva dinámica al proceso y la llevó a alcanzar los resultados de todos conocidos.

Saludo a mis colegas Ángel Gurría, Idelfonso Guajardo, Enrique de la Madrid, Alejandro Murat, Santiago Creel, Silvano Aureoles, Miguel Ángel Mancera, Cabeza de Vaca y a los otros ilustres ciudadanos, aspirantes que se sumaron a este esfuerzo renovador.

Mi adhesión definitiva al Frente dependerá del programa del gobierno de coalición, de la consistencia de las propuestas, de la evolución de su entramado democrático, estaré atenta de la evolución del proyecto.

Lo he dicho siempre, soy una gente de misiones, no de posiciones, por ello, (para que aquellas balas venenosas que de repente oscurecen el escenario no profundicen) declaro enfáticamente:

No aspiro a ninguna candidatura en las próximas elecciones, ni al Congreso de la Nación, ni a la Ciudad de México.

Esa es mi posición, no hubo ninguna negociación, yo nunca he negociado en lo oscurito, “lo oscurito me gusta para observar las estrellas y para querer a las personas que amo, es para lo único que me gusta la oscuridad”.

Era natural, como culminación de mi biografía política, que intentara la candidatura presidencial para ser la primera Presidenta de México, como también es natural, como demócrata que soy y absolutamente consistente, que reconozca cuando los resultados no me favorecen.

Pero dimos el paso, empujando la participación democrática en nuestro país, promoviendo la participación de las mujeres, propugnado por la reforma del poder.

En estos días se ha levantado un debate: “que, si en el discurso de Mérida me comprometí a particionar en el proceso hasta el final”, efectivamente, para mí el final es cuando se dieron los resultados que revelaban que era irreversible el triunfo de la otra candidata, esos resultados se han dado con la expresión de esas encuestas oficiales.

¿Cómo culmina el proceso? es cuestión de la Comisión organizadora, no es cuestión de quienes somos candidatos.

Estiramos la liga hasta donde fue posible, siempre he estirado la liga hasta donde es posible dentro de una estrategia reformista. Yo decidí ser reformista, otros decidieron ser revolucionarios y otros han decidido ser conformistas, ¡No soy conformista! soy simplemente una gente que cree en una política democrática para cambiar las cosas y creo indispensable, para que nuestro país y la política tengan perspectivas, que es necesario reformar el poder.

El primero de septiembre de 1979, como Presidenta del Congreso de la Unión, dije: “En la búsqueda de la democracia, nuestro país y su pueblo han impulsado su tiempo y diseñado la historia”.

Toca dar un paso más en el diseño de una nueva historia para México:

Es por las ideas, por los grandes propósitos, es por renovar al país con un estado eficaz, con equilibrio de poderes, federalista, verdaderamente demócrata y verdaderamente justo.

¡Ojalá exista esa grandeza!”.

Publicidad
Publicidad
Publicidad